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Arjona y Maluma se presentarán en el Estadio "Calvo y Bascuñan"

MÚSICA. Eventos se realizarán en septiembre y noviembre. El Municipio espera una gran afluencia de público.
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En los próximos meses, los cantautores Maluma y Ricardo Arjona, aterrizarán con todos sus éxitos en Antofagasta. Esto, luego que el municipio abriera el Estadio Regional "Calvo y Bascuñan" para realizar eventos masivos de carácter internacional.

El director de Negocios de T4F+Bizarro, Jaime Villalobos, informó que los espectáculos comienzan el próximo miércoles 26 de septiembre a las 21 horas con la presentanción del guatemalteco Ricardo Arjona. Mientras que el jueves 22 de noviembre a las 19 horas, se presentará el cantante colombiano Maluma en el recinto de avenida Angamos.

shows

"Ricardo Arjona presentará el show de despedida del tour Circo Soledad, uno de los más exitosos que ha tenido en su carrera con récord de venta en todo el continente y también en Europa, con una disposición de cancha con sillas y con una serie de actos acrobáticos y atmósfera circense que es la gracia de lo que el ofrece en su espectáculo.

En tanto, Maluma viene con un tour de estadios y la idea es recibirlo con mucho fervor".

La alcaldesa Karen Rojo, manifestó que "este recinto ha albergado numerosos festivales de una convocatoria importante, por eso es que nos vamos a atrever a apoyar a esta productora para que estos eventos sean exitosos. Mi llamado es a los vecinos no solo de Antofagasta sino de las regiones aledañas para que puedan venir a disfrutar de un evento de alto nivel. Lo mismo que se ve en un evento internacional lo vamos a tener aquí en nuestra comuna".

Para ambos shows se traerá un escenario desde Santiago de más de 26 metros de ancho. Las entradas ya están a la venta a través de Puntoticket, y pueden ser adquiridas también en Hites Antofagasta.

Juan Salva, la dignidad del artista

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Nos conocemos desde los tiempos universitarios, cuando la Universidad del Norte era una página en blanco manchada por los dolores de la dictadura, el arte empezaba a ser un campo sembrado de promesas entre rocas estériles. Juan Salva, Carlos Troncoso, Juan Lafuente, tantos compañeros surgimos de allí con el cuerpo torcido, duro y hábil para sobrevivir más allá de la vida que habíamos conocido.

Juan era el hombre valiente de las proezas, fue padre siendo muy joven, un padre orgulloso y feliz. Compañeros de armas y de artes, Juan Sava dio batalla enarbolando el compromiso con el absurdo, con el hombre, desde su territorio, tal como muchos de los destacados artistas de aquel tiempo.

Pero los grandes dan las batallas con brocha, muro y pincel, se convirtió en un sobreviviente, él, su arte y su plebe, tal como lo hacen los elegidos, sin vender jamás el culo ni el alma.

Pasó su vida pensando con el corazón, reflexionando paisaje y materia; cosa de titanes, de héroes silenciosos que saben que la ceguera es condición natural del hombre y del arte. Juan me lo dijo alguna vez. Como me dijo tantas cosas.

Observo desde el dolor más agudo, el dolor de la lejanía y pienso en la grandeza de su obra… pero ¿ de qué vale el respeto de los marginales? Seguir las quimeras, las utopías como señalética moral donde el camino siempre va a dar al abismo… cosa de locos dirán los necios, pues sí, locos estamos.

Juan, chungungo indomable que corcoveas la vida a tu manera de quirquincho. ,Quién más que tú se atreve a buscar la dignidad del hombre nortino a desvelando con trazos su colorido ancestral y permanecer deslumbrante a los ojos de los sabios? Pocos. Son aquellos que se sacuden el yugo judío-cristiano para ver de qué se viste el rey. Juan Salva lo reflexionaba, lo afirmaba y lo pintaba, lo hacia. La sutileza de este norte grandioso es solo para mentes brillantes. Juan Salva lo decía desde su silencio.

Los rostros de los habitantes de sus murales lloran ya mucho antes de su muerte, frente al mar , en el puerto. Lágrimas aglomeradas del mar. Lágrimas que bajan desde los cerros, entierradas y desbordan el mar. Todos los pinceles, cordilleras y rostros lloran tu partida, la indiferencia ante un paisaje del que ahora tú eres olvido.

Hugo León Morales

Artista plástico

Falleció músico Roberto Altamirano

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Este domingo falleció en Antofagasta, el destacado jazzista, saxofonista y docente de la Carrera de Música de la Universidad de Antofagasta, Roberto Altamirano. En su tarea de formador de grupos de jazz, destaca su papel como fundador en 2017 de la primera agrupación artística de jazz sólo con estudiantes de esa carrera de la Universidad de Antofagasta. Patricio Alegre, periodista, músico y amigo de Altamirano, lo recordo como un talentoso de diversos instrumentos. "Roberto siempre fue un músico sobresaliente. Un virtuoso. Además siempre destacó por su espíritu innovador, su alegría, entusiasmo y por ser un formador de talentos y un educador siempre dispuesto a entregar su sabiduría", recordó. Los restos de Roberto Altamirano serán velados en la Parroquia Madre de Dios en Avenida Angamos 0535 en Antofagasta.

Los taxis de la Pampa

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Las rutas del Norte Grande comenzaron a verse pobladas de carros allá por los años 40. Antes, era el tren el que campeaba en el territorio. Había más líneas que "huellas" y no alcanzaban a tener condiciones de "camino".

Hubo hombres que se empeñaron en vencer las distancias, compitiendo con el ferrocarril.

Encarando la "calamina" y tragando polvo como un pampino más. Cumplían encargos, llevaban encomiendas y pasajeros. Sus itinerarios eran respetuosamente cumplidos y la polvareda señalaba la llegada de los "folleques" a las salitreras.

Recordadas son las máquinas de la flota "El Mercurio", que cubrió el desierto en "góndolas" -con cabinas de madera- provistas de una parrilla, en la que iba el equipaje de los pasajeros. Una escala posterior permitía al ayudante encaramarse para estibar maletas y bultos. Y lo más destacado…. Los pasajeros eran dejados en sus casas, ya que no existían terminales. Era una gran diferencia: los viajeros de ayer eran personas y se les trataba como tal.

Hubo también camiones con una cabina de madera. Los llamaban "mixtos" y tenían dos "bancas" para pasajeros. Las puertas tenían un "picaporte" y eran cerradas por los propios pasajeros. Así fueron los inicios de la flota "Barrios" y hubo otros, como el de Troncoso, que cubría el viaje a Taltal, sorteando la fatídica cuesta de Paposo. Hubo uno que corría entre Calama y San Pedro de Atacama, que era un verdadero "colador de polvo".

De los autos, se pueden escribir páginas. Porque para carros tan pequeños, era una proeza cubrir las distancias a través de la pampa. Y una tremenda prueba para los conductores. El de Medín Puebla, con su chofer "Katarycos", griego corpulento, amo y señor de la ruta y bueno para sacar "pannes". Era color violeta y salía desde la calle "14 de febrero". Cuéllar, de calle Esmeralda, también recorrió el desierto. Salían de mañana, cubriendo distancias y resolviendo dificultades que aparecían en la "huella". Regresaban cubiertos de polvo, el auto y los pasajeros…

Andrés Sabella

Jaime Alvarado