Casos de abuso sexual mermaron la confianza de feligreses en la Iglesia
CRISIS. Católicos reconocen que su fe sigue intacta, sin embargo, las denuncias de abuso sexual y casos de encubrimiento generaron un quiebre con la institución.
La visita del Papa Francisco en enero de esto año fue un evento paradójico para la Iglesia Católica en Chile. Era la segunda vez en la historia que un Pontífice caminaba por suelo nacional y sin embargo, unas desafortunadas declaraciones de Francisco en defensa del obispo Barros significaron un quiebre con la feligresía.
Esto se explica debido a que Juan Barros (exobispo de Osorno) era objeto de denuncias sobre encubrimiento de los casos de abuso sexual cometidos por el párroco Fernando Karadima.
El sacerdote de El Bosque fue expulsado de por vida de la iglesia, luego que el procedimiento canónico lo declarara culpable de abusos sexuales, hecho que desató una serie de denuncias contra otros sacerdotes en el país.
Después de la declaración "todo es calumnia" que el Pontífice hizo en enero, en abril éste reconoció cometer un error en la valoración de las denuncias contra Barros. La rectificación llegó tras los informes que encargó al obispo maltés Charles Scicluna (febrero 2018), con los que inició una serie de acciones evitar que las denuncias de este tipo solo quedaran "archivadas".
Para los católicos como Judith Carrillo, si bien la imagen de la iglesia se ha visto afectada en gran medida por "todo lo que ha salido a la luz", igual sigue creyendo en Dios, no así en la iglesia.
"Vengo a la iglesia porque igual sigo creyendo en Dios, pero no me quedo la misa completa a raíz de todo lo que ha pasado. Yo me crié con los curitas, desde pequeña, mis papás estaban muy metidos en la iglesia y por eso escuchar todas estas cosas tan feas de ellos me decepciona demasiado", aseguró Carillo.
Agregó que tanto ella como su familia, invitaban a almorzar a algunos sacerdotes, siendo uno de ellos Cristián Pretch, a quien después de ser acusado públicamente por casos de abusos sexuales en 2011, no invitaron nunca más.
"Mi mamá dice que no cree que Precth hiciera esas cosas, pero yo sí creo, y le creo a estos muchachos -víctimas de abusos- que se fueron a Roma para dar su testimonio (el 29 de abril). Creo que está muy bien lo que hizo el Papa, de haber reconocido que defender a Barros en su momento no fue lo mejor. Estas cosas han ocurrido siempre, solo que se tapaban y hoy es el turno de enfrentarlas", dijo la feligresa.
Críticas
Una visión distinta sostuvo Manuel Paniagua (67), al afirmar que pese a todo lo que se ha visto en los medios, su fe en Dios está intacta, y que si bien entiende el error que pueden cometer "los hombres", no son aceptables y deben ser condenados.
"Mi fe no ha sido afectada con estos casos, de ninguna manera. Yo soy un católico de nacimiento, vengo de una familia católica y voy a morir católico. Sí, reconozco muchas fallas dentro de la iglesia, pero son fallas de personas, y me parece muy bien que el Papa recapacitara, porque la defensa que hizo de Barros no me gustó nada", enfatizó.
Apuntó a que será difícil recuperar la confianza en la institución (iglesia), pero que el hecho de que se esté investigando y que se aceptara finalmente la renuncia de tres obispos chilenos, es una señal de que se está haciendo una limpieza en la iglesia.
"Con todo esto, será difícil recuperar la confianza, pero al menos queda la tranquilidad de que se está haciendo algo para corregir todos estos abusos. Lamentablemente la figura del Papa se vio afectada por ser el máximo representante de la iglesia, pero como dije, no se están quedando de brazos cruzados y eso es una buena señal", reconoció Paniagua.
Recordó que cuando el Papa Juan Pablo II estuvo en Antofagasta en 1987, las calles estuvieron abarrotadas de gente, cosa que ahora, con la visita del actual pontífice, no se vio "pero eran tiempos distintos y no se veían todas las cosas que hoy se ven en la iglesia".
3 obispos fueron a los que finalmente, el Papa Francisco aceptó su renuncia, aunque por concepto de edad: Cristian Caro, Gonzalo Duarte y Juan Barros.
2009 año en el que comenzaron las denuncias por abuso sexual en contra del párroco de El Bosque, Fernando Karadima y a su círculo más cercano por encubrimiento.
18 de enero día en el que el Papa Francisco realizó la desafortunada declaración en su visita en Chile,"Todo es calumnia", respecto a las acusaciones por encubrimiento del obispo Juan Barros.