Todas las mujeres en Gabriela
La flamante antología preparada por la escritora Lina Meruane de la obra de Mistral se centra en varios tipos de mujer: "La desvelada", "La humillada", "La dichosa", y otras tantas.
"En el sueño yo no tenía padre ni madre", escribió Gabriela Mistral en un poema publicado hace casi cien años. En otro poema, "Recado nocturno", no habla de un sueño, pero lo parece. Visita desde lejos una casa que ha abandonado, quizás la de sus padres. "Me cansé de que me quisieran y me odiaran con igual gesto", escribe. Ambos poemas están separados por años de distancia, pero en Las renegadas, la antología de Mistral que acaba de ser publicada por Lumen, van juntos. La decisión la tomó la escritora Lina Meruane, quien intentó en esta compilación renovar el canon de Mistral -el canon de "Dame la mano" o "Piececitos"- a través de una selección que, por un lado, reflejaba los amplios intereses de Mistral, y por otro, se centra en las mujeres que protagonizan sus poemas. Los títulos reflejan, en gran medida, esa amplitud: "La dichosa", "La presa", "La desvelada", "La humillada". Son todas las mujeres que habitaban en ella. Sus voces resultan, hoy, más oportunas que nunca. Lina Meruane habla en esta entrevista de su trabajo de selección para Las renegadas.
-¿Cómo fue su primer acercamiento a la obra de Mistral?
-El mío fue como el de muchos, la lectura escolar del poema Piececitos. Y creo que como muchos también, no me entusiasmé por ese poema. Mucho después lo he sabido valorar como un poema de crítica social. Pero el relato que circundaba a la Mistral estaba muy desvitalizado. Lo que me entusiasmó, unos años después, fue encontrarme con las "locas mujeres", del libro Lagar, gracias a la entrega casi clandestina de esos poemas por parte de la rectora de mi colegio.
-¿Cree que hay algo de su escritura que se emparenta con la obra de Gabriela Mistral?
-No me siento literariamente emparentada con esa obra tan potente, yo soy sobre todo novelista y encaro los desafíos de la escritura de un modo muy distinto. Pero hay ciertas preocupaciones en la Mistral que no me son ajenas, y que de otro modo, he pensado en mi obra.
-¿Cómo fue el proceso de selección de los poemas de Gabriela Mistral para esta compilación?
-Fue una lectura de inicio a fin, fui libro por libro y luego por los poemas póstumos para ver qué me decían esos poemas, para ver cuáles me convocaban; luego, con los temas más claros, hice una segunda lectura y una primera selección, y lo último fue acortar la sección y ordenarla, ya no por libros sino por asuntos centrales de la obra.
-¿Cuál fue el criterio para decidir qué poemas incluir y cuáles no?
-Si no hubiera tenido en mente los temas que se ven reflejados en el título de las dos partes del libro ("Extravíos íntimos" y "Errancias terrenales") hubiera sido más difícil, pero una vez tomada esa decisión pude elegir los que, ajustándose a los temas, eran, a mi juicio, los más potentes.
-Parece existir un interés importante en esta compilación sobre los poemas póstumos de Mistral. ¿Qué le atraía de ellos?
-Como yo reorganicé los poemas, en las últimas lecturas ya casi no recordaba el origen de cada uno de los 88 poemas; la excepción es Poema de Chile, que me parece, como poemario, mucho más compacto que los libros anteriores. En ese libro póstumo la voz que habla es la de una poeta muerta que retorna a Chile. Esos poemas los dejé todos en una misma sección final, porque se trata del regreso fantasmal y final del yo. Esa parte fue la más difícil, porque así como los otros poemas se desgajan fácilmente del conjunto, los poemas de Poema de Chile están muy conectados.
-¿Y de qué otra poeta chilena le gustaría hacer una compilación?
-Si no me hubieran pedido que seleccionara esta obra, me hubiera encantado hacerlo con la poesía de Elvira Hernández o de Carmen Berenguer. Ambas me parecen poetas fabulosas en una generación de extraordinarias poetas.
-La primera parte de Las renegadas parece estar centrada en las mujeres. ¿Cómo cree que Mistral observaba lo femenino?
-Desde el título de la selección intenté manifestar la pluralidad de voces femeninas en la obra de Mistral. Todas son en un sentido, mujeres que reniegan pero de maneras distintas. Hay hijas, madres, amantes. Hay mujeres trabajadoras, viudas, maestras, extranjeras y un largo etcétera. Cada una con su subjetividad. La Mistral se asoma entre esas mujeres.
-¿Cómo podemos acercarnos a la obra de Mistral en estos días?
-A mí me parece que la manera de acercarse a la Mistral, a cualquier autor, es a través de la lectura de su obra. No sólo de la poesía, sino también del ensayo, que es donde la Mistral revela sus ideas políticas, sociales, culturales, de manera más explícita. Me parece importante porque la Mistral es una predecesora, alguien que se enfrentó a asuntos -desde la educación hasta la pobreza y el racismo, la "cuestión latinoamericana", y la situación de las mujeres- que todavía tienen vigencia.
-En Vivir y escribir uno puede notar que Mistral estaba interesada en las discusiones públicas y en participar como intelectual, o al menos no era indiferente. ¿Cree que los poetas, o los intelectuales, deben participar en los debates que se dan actualmente en la arena pública?
-Lo que resulta interesante es que la Mistral toma el rol de intelectual pública en una época en que ese rol lo tenían, en exclusiva prácticamente, los escritores. Y la Mistral además hablaba y escribía desde lejos, con una mirada distanciada y validada además en otros espacios; eso le dio más potencia a su palabra. Y quedaron esos ensayos imprescindibles para dar cuenta de ese tiempo y de su mirada sobre él. La pregunta por si debía o no es interesante, seguramente a muchos les pareció que una mujer "no debía" y eso hace que su gesto tenga aun más potencia, más atrevimiento. Pero la Mistral habló de lo que sabía, y eso me parece también relevante. No hablaba de "cualquier cosa", no era una charlatana, una "opinóloga"; hablaba desde su saber.
-¿Cómo crees que ve la sociedad chilena a Gabriela Mistral hoy? ¿Ha cambiado con el tiempo?
-Sería especular decir cómo la sociedad mira a una poeta hoy. Se saben más cosas, sin duda, pero una sociedad tan diversa como la nuestra me imagino que pensará a la Mistral de muchas maneras. Yo misma propuse una lectura de la Mistral, la mía, y Mistrales, además, hay muchas.
la selección de poemas de "Las renegadas" fue tomada de distintos libros de mistral.
Las renegadas
Gabriela Mistral Lumen 200 págs.
$ 15 mil.
Por Cristóbal Carrasco