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Ver más allá de lo evidente

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Diputado de la República

Muchos de mi generación crecimos viendo, en la década de los 80's, la serie documental Cosmos, la cual nos hizo ver el cielo con otra perspectiva, en la lógica de que el Cosmos (Universo) es todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será, ya que, contemplarlo nos emociona, hace que haya un temblor en nuestro interior y que nuestra voz se nos quiebre, como decía en la introducción Carl Sagan.

Esa sensación, la tenemos todos quienes vivimos en el Norte, específicamente en la región de Antofagasta, donde en algunos sectores nos resta que sólo llegue la noche para quedar iluminados por el manto de las estrellas y divisar el contorno de los planetas cercanos.

Pero esta situación, con el crecimiento de la población, construcción de carreteras -principalmente para la actividad minera- y por consiguiente, el uso sostenible de luz, pone dramáticamente en riesgo el trabajo de los observatorios y del estudio del universo, en razón a la denominada contaminación lumínica.

Esto puede resultar escandaloso para algunos, pero las proyecciones indican que para el año 2025 el 70% de la infraestructura astronómica del mundo se concentrará en la zona norte de nuestro país, principalmente en las regiones de Antofagasta y Coquimbo, con lo cual resulta imperante tomar consciencia del rol que tenemos como país.

Por ello, es importante que en la discusión que se de al interior del Congreso sobre las modificaciones al Sistema de Evaluación Ambiental, se puedan incorporar medidas que vayan en el camino de considerar en las evaluaciones de impacto ambiental de los proyecto, los efectos que traen aparejados las emisiones luminosas para el desarrollo de la astronomía y la protección del patrimonio cultural existente y considerar factores inclusivos con los actores del sector.

No podemos dejar de tener a la vista, que aproximadamente un 70% de los turistas extranjeros que visitan Chile, lo hacen motivados por la naturaleza de nuestro país y sus paisajes; con un creciente interés en el astroturismo, por lo que no considerar esta situación antes descrita, afectará de sobremanera la importancia turística que conlleva esto para la propia comunidad.

José Miguel Castro

ENTREVISTA. eduardo unda sanzana, director de la Unidad de Astronomía UA:

"La contaminación lumínica aumentó a un ritmo impresionante"

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Redacción

"La humanidad no tiene muchos buenos lugares para observar con claridad el Universo, y en Chile somos privilegiados al tener el mejor. Si nuestro cielo se estropea, se estropea para todos los seres humanos", advierte Eduardo Unda Sanzana.

El astrónomo, (Ph.D. in Astronomy, de la Universidad de Southampton) y director de la Unidad de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, confiesa su preocupación por un problema que se ha acelerado en los últimos años: El aumento de la luminosidad en los cielos, fenómeno provocado por las ciudades e industrias instaladas en la región.

El asunto es grave, en tanto los observatorios reducen su capacidad de investigación e incluso amenazan a potenciales desarrollos si el asunto no es corregido.

¿Por qué los observatorios están teniendo problemas con la contaminación lumínica? ¿Qué explica el fenómeno?

-Cuando decides instalar un observatorio de gran escala se hace imposible pensar en moverlo a otro lugar, de modo que todo es diseñado pensando en una operación a muchas décadas plazo (lo típico es al menos cinco décadas). La proyección futura de la contaminación lumínica es uno de los aspectos que se evalúan más cuidadosamente en un lugar candidato, pues ya hemos visto otros sitios del mundo arruinarse en menos de 50 años. El problema que tenemos hoy es que la predicción de esa tendencia parece haberse quedado corta. Al comparar mapas satelitales de contaminación lumínica de hace 10 años y los más actuales vemos que en menos de una década el problema aumentó a un ritmo impresionante, y a pesar de haber una norma para el control de emisiones lumínicas que protege a estos cielos.

¿Qué complicaciones enfrentan en concreto?

-Técnicamente podemos hablar de un "halo de luz" que rodea a cualquier fuente de contaminación, sea una ciudad o una empresa grande. Mirando desde Paranal, por ejemplo, ese halo aún se encuentra bajo los 20 grados de altura desde el horizonte, que es donde comienza el cielo útil para los estudios profesionales, pero lo que nos preocupa es la tendencia en el tiempo, ya que el halo evidentemente va subiendo de altura y lo está haciendo rápidamente. Si esa tendencia continúa así, lo que estamos haciendo es equivalente a decirle a cualquier nuevo proyecto astronómico que su "ojo hacia el cielo" se irá quedando cada vez más ciego. ¡Eso es una pésima señal que dar al mundo! Por otro lado nuestra región se enorgullece de tener algunos puntos certificados como "Starlight", lo que quiere decir que su calidad es excepcionalmente buena. Esos puntos están justo en el límite de las zonas ya contaminadas.

¿Son las ciudades el foco del problema?

-Las ciudades y las empresas mineras son los principales focos de contaminación, pero en principio cualquier gran proyecto que se instale en la Región de Antofagasta puede intensificar el problema, pues todo parte de un mal diseño de iluminación o de considerar que la normativa vigente es tan débil que, o bien no pasa nada o bien les aplican una multa que es insignificante. Pensemos en la minería del litio, pero también en los parques solares y eólicos. No importa lo que la faena esté haciendo sino simplemente cómo las construcciones estén iluminadas y qué tanto estén iluminadas.

Esperanza

Frente al punto, el académico enfatiza que es "imperativo fortalecer la legislación", toda vez que los marcos legales actuales no parecen tener ninguna posibilidad de control sobre la raíz del problema.

¿Hay riesgo para las futuras inversiones en materia astronómica que se evalúan para la zona?

-Definitivamente. Para irse a la segura hay muchos estudios previos a decidir instalar un observatorio profesional, los cuales pueden a su vez abarcar algunas décadas de mediciones de calidad de los cielos, estabilidad del terreno, etc. Si una vez que un observatorio empieza a operar las condiciones cambian, esto presenta un problema mayúsculo, pues la inversión ya está hecha, lo cual trae problemas a los observatorios que ya decidieron instalarse acá. Por otro lado, si pensamos en nuevas inversiones, por supuesto que también las estamos alejando. A cualquier emprendedor que quiere invertir unos pocos millones de pesos en una cafetería le toca hacer un análisis económico y concluir que su inversión estaría bien justificada por las condiciones del entorno; si ese análisis no es favorable, la inversión no se hace. Imagínate cuánto más meticuloso es el análisis de condiciones cuando estás a la cabeza de un proyecto de inversión de mil millones de dólares.

¿Qué debe hacerse para comenzar a corregir este asunto?

-Es importante educar, pues cualquier cambio parte de que haya presión ciudadana sobre los actores relevantes. Te confieso que es muy frustrante abordar este tema con personas adultas y encontrar de respuesta frases como: "¿Y qué hacen los observatorios por nosotros?", "¿quieren que tengamos la ciudad a oscuras?". Son todas nociones basadas en ideas erradas, como la de que controlar la contaminación lumínica significa apagar las luces. Son ideas que obviamente no están en la cabeza de quienes seriamente abordan este problema, pero es más fácil educar a los niños sobre conceptos correctos.

"Cuando usas blanco frío para iluminar calles y carreteras estás multiplicando por mucho la contaminación que habrías generado con el blanco cálido"."