Batallemos juntos contra el cáncer
"A Quintero llegaron dos ministros con la emergencia por contaminación... a nuestra ciudad no ha llegado ninguno".
El día jueves, como municipalidad de Antofagasta y Corporación Municipal dimos un gran paso acompañado de las voluntades de distintos actores de la sociedad civil, al conformar la Mesa del Cáncer.
Con la presencia del doctor Bruno Nervi, oncólogo, Presidente del Comité Asesor del Ministerio de Salud y de la Fundación Chile Sin Cáncer y del presidente del Centro Oncológico del Norte, doctor Ricardo Baeza, fuimos capaces de concertarnos en torno a esta grave problemática que nos afecta como país y especialmente como región, dado los altos índices de contaminación que nos ha afectado a lo largo de los años.
El diagnóstico es lapidario en un país que poco ha hecho para disminuir las cifras de mortalidad a causa de esta enfermedad, aun cuando las cifras son decidoras: el cáncer es la primera causa de muerte en al menos cinco regiones de Chile, entre ellas la Región de Antofagasta, y más preocupante aún, el cáncer de pulmón y vejiga, los de mayor prevalencia en esta zona, no están cubierta por el GES.
Concuerdo plenamente en la exposición que realizó el doctor Bruno Nervi durante la realización de esta mesa, el Estado tiene una deuda histórica con Antofagasta, ligado a la grotesca exposición al arsénico durante dos décadas, los alta contaminación por acopio de plomo en los patios del ferrocarril y actualmente a la exposición a metales pesados producto de la actividad minero-industrial.
Si bien esta no es la primera columna que escribo al respecto, me cuesta creer que todavía se mantenga esta "peligrosa pasividad" frente a un tema que es gravísimo y que de acuerdo a las cifras de la propia Fundación Chile Sin Cáncer, cobra la vida de tres personas cada una hora.
Basta de mirarnos las caras, es hora de enfrentar esta problemática de raíz apuntando en dos direcciones, invertir en capital humano, infraestructura e investigación para el tratamiento del cáncer en especial en esta región y por otra, reducir los niveles de contaminación de manera seria y no ajustando criterios para cumplir de forma administrativa, sino que efectivamente cumpla con la comunidad -que por lo demás debe ser su principal compromiso-, pero también apelo a una política de Estado que se haga cargo de esta problemática, que recoja las necesidades de los pacientes y sus familias.
Ya una vez lo dije públicamente, con ocasión de una de las tantas emanaciones de ácido sulfhídrico que afectó a los alumnos del Liceo Industrial, si esto ocurriera frente a La Moneda, tendríamos a todos los ministros buscando soluciones. Bueno, a Quintero llegaron dos ministros con la emergencia por contaminación y por supuesto que apoyamos la demanda de los vecinos, pero debo recordar que a nuestra ciudad y con tantos años arrastrando una contaminación histórica no ha llegado ninguno.
Karen Rojo Venegas
Alcaldesa de Antofagasta