Litio: Historia que nos lleva al desarrollo
REGIÓN. Guillermo Chong Díaz (UCN) y Teófilo Graber Seguel (UA), presentan una visión histórica sobre las primeras exploraciones y trabajos científicos en torno a este mineral.
La historia relacionada con el descubrimiento de yacimientos de litio en Chile se remonta a fines de los años 60, según lo rememora el geólogo y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Dr. Guillermo Chong Díaz, uno de los pioneros en el hallazgo de este recurso en el territorio nacional.
Según recuerda el investigador, antes de esa década no se conocían yacimientos de este elemento en el país o en las naciones vecinas. Fue a fines de ese decenio cuando una empresa estadounidense, que por entonces estaba dedicada a la explotación de cobre en Chuquicamata, pidió una gran cantidad de propiedades mineras en lo que hoy es la Región de Antofagasta, las que incluían la zona del Salar de Atacama.
Lo anterior hizo que el gobierno pusiera atención y quisiera estudiar el lugar y averiguar qué era lo que generaba el interés de la transnacional en ese territorio. Para ello, en 1969 encomendó a Corfo, a través de un grupo de especialistas del entonces Instituto de Investigaciones Geológicas (antecesor del actual Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin), para que iniciara la exploración en la zona. El equipo de geólogos fue liderado por Aldo Moraga Brito, e incluyó a los expertos María Angélica Fortt, Hugo Henríquez Amaro y Guillermo Chong Díaz, quienes realizaron la tarea.
"Trabajamos en el salar varios meses, y desde las primeras exploraciones ya estábamos conscientes que se trataba de un yacimiento de litio en salmuera", explica el Dr. Chong, ganador de la Medalla al Mérito Juan Brüggen, distinción equivalente al Premio Nacional de Geología, quien agrega que todos los resultados obtenidos en el lugar fueron entregados al gobierno en un informe privado, y a partir de ese momento Corfo pasó a ser dueña del yacimiento.
"Se descubrió que este era uno de los más ricos del mundo en su tipo", explica el académico del Departamento de Ciencias Geológicas de la UCN, quien añade que con posterioridad, a comienzos de los años 70, se formó el Comité de Sales Mixtas de Corfo, entidad que comenzó a preocuparse de los potenciales procesos de explotación. Junto con eso, comenzaron a aparecer compañías, interesadas en iniciar la explotación del litio.
Apoyo a la Empresa
Las primeras investigaciones aplicadas realizadas en torno al litio y otros minerales industriales del desierto de Atacama, se realizaron en la Universidad de Antofagasta al término de la década del 70, cuando la actual Facultad de Ingeniería de dicha casa de estudios era la Sede Antofagasta de la Universidad Técnica del Estado (UTE).
Así lo recuerda el académico e investigador del Departamento de Química y Procesos de Minerales de la UA, Dr. Teófilo Graber Seguel, quien cuenta que "la empresa Minera Salar de Atacama (Minsal), puso a cargo del ingeniero Felipe Vergara la realización de una serie de pilotajes para obtener carbonato de litio, sulfato y cloruro de potasio y ácido bórico, a partir de salmueras del salar de Atacama. Esas plantas pilotos se instalaron en nuestra Universidad, y algunos de los profesores y alumnos participamos en parte de los ensayos que se hacían a escala".
Entre las pruebas que realizaban, el doctor Graber destaca que se debía determinar el equilibrio de fases y caracterización de las salmueras y productos, así como procesos de cristalización y eliminación de impurezas. "Con el tiempo, esa empresa pasó a ser parte de SQM, así que volvimos a realizar estudios de caracterización y cristalización de las salmueras, pues había cambiado su composición", afirma.
"Siempre hemos estado ligado a las empresas regionales en este ámbito, ya sea con SQM o Albemarle, incluso alumnos de nuestros posgrados han tenido la posibilidad de realizar pasantías y parte de sus tesis en sus instalaciones. Hoy, con el desarrollo que tenemos mediante el Centro de Investigación Avanzada del Litio y Minerales Industriales (Celimin) y el Centro de Desarrollo Energético Antofagasta (CDEA), especialmente en cuanto al estudio y mejoramiento de procesos, a la investigación de frontera en baterías y almacenamiento de energía solar, estamos fortaleciendo las bases para una fructífera cooperación entre Universidad y empresas, en investigación y desarrollo de nuestras riquezas regionales", concluye el doctor Graber.
Estas son dos visiones que dan cuenta del inicio de una aventura, la cual hoy casi 40 años después, se encuentra en un vértice de la historia, donde el litio, la energía solar y otros minerales pueden ser el motor que impulse a la región para convertirse en un polo del avance científico y tecnológico, entregando la ansiada sostenibilidad basada en la aplicación del conocimiento.
"Trabajamos en el salar varios meses, y desde las primeras exploraciones ya estábamos conscientes que se trataba de un yacimiento de litio en salmuera".
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"Estamos fortaleciendo las bases para una fructífera cooperación entre Universidad y empresas, en investigación y desarrollo".
Teófilo Graber"