Jonathan Villella Coyán
La conformación de vicerrectorias encargadas de recibir denuncias de los alumnos respecto a distintas temáticas como acoso sexual, malos tratos o abuso de poder por parte de funcionarios y académicos (como una forma de proteger y salvaguardar la integridad de los estudiantes), además de la promoción de una educación no sexista, con enfoque de género; y la instalación de un debate público, fueron algunos de los logros que dejó el movimiento feminista dentro de las universidades.
Pero ahora, tras poco más de dos meses de movilizaciones, paros y tomas, las diferentes casas de estudios deberán realizar modificaciones dentro de su programa estudiantil, siendo la prolongación de las clases, las cuales se extenderán hasta febrero, una de las consecuencias.
"El impacto más importante para nosotros, tiene que ver más con el índole académico, más que económico. Ya que tenemos que hacer ajustes en nuestra programación inicial, por lo que las investigaciones y proyectos que se hacen en esta fecha deberán ser reprogramados a fin de poder cumplir con la labor docente que tendremos que desarrollar en estos meses y que no estaba contemplada en un comienzo", precisó el director de Desarrollo Estudiantil de la UA, Alexis Mamani.
Becas y créditos
Mamani comentó además que una de las mayores preocupaciones en torno al universo de estudiantes que recibe algún tipo de beneficio, beca o gratuidad (que en la UA es cerca del 34%), pasa por los plazos que el Ministerio de Educación da para este tipo de trámites, los cuales deben realizarse sí o sí cuando el semestre termina, con los cursos cerrados; realidad que con esta nueva recalendarización de clases, no podría realizarse.
"El otro punto que nos complica un poco, pasa por los plazos ministeriales para la renovación de beneficios, becas y también la gratuidad, ya que es en octubre/noviembre, cuando tenemos que informar sobre los renovantes de beneficios y gratuidad; y es ahí, al no tener todavía los promedios cerrados, donde se complica la renovación de becas y créditos para esos estudiantes, ya que los plazos de las plataformas ministeriales no cambian", precisó.
Consultado por la deserción escolar durante el tiempo de movilización, Mamani manifestó que el número (unos 40 casos aproximadamente), estaban dentro del promedio anual de deserción estudiantil, y que el fenómeno no necesariamente responde a la movilización, sino más bien "a que muchos estudiantes se dan cuenta, cuando ya iniciaron la carrera, que no querían estudiar eso".
Ucn
En tanto, desde el Departamento de Comunicaciones de la Universidad Católica del Norte, manifestaron que si bien la extensión de clases por los meses estivales es una realidad, aun los plazos oficiales no están, por lo que todavía no hay una fecha límite para cerrar el semestre. No obstante, febrero sería el mes tentativo para dar por terminada la recalendarización de clases.
casos de deserción estudiantil, aproximadamente, fue los que tuvo la UA durante el movimiento feminista. 40
de enero culminaría el proceso de recuperación de clases por parte de las casas de enseñanza superior. 31