Chile en La Haya
"La demanda boliviana también debe ser vista como una gran oportunidad de evaluar las relaciones comerciales".
Pocas veces tenemos la oportunidad de decir con fuerza lo orgullosos que nos sentimos de ser chilenos, estas festividades que ya comenzamos a celebrar son una de esas oportunidades en que lo manifestamos con terremoto y empanada en mano, sin vergüenza y con el patriotismo a flor de piel.
Pero además de las Fiestas Patrias, se viene una fecha importante para nuestro país, del que poco o nada nos hemos interiorizado como chilenos y menos como antofagastinos -quienes somos finalmente los protagonistas de esta historia-. La demanda boliviana ante la Haya, que exige negociar una salida soberana al mar, cumplirá un nuevo hito el próximo 1 de octubre, cuando el Tribunal Internacional entregue un veredicto, después de meses de ocurridos los alegados en la causa.
El fervor por los cinco días de celebración que tendremos este Dieciocho, queremos verlo reflejado también en esta importante fecha, porque en definitiva lo que ocurra en ese tribunal tiene relación con nuestro territorio, con Antofagasta y las comunas aledañas, con nuestro Chile. No podemos quedarnos en la indiferencia frente al tema, al contrario, tenemos que estar presentes, activos y atentos a lo que suceda en la Corte Internacional, pero además entender que la decisión que allí se tome sólo nos "obliga a dialogar", en ningún caso a ceder un milímetro de territorio, menos de nuestro mar.
Debemos unirnos y encargarnos de preservar intacta la historia de nuestro país, de nuestro norte, de defender la memoria y el legado de grandes héroes que protegieron y dieron forma al Chile que hoy conocemos. Y eso debemos demostrarlo no sólo en este escenario frente a La Haya, sino en situaciones tan cotidianas como es el libre tránsito de cargas bolivianas por nuestro territorio, las que por largos años no cumplieron ningún tipo de medidas que mitigaran la contaminación producida.
Por eso es que esta demanda boliviana también debe ser vista como una gran oportunidad de evaluar las relaciones comerciales y medio ambientales que mantenemos con nuestro país hermano. No es menor que nuestros puertos de Arica, Iquique, Mejillones y Antofagasta sean utilizados por más de 7 mil empresas bolivianas y en nuestra comuna sea empleado para el traslado y almacenamiento de zinc y plomo principalmente, lo que comprueba el cumplimiento del Tratado de 1904 y también el riesgo de contaminación que estas cargas han generado históricamente en nuestra zona.
Sea cual sea el resultado que conoceremos el próximo 1 de octubre, Chile debe ser uno solo en la búsqueda de resguardar nuestra soberanía, pero además en exigir al país vecino el respeto por el territorio por el que miles de empresas bolivianas transitan libremente.
Karen Rojo Venegas
Alcaldesa de Antofagasta