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Antofagasta tiene 800 hectáreas de terreno disponible para áreas verdes

RECREACIÓN. Diagnóstico del Creo confirma potencial de mejora destinada a estos fines. Las zonas con más oferta de estos espacios se concentran en el borde costero y sector norte.
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Constanza Caldera Pfeiffer

Antofagasta es una de las ciudades del país que posee una menor cantidad de áreas verdes con alrededor de 2,5 metros cuadrados por habitante, lo que está muy lejos de los 9 metros cuadrados que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los 4 metros cuadrados promedio que existen en Chile.

Sin embargo, el escenario podría mejorar. Según un levantamiento efectuado por Creo Antofagasta, la ciudad posee casi 800 hectáreas de terreno potencialmente utilizables en espacios públicos y áreas verdes, los cuales, si se destinaran a estos fines, elevarían a la oferta a 5 metros cuadrados por habitante, es decir, el doble de lo actual.

Las zonas con más disponibilidades de terrenos corresponden al borde costero, pero fundamentalmente el del sector norte. Además del barrio industrial y la Costanera Sur.

El arquitecto Ulises Gómez indicó que efectivamente la capital regional posee una muy baja cantidad de estos espacios, la que según sus cálculos no sería superior a 1,9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.

Gómez agregó que es importante destacar que existen dos tipos de áreas verdes. Las ornamentales y las funcionales. Las primeras que son sólo decorativas como bandejones de las avenidas, y las funcionales donde se puede ingresar junto a las familias, que son las más convenientes para una comunidad.

"El óptimo recomendado por Naciones Unidas para ciudades desérticas es de 7 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Y para las ciudades que tienen más disponibilidad de agua y lluvias, lo mínimo es de 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante", indicó el arquitecto.

Plusvalía

Gómez indicó que en comunas como Vitacura cuentan con 19 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Porque existen un presupuesto, hay lluvias y cultura de cuidado de las áreas verdes.

El arquitecto sumó que en Antofagasta existe una situación más delicada, pues la distribución de las áreas verdes no es equilibrada.

"Esto se refleja por ejemplo en que si en Antofagasta una empresa construye un edificio cerca de la población Prat B en el norte, y también hizo un edificio en el Parque Brasil, el mismo departamento en este sector costará 5.000 UF, y el del lado norte 2.800 UF", explicó.

Sostuvo que cuando se le cobra 5.000 UF a una persona es porque se le está vendiendo el área verde que tiene el parque Brasil.

"Pero resulta que las personas del sector norte cuando compran en un supermercado o almacenes están pagando impuestos a través de patentes municipales, y ese dinero es el que la municipalidad también usa para regar el Parque Brasil. Entonces, la persona que construyó se lleva la plusvalía, el mejor valor de la venta del departamento porque municipalidad le riega el parque".

Esto -según Gómez- refleja lo importante que es tener un parque, como sube el valor de una propiedad. "Si se construyeran más parques al sector norte, las propiedades se valorizarán mejor", afirmó.

El también arquitecto Oscar Morales, valoró la disponibilidad de estas hectáreas, pues existe un gran déficit de áreas verdes, y las pocas que hay están concentradas en ciertos sectores.

"El que se puedan aprovechar estas áreas verdes disponibles que están consideradas en los proyectos de urbanización y no han sido implementadas", declaró.

Morales agregó que las áreas verdes mejoran la calidad de vida. "Son de esparcimiento generan una muy buena calidad a la parte habitacional y los lugares de recreación que son para todos como el borde costero. Donde hay una gran disponibilidad de áreas verdes y recreación, que es como una plaza gratuita para todos".

También destacó la realización de proyectos de manera asociativa entre privados y el sector público.

"Yo creo que lo que hace la ley es generar áreas verdes cuando les hace una exigencia a la empresa inmobiliaria o al servicio público que tiene que destinar una cantidad de áreas verdes por cada grupo habitacional que generan. Pero después viene la construcción, y normalmente eso se hace con fondos municipales, y del gobierno regional. Y muchas veces son acompañados con fondos de particulares", explicó Morales.

Proyectos

El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Antofagasta, Andrew Trench, considera que el déficit de áreas verdes está siendo abordado, cuyas medidas no sólo consideran espacios dentro de la ciudad como en los parques cerro a mar desarrollados con el Creo, de regeneración urbana en zonas que están siendo ocupadas por barrios industriales entorno a la faja del ferrocarril, pero también se está volcando la mirada hacia el borde costero.

"El suplir nuestro déficit de espacio público, por ejemplo, con el Parque Metropolitano de Borde Costero es algo que nos permitirá llegar casi a los niveles normales que se dan en otras ciudades de Chile (4,2 metros cuadrados por habitante). Y también nos permite pensar que podamos superar incluso ese objetivo", declaró.

Trench destacó la realización de estos proyectos articulados por el Creo, cuyas iniciativas son municipales y del gobierno regional.

El representante de la CChC destacó el aporte de estos espacios en la comunidad. "Un factor que determina la calidad de vida urbana es el espacio público, pensando en que éste no es sólo área verde también está articulado con paseos, plazas y lugares de encuentro, como la habilitación de espacios culturales".

"Como nunca tenemos una cartera de proyectos que nos da la esperanza que a un corto y mediano plazo vamos a tener resultados concretos", acotó Trench.

Oportunidad

Asimismo, el presidente del Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil (COSOC) de Antofagasta, Osvaldo Chávez, destacó esta disponibilidad de terrenos que tiene la ciudad, la cual carece de espacios públicos y áreas verdes.

"Es uno de los mayores déficits que hemos tenido en los últimos años, por la ubicación geográfica que tenemos y porque somos una zona desértica con poco acceso al agua", declaró.

"Esta es una gran oportunidad que se nos abre y es súper importante que la mayor cantidad de terrenos estén ubicados en el sector norte que es donde más se requieren espacios públicos de calidad que puedan conectar la vida diaria de las personas para hacerla más agradable y mejorar la calidad de vida", agregó Chávez.

El también arquitecto destacó la importancia de estos espacios, lo cual impacta directamente en la calidad de vida de los vecinos.

"Creo que es una oportunidad importante e interesante. Yo esperaría que se den las condiciones de gobernanza desde el Creo Antofagasta, la municipalidad y el gobierno regional para que se genere una cartera de proyectos que pueda ser abordada en los próximos años considerando que estamos ad portas de cambiar nuestro instrumento de planififación y de generar la nueva estrategia regional de desarrollo", agregó el también arquitecto.

"El suplir nuestro déficit de espacio público, por ejemplo, con el Parque Metropolitano de Borde Costero es algo que nos permitirá llegar casi a los niveles normales que se dan en otras ciudades de Chile (4, 2 metros cuadrados por habitante). Y también permite pensar que podamos superar incluso ese objetivo". Andrew Trench,

presidente CCh C Antofagasta"

Alto costo del riego

Una de las grandes barreras para la creación de áreas verdes es que requieren ser mantenidas a través del uso de agua, y en Antofagasta estos espacios son regados con agua potable, lo que incrementa el valor de su mantención. Según el presupuesto ejecutado por el municipio el año pasado, la entidad destinó un total de $6.500 millones para mantención de áreas verdes. Por eso que una iniciativa que está impulsando el Creo Antofagasta es la reutilización del vital elemento.

Donación abre nueva oportunidad laboral para reclusos locales

COMUNA. Entregaron mesón con sierra y motor para trabajar en madera.
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Con emoción los reclusos del Complejo Penitenciario Concesionado de Nudo Uribe recibieron el mesón con sierra y motor que la Defensoría Regional gestionó para el trabajo en madera al interior del módulo 72, donde funciona un taller que hasta ahora contaba solo con mesas de uso privado de algunos internos.

La iniciativa, que pretende dar una nueva oportunidad laboral a los privados de libertad, contó con el respaldo de Calzados Paola, Ferretería Prat, Centro Médico y de Rehabilitación Phycocenter y personas anónimas quienes financiaron la compra de la mesa con motor y los implementos.

De acuerdo a lo que explicó la defensora regional, Loreto Flores, "este proyecto es uno de más de los que la Defensoría Regional decidió poner en marcha luego que detectara una necesidad creciente de quienes habitan en este módulo y ven el trabajo con la madera como una forma de revertir los efectos de la privación de libertad", señaló.

Asimismo, comentó que esta implementación quedará en manos de Gendarmería para lo cual se firmará un comodato con la dirección regional.

Al respecto, el jefe de la unidad teniente coronel Marcelo Abello, destacó el valor de la iniciativa y llamó a los beneficiarios a cuidar el insumo.

"Esta es una nueva forma de mirar la reinserción, con la participación de privados que se sensibilizan de lo que significa estar privados de libertad por lo que esperamos esta mesa sea solo el comienzo de un camino que nos rinda frutos por lo que espero comprendan que la misma oportunidad que ustedes tienen de trabajar, es necesario brindársela a quienes vienen detrás", enfatizó.

Compromiso

Por su parte, en representación de los beneficiarios, se dirigió a los presentes el interno más antiguo que habita en el módulo 72, quien destacó el valor que tiene para ellos esta implementación.

"Agradecemos el apoyo de las autoridades y esperamos poder seguir contando con ustedes porque eso nos ayuda a sentirnos libres a pesar de estar acá. Nuestro trabajo nos sirve para ayudar a nuestras familias y eso nos hace sentir nuevamente útiles para la sociedad", manifestó Miguel.

Los internos se comprometieron con que el primer producto que saldrá del trabajo con el mesón serán cuatro sillas para lactantes del Centro Penitenciario Femenino de Antofagasta y el Centro de Detención Preventiva de Tocopilla.