Redacción
Muy pocos lo recordaron, pero durante las temporadas de 1989, 1992 y 1993, el tenista antofagastino de ahora 50 años, Sergio "Checho" Cortés, fue la mejor raqueta nacional y número de Chile. Su inigualable slice y garra dentro de la cancha, le permitieron en su momento derrotar y derribar a gigantes de la disciplina, como el sueco Magnus Larsson, quien llegó a estar 10 del mundo.
El "rey del slice", como fue apodado en su momento, alcanzó a posicionarse número 114 del orbe y fue habitual en las convocatorias para disputar la Copa Davis. A lo largo de sus 13 años como profesional disputó torneos como el US Open, Roland Garros e Indian Wells.
Actualmente el ganador de cuatro challengers (single y dobles) y finalista en otras seis oportunidades, reside en la Región Metropolitana, aún ligado al tenis, aunque un tanto alejado de la alta competencia.
Inicios
¿Cómo comenzó en el tenis?
-Mi carrera como tenista la empecé en el AutoClub de Antofagasta, ya que mi papá trabajaba en esta institución, entonces para mi era más accesible practicar esta disciplina, porque tenía todas las canchas a disposición. Lentamente me empezó a encantar esto y jugaba mucho. Luego se me dio una beca deportiva para irme a Santiago.
Desde muy chico me fui de Antofagasta a Santiago para jugar al tenis. Toda mi vida en verdad he estado ligado a esta disciplina, cuando me retiré empecé a trabajar con algunos jugadores como Fernando González, Paul Capdeville, Bastián Malla, entre otros.
¿En estos momentos a qué se dedica?
-Llevo cerca de 10 años en el campo deportivo del Colegio Médico de La Dehesa (Santiago), donde mi rutina es dar clases particulares y en ocasiones a centros de entrenamientos dirigidos a adultos y niños. Hoy no estoy tan ligado a la alta competencia, ya que me desgasté, te consume mucho tiempo. Esto quiere decir ir a entrenamientos, observar campeonatos, a veces en doble jornada.
Además me encargo de organizar torneos, pero ya de carácter más para empresas, como por ejemplo el interclínica e interbancario. También realizo un campeonato denominado "Proam", evento en el participan tenistas profesionales y amateur.
Me imagino que aún se siente ligado a Antofagasta, la ciudad que lo vio crecer...
-Hace años que no voy a Antofagasta. De verdad que me encantaría volver para poder ayudar a chicos o formar una academia, la idea es ver y analizar el nivel del tenis antofagastino. No hay dudas que hay que ver si existe la posibilidad de llevar a cabo un proyecto de estas características, evaluar si hay un recinto disponible para invertir y crear canchas de tenis nuevas.
Balance
¿Cuál es el balance que puede hacer de su carrera?
-Uno nunca está satisfecho con lo que uno hace o hizo. Creo que a todos los antiguos jugadores nos costó más que a los de ahora, por todas las condiciones y posibilidad que hoy existen.
Años atrás era más difícil conseguir contratos. Si no me equivoco, de la época de Marcelo Ríos se empezó a tener más auspicios por las distintas empresas y eso fue por el tema mediático, más partidos transmitidos por la televisión.
Siento que por ahí me faltó más apoyo comercial, para poder haber estado más luego en las "grandes ligas". Definiría mi carrera como de mucho esfuerzo y dedicación. Siento que estos son elementos fundamentales para triunfar.
¿En algún momento le gustaría llegar a ser capitán del equipo de Copa Davis?
-Yo creo que en general, todos los tenistas soñamos con jugar Copa Davis y liderar después al equipo como capitán. Siempre he estado en situaciones en donde me han dicho que existe la posibilidad o esperanza de asumir un cargo de esas características, y la verdad siempre he estado disponible. Obviamente que si en algún instante se diera el caso y la oportunidad de asumir, sería interesante.
TENIS nacional
¿Qué opina del actual momento del tenis nacional?
-Generalmente, y si se ven las estadísticas históricas del tenis chileno, siempre salen buenos jugadores, pero siempre queda un vacío, por lo menos de un par de años.
La última generación fue la Fernando González y Nicolás Massú, además de Paul Capdeville, quien por ahí fue importante, pese a que no rindió como lo demás, pero estaba dentro de los 100 mejores del mundo.
Hoy tenemos la esperanza en Nicolás Jarry, principalmente para que pueda liderar esta camada de nuevos tenistas, para que así Chile vuelva al sitial que siempre ha tenido.
Tengo entendido que en estos momentos tiene comunicación con el tenista antofagastino Bastián Malla.
-Lo estoy asesorando, más que nada para que tome buenas decisiones. Creo que Bastián es un jugador que tiene mucha fuerza y ganas. Lo que tenemos que hacer con él es que trate de madurar lo antes posible y que en general al tenis chileno le cuesta en esta parte.
En mi opinión creo que la madurez del tenista es sobre los 22 y 23 años hacía arriba. Actualmente Bastián tiene 21 años y la idea es que surja. Él es un cabro que tiene el tenis para poder estar participando competitivamente y a alto nivel.
¿Qué piensa de los cambios que se le realizaron a la Copa Davis?
-Para mí y con los cambios que se le realizaron al torneo, va a perder la mística. Siento que transformar algo que tenía una tradición, es un error.
Estamos claro que este nuevo formato es un plus para el deportista, porque va a jugar menos y va a tener menos desgaste, pero varias generaciones jugaron de esa misma forma, estábamos acostumbrados.
"Definiría mi carrera como de mucho esfuerzo y dedicación. Siento que estos son elementos fundamentales para triunfar"."
"