Irlanda: Papa pidió perdón por el fracaso ante abusos
VISITA. El primer ministro de ese país le solicitó ayer a Francisco que se haga "justicia" para las víctimas.
El Papa Francisco reconoció ayer su "vergüenza" y "sufrimiento" ante "el fracaso" de la Iglesia por no haber afrontado de forma adecuada "los crímenes innobles" del clero en Irlanda, durante su discurso ante las autoridades políticas y civiles de este país.
"El fracaso de las autoridades eclesiásticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros- al afrontar adecuadamente estos crímenes repugnantes ha suscitado justamente indignación y permanece como causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica. Yo mismo comparto estos sentimientos", declaró el Papa en una intervención muy esperada sobre ese tema.
"No puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y de educarlos", agregó el Pontífice, que se reunió durante una hora y media con ocho víctimas de abusos por parte del clero irlandésen la Nunciatura de Dublín.
El rol de benedicto
El Papa argentino se refirió a su predecesor Benedicto XVI, que en 2010 había escrito una carta a todos los católicos irlandeses. "Su intervención franca y decidida sirve todavía hoy de incentivo a los esfuerzos de las autoridades eclesiales para remediar los errores pasados y adoptar normas severas, para asegurarse de que no vuelvan a suceder", consideró el papa Francisco.
Pero como reseñó AP, Benedicto nunca reconoció el papel de El Vaticano en la promoción de una cultura de encubrimiento. Francisco no dio nuevos detalles de las medidas que podría tomar para sancionar a los obispos que no protegieron a sus rebaños.
El viaje
Francisco, que realiza este viaje oficial a Irlanda 39 años después de que lo hiciera Juan Pablo II, fue recibido por una sociedad irlandesa que se encuentra en un momento de plena secularización y cuyo primer ministro, Leo Varadkar, es homosexual.
Por este motivo, el Papa pidió a la población irlandesa que mantenga la fe. "Rezo para que Irlanda, mientras escucha la polifonía de la discusión político-social contemporánea, no olvide las vibrantes melodías del mensaje cristiano que han sustentado en el pasado y pueden seguir haciéndolo", aseguró.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, destacó ayer la contribución positiva de la Iglesia Católica en el desarrollo de este país desde su fundación hace casi un siglo, aunque recordó también que su lado "oscuro" dio pie al abuso de menores y mujeres por parte de algunos de sus miembros.
El líder democratacristiano efectuó esas declaraciones en el Castillo de Dublín, tras dar la bienvenida al Papa Francisco, al comienzo del viaje de dos días que efectúa a Irlanda para participar en el IX Encuentro Mundial de Familias.
Ese pasado "oscuro", dijo Varadkar, ha escrito una "historia de dolor y vergüenza", en la que la "caridad, la compasión y el perdón cristiano" han sido sustituidos, "demasiado a menudo", por la "severidad y crueldad, sobre todo hacia las mujeres, los menores y los marginados".
En su intervención ante miembros de su Gobierno, autoridades y representantes del cuerpo diplomático, de acuerdo a EFE, Varadkar pidió al Pontífice que use su influencia para "cerrar las heridas que aún están abiertas" y lograr que "las víctimas y supervivientes" reciban "justicia" y conozcan "la verdad".
Varadkar también hizo una sentida autocrítica y lamentó que, al igual que la Iglesia, "el Estado y la sociedad en general fracasaron" a la hora de acabar con un sistema de abusos sistemático que sobrevivió en Irlanda durante años debido a que las autoridades, en muchas ocasiones, protegieron a los responsables y ocultaron las denuncias.
Protestas en la calle
Varios grupos de víctimas de los abusos cometidos por el clero en Irlanda organizaron ayer protestas en Dublín.
Uno de esos actos transcurrió frente al Castillo de Dublín.
La protesta fue organizada por la irlandesa Margaret McGuckin, sobreviviente de los abusos cometidos por religiosas en el internado Casa de Nazaret e impulsora de uno de los órganos estatales de investigación de casos históricos de abusos. "El Papa tiene que dar la cara y hacer algo por las víctimas. Necesitamos que se concedan compensaciones", declaró McGuckin.