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A los concejales

"La concejala Doris Navarro, como el concejal Luis Aguilera, han sido consistentes en el tiempo, en la ingrata labor fiscalizadora".
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Vivimos una etapa llena de incertidumbre, que duda cabe, una escena que llama a la audacia, la creatividad, el arrojo, la determinación, al liderazgo. La sensación que se están escribiendo nuevas páginas de la historia, se extiende y abarca diversas áreas de la vida social. Al frente asoman aquellas situaciones que aún duelen e impiden saltar de verdad al desarrollo, y en definitiva son el peso difícil de cargar, aquello que nos niega sistemáticamente el acceso a la calidad de vida.

Evidentemente, Antofagasta no está ajena al cuadro descrito, pues llevamos demasiados años parados permanentemente en la plataforma de despegue, y la verdad es que no logramos percibir que se haya realizado el lanzamiento. Hay una sombra que nos amenaza con transformarnos en la ciudad de la eterna promesa, ese espejismo de progreso y calidad de vida al que nunca llegamos.

Resulta casi una obviedad entonces, que algunas autoridades intenten romper la inercia, y dentro del amplio abanico de proposiciones haya surgido la posibilidad de cambiar el principal liderazgo de la ciudad, como una solución. Ya suenan en los medios y en las redes sociales quienes se autodesignaron sucesores de la alcaldesa, pues dan por descontada una eventual destitución producto de los numerosos líos judiciales que protagoniza el municipio, y con una increíble fe en sí mismos predican sus propias bondades.

Desde la vereda de quienes somos antofagastinos y antofagastinas, nos asiste el derecho a exigirles una sola cosa, señores concejales y señora concejala, lo que vayan a hacer, háganlo de una vez. Antofagasta no se merece que transformen esto en un show mediático, en una teleserie ridícula o en una fría operación política.

Nuestra ciudad no puede tener un liderazgo debilitado o cuestionado, el cálculo político se nota mucho, los hechos que fueron denunciados e investigados y de los cuales el Concejo Municipal tiene conocimiento hace demasiado tiempo evidencian los cálculos políticos de algunos, y hacen inverosímil la preocupación por la ciudad que algunos enarbolan.

Tanto la concejala Doris Navarro, como el concejal Luis Aguilera, han sido consistentes en el tiempo, en la ingrata labor fiscalizadora, de ellos sabemos claramente que esperar. Hay otros que esperan luz verde de sus partidos y aliados políticos, que convenientemente acaban de descubrir la gravedad de los hechos, esperemos que piensen en el bien de la ciudad y de una vez por todas tomen una decisión, en un sentido o en otro, pues Antofagasta no puede tener un liderazgo respecto del cual solo hay incertidumbre.

Sinceramente esperamos que actúen inspirados por amor a la ciudad.

Jaime Araya Guerrero

Abogado

El urgente llamado de la comunidad

"El diagnóstico que hace Barómetro Regional, deja entrever que lo que se necesita es el trabajo colaborativo".
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La última encuesta Barómetro Regional 2018 que elaboró por tercer año consecutivo el Instituto de Políticas Públicas y Mori Chile, nos acaba de entregar un diagnóstico certero de lo que la comunidad quiere y percibe de Antofagasta en aspectos tan relevantes como el ámbito político, económico y social.

En datos simples arrojados en esta encuesta, las personas reconocen en la figura de los alcaldes, el mayor liderazgo a nivel regional, posicionándonos por sobre los parlamentarios, quienes en estricto rigor son los llamados a representarnos a nivel nacional. Esto demuestra el vacío de poder regionalista que hoy existe en esta zona, lo que conlleva al debilitamiento de nuestra voz, porque no puede ser que hoy, la defensa de nuestra gente sea la bandera de lucha sólo de la máxima autoridad comunal.

Esta radiografía de nuestro estado actual, refleja un importante vacío de representatividad regional que por cierto afecta a lo que queremos construir en nuestra Región, una Antofagasta robusta, orgullosa, con una buena calidad de vida para todos sus habitantes.

El diagnóstico que hace Barómetro Regional, deja entrever que lo que se necesita de manera urgente es el trabajo colaborativo, que no sea de la boca para afuera, sino una unión real, basado en las necesidades de nuestra gente, de lo que ellos esperan de sus autoridades, porque hoy no es tiempo de campañas políticas, muy por el contrario es momento de trabajar por nuestra ciudad y región.

Pero también refleja lo que la comunidad espera de las instituciones que aquí funcionan (o no), y de la contribución de la minería al desarrollo de la ciudad, reafirmando que existe un descontento en la población con el rubro minero, al disminuir su satisfacción en un 6% en relación al 2017.

Ese llamado de atención tiene que tener cabida en las empresas mineras para que analicen si por lo menos, sus programas de responsabilidad social responden a lo que siempre debió ser una prioridad: erradicar los impactos negativos en las comunidades en las que están insertar y resguardar la integridad de todos sus integrantes y su entorno y para que entiendan que no es majadería cuando alzamos la voz y exigimos medidas concretas para mitigar el daño histórico provocado en nuestras comunas.

Nos queda mucho por hacer, debemos escuchar los intereses de la comunidad y no recibir instrucciones centralistas de lo que es mejor para Antofagasta. Por eso es necesario avanzar de la mano y dar pasos de descentralización y más regionalistas que nunca, para que nuestros vecinos sientan que todos luchan y no sólo algunos, por nuestra región.

Karen Rojo Venegas

Alcaldesa de Antofagasta

Gabriela Mistral, una mujer mayúscula

Lucila Godoy se encuentra entre otras enormes mujeres como Marie Curie, Rosa Parks, Emmeline Pankhurst, Simone de Beauvoir y Amelia Earhart, entre otras. En el primer lugar se ubicó la científica Marie Curie, física y química, a quien le sigue Rosa Parks, la mujer afroamericana que desafió la segregación racial en EE.UU. tras no dar su asiento en un bus a una persona blanca.
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Pocos saben que Lucila Godoy Alcayaga utilizó por primera vez su seudónimo en las páginas de El Mercurio de Antofagasta. Gabriela Mistraly (así, con 'y' al final) en el texto "El Rival", publicado el 1 de octubre de 1911.

La figura de la Mistral es enorme, afortunadamente reconocida en vida y primero en el extranjero, antes que en Chile. Su calado va más allá que los poemas infantiles, hablamos de una intelectual superior, notable en la conversación, mejor en la escritura.

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, arribó a nuestra ciudad, el mediodía del miércoles 11 de enero de 1911, con apenas 22 años a cuestas. Godoy desembarcó en las costas de Antofagasta, a bordo del Panamá, un vapor que transitaba desde Valparaíso a Guayaquil. Exhausta después de realizar un largo periplo desde el puerto de Valparaíso, pero consciente que su misión es forjar y estimular el aprendizaje de las niñas de la ciudad.

Su paso no fue en vano, más allá del seudónimo obtenido de sus poetas predilectos, el italiano Gabriele D´Annnucio y el galo Frédéric Mistral. Aquí cuajó su pasión por la docencia y la escritura, lejos de su tierra natal.

Esta semana fue conocido que la Mistral fue reconocida como una de las 100 mujeres que cambiaron el mundo, en un ranking que realizó la BBC. Quedó en el puesto número 50 tras ser votada por el público de una lista que fue preparada por expertos en diez diferentes campos.

La revista BBC History la calificó como "una poeta chilena y diplomática cuyo trabajo a menudo exploró la moralidad y la maternidad. Se le entregó el premio Nobel de literatura en 1945, convirtiéndose en la primera autora latinoamericana en recibir el honor".

Casi para la anécdota se certificó que en el primer lugar quedó la científica Marie Curie, que realizó los primeros estudios sobre la radiactividad y la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades. A Curie le sigue Rosa Parks, la mujer afroamericana que desafió la segregación racial en EE.UU., lo que dio paso al movimiento de derechos civiles que en 1960.

Para nosotros queda el orgullo de Gabriela Mistral.