Matías Jullian Velásquez /Efe
El Gobierno del Presidente francés, Emmanuel Macron, afronta hoy sendas mociones de censura presentadas por la centroderecha y la izquierda en la Asamblea Nacional como consecuencia de su gestión del "caso Benalla", que ha provocado la mayor crisis política de su Presidencia.
Las mociones, eso sí, tienen remotas posibilidades de prosperar, ya que necesitan la aprobación de 289 de los 577 diputados y el partido de Macron, La República en Marcha, dispone de una amplia mayoría en la Cámara Baja.
"caso benalla"
Su debate y votación, no obstante, obligará al Ejecutivo a dar nuevas explicaciones sobre el escándalo desatado después de que "Le Monde" desvelara, el pasado 18 de julio, que un ex jefe de seguridad de Macron, Alexandre Benalla, golpeó a manifestantes haciéndose pasar por policía durante las protestas del 1 de mayo.
El caso ha suscitado el lanzamiento de una investigación judicial, otra administrativa en el seno de la policía y otra parlamentaria, en la que ayer comparecieron, entre otros, Stéphane Fratacci, director de gabinete del ministro del Interior, Gérard Collomb.
Para Macron y su entorno, los desmanes de su antiguo hombre de confianza fueron un "hecho individual" que debe tratarse como tal, mientras que la oposición insiste en considerarlo un "asunto de Estado" ante los supuestos esfuerzos del Palacio del Elíseo por ocultarlo.
Mociones "simbólicas"
El partido conservador Los Republicanos, que con 103 diputados es la principal fuerza opositora, justifica su moción de censura con que el Ejecutivo "ha fracasado" en la gestión de esta crisis. En la misma línea e igualmente con escasas posibilidades de salir adelante, dados sus 63 escaños, fue lanzada la de los tres grupos parlamentarios de la izquierda francesa: los socialistas, la izquierda alternativa y los comunistas.
El primer secretario de los socialistas, Olivier Faure, destacó ayer que su partido no apoyará la moción de los conservadores para no dar la sensación de que intentan reemplazar al Ejecutivo con una mayoría alternativa conjunta.
"Habrá una moción de izquierdas y una de derechas. Me felicito de que sepamos hacer frente común cuando lo esencial está en juego, pero esto no debe interpretarse como una voluntad de gobernar juntos", recalcó en su cuenta de Twitter.
En la historia de la V República francesa, instaurada en 1958, solo ha sido aprobada una moción, la promovida por los socialistas, el Movimiento Republicano Popular (MRP) y los independientes el 5 de octubre de 1962. En aquel entonces se protestó por la decisión del general Charles de Gaulle de revisar la Constitución para instaurar la elección del Presidente de la República por sufragio universal directo. 280 de los 480 diputados la adoptaron y el Primer Ministro, Georges Pompidou, presentó la dimisión de su Ejecutivo.
Faure admitió ayer que las mociones lanzadas en esta ocasión son ante todo simbólicas: "No tendremos los votos, no hay suspenso, pero es una advertencia que unos y otros queremos dar", concluyó.
Impacto real y popularidad en caída
El "caso Benalla" ha minado la popularidad de Emmanuel Macron. El Instituto Francés de Opinión Pública (Ifop) publicó el domingo los resultados de los dos sondeos que realizó en julio. En el primero, Macron registró un 39% de apoyo, lo que implica una caída de sólo un punto en comparación con junio (40%). Mientras que en la segunda encuesta, realizada entre el 25 y 27 de julio, el respaldo al Mandatario cayó a 37%, su mínimo histórico. Según el director general adjunto de Ifop, Fréderic Dabi, "no se trata de un desplome, pero es un retroceso. El impacto del caso es real".
de julio. El diario "Le Monde" reveló en esa fecha que Alexandre Benalla golpeó a manifestantes. 18