Nuestro Pablo Neruda
Las gentes que viven del resplandor de la inteligencia, fieles al libro, han comenzado a celebrar los 75 años del nacimiento de Pablo Neruda, porque es una circunstancia enaltecedora en la historia de la Patria. Neruda vino a definir en plenitud la fuerza espiritual creadora del hombre chileno. Lo que fue testimonio augural en el Abate Molina y, luego, logró solidez en Gabriela, obtuvo la verdad unánime en Neruda: un ser de genio universal. Neruda es el genio del Pueblo Chileno entregado al disfrute de todos los pueblos de la tierra. De aquí arranca el orgullo de saberlo nuestro hermano, hijo de este suelo donde se confunden todos los dones de la Creación.
Neruda es el Chileno Universal, en cuyo canto gozan grandeza de verbo todos los hombres. Su historia podría reducirse a una sola palabra: Amor. Desde el íntimo, del hombre que es, por entraña y brío, fulgiendo en sus "20 poemas", al multitudinario, al del hombre público que descubre que es parte, ardiente y trémula, del racimo de la humanidad, aceptando vocearlo e interpretarlo.
Tal fue su hazaña: partir de su corazón enamorado al mundo y encontrar, entre los rostros del planeta, que había hombres que se le parecían, hombres que lo llamaban ¡Hermano!, que lo necesitaban para alcanzar el color exacto del Hombre. Neruda no rehusó su compromiso mayor y, dueño de su genio, tornó bandera sus sentidos y su conciencia: la bandera que millones de hombres alzan, cantando su esperanza de una tierra en permanente júbilo hacedor.
Estos 75 años del poeta son 75 lecciones de honor varonil que debemos meditar y aprender. Neruda no temió perder sus laureles, si era preciso, a condición de servir a quienes lo aclamaban, como su más pura compañía. No perdió los laureles y vino a ganar muchos más, porque se los entregaron los pueblos, agradeciéndole su poesía y su contenido de amor solidario. Así, Neruda, el chileno de Parral, devino en Neruda, el Chileno del Mundo.
NdeR. Neruda nació el 12 de julio de 1904.
Andrés Sabella, 09.07.1979