La VIII Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dio cuenta que el gasto promedio mensual de las familias se elevó en 19,2% entre los años 2012 y 2017, es decir, pasó en cinco años desde $940.964 hasta $1.121.925.
El número es sencillamente impresionante y da cuenta del enorme éxito económico que el país ha registrado durante los últimos 40 años y a partir de lo cual pueden entenderse de mejor forma las transformaciones sociales sufridas por nuestra Nación.
En detalle, en cuanto a ingresos de los hogares, la medición muestra un crecimiento real del 16,4%, pasando de $1.025.313 a $1.193.456 en promedio. Esto significa que el gasto creció 2,8 puntos porcentuales más que el ingreso. Asimismo, los ingresos de los hogares del país provienen mayoritariamente del trabajo (85%). Este se descompone en un 64,2% por sueldos y salarios; 13% por trabajo independiente o cuenta propia y 6,8% jubilaciones y pensiones.
La cifra se empina por sobre los 22 mil dólares anuales para las familias chilenas.
Es cierto, aún son cifras bajas, no podemos calificarnos de país desarrollado, pero sí debemos ser conscientes que por más de una generación, el ingreso de los chilenos ha crecido. Eso no es menor, es demasiado relevante y para tener mejor conciencia de lo que era el país hasta los años 70 y 80, solo basta revisar la literatura. El país apenas llegaba a los 3 mil dólares per cápita y enfrentaba problemas severos como la desnutrición, falta de viviendas, pobreza, entre otros.
En el tiempo, se ha construido una gran clase media y eso es tremendamente positivo. Contar con un segmento amplio en ese margen da cuenta de que Chile ha hecho muchas más cosas positivas. Pero también explicita que el Estado debe acompañar el desarrollo de las familias. Estas sienten y perciben que sus logros son frágiles, por tanto pueden extraviarse todos sus avances por la pérdida de un empleo, una enfermedad, o alguna otra catástrofe impensada.
Debemos repetirlo: Los ingresos son todavía insuficientes, pero mejorarán en la medida que se crea más y mejor empleo y las personas se capacitan para ello. En esto no hay ninguna solución mágica.