Dos fechas del Chile moderno
Cuando se pierden las libertades es cuando calibramos la profundidad y magnitud de lo que está en juego. Lo acaecido en 1973 es una derrota de todos. Tal como lo citó el periodista e historiador Ascanio Cavallo, es probable que tengamos que esperar la muerte física de muchos actores para entender estos hechos de mejor manera, de forma más reposada.
Dos fechas históricas del pasado reciente registran números simbólicos este año: Ya transcurrieron 45 años del 11 de septiembre de 1973 y el próximo 5 de octubre serán conmemorados 30 del triunfo del "No" en el plebiscito de 1988, el cual significó poner fin a los 17 años de régimen militar en el país.
Ambos hitos están íntimamente ligados. El segundo es una consecuencia del primero, se trata de conmemoraciones que siguen dividiendo al país y tal como lo citó el periodista e historiador Ascanio Cavallo, es probable que tengamos que esperar la muerte física de muchos actores para entenderlos de mejor manera, esto es, de forma más reposada y objetiva.
Respecto al quiebre institucional, hay razones fundadas a uno y otra posición, sí parece claro que el gobierno de la Unidad Popular estaba llevando las cosas a un punto muy complejo. Debe recordarse que tanto el Poder Judicial como el Legislativo habían expuesto severas críticas a su accionar. Derechamente, el Congreso calificó de inconstitucional a esa administración.
Hay un contexto, es cierto, que puede explicar la pérdida de la democracia ese año, pero no las violaciones de DD.HH. acaecidas con posterioridad y los hitos que le antecedieron, que también fueron ilegales: Toma de terrenos, violencia callejera, asesinato de autoridades, entre otros.
Hoy, a 45 años de esos hechos, es claro que el país es otro. Más de la mitad de la población no había nacido en 1973. Esto se repite en otro margen respecto a 1988. Es impresionante observar que prácticamente la totalidad de los estudiantes de educación superior apenas contaba con un par de años de vida para aquella jornada: Son hijos de la democracia.
Sin embargo, 1973 y 1988 son hechos que siguen muy presentes en nuestra cotidianeidad. En los partidos políticos, en la forma en que se organiza el Estado, en los fantasmas y traumas y en las lecciones que no parecen del todo asumidas.
El año 1973 todo el país fracasó y buena parte del mismo hizo un esfuerzo 15 años después para recuperar la tradición democrática. Cuando se pierden las libertades es cuando calibramos la profundidad y magnitud de lo que está en juego.