Scicluna pide perdón de rodillas en Osorno en nombre del Papa Francisco
IGLESIA. El enviado del Vaticano realizó la llamada "misa de reconciliación", donde asumió el nuevo administrador de la diócesis, el obispo Jorge Concha. El obispo de Malta y Bertomeu regresarán mañana a Roma, tras concluir la misión.
Por primera vez en años, los fieles católicos de Osorno, en la Región de Los Lagos, repletaron ayer la Catedral San Mateo en la "misa de reconciliación", donde el enviado papal Charles Scicluna, de rodillas y en nombre del Pontífice, pidió perdón a la comunidad "por haberles herido y ofendido profundamente", al no escuchar, en primera instancia, las acusaciones de encubrimientos de abusos sexuales contra el exobispo de la zona, Juan Barros, cercano al otrora Párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
"El Papa Francisco me ha encargado pedir perdón a cada uno de los fieles de la diócesis de Osorno y a todos los habitantes de este territorio, por haberles herido y ofendido profundamente", dijo Scicluna, arrodillado junto al también enviado del Vaticano, Jordi Bertomeu, y al nuevo administrador de la diócesis, Jorge Concha.
"¡Qué felicidad más grande cuando los pueblos saben encontrarse para dialogar y conocerse!", agregó el arzobispo de Malta, autor del informe sobre abusos sexuales en Chile entregado a Francisco, tras el cual renunciaron todos los obispos.
Esta fue la última actividad de los enviados papales en Osorno, después de cuatro jornadas de diálogos con fieles y religiosos de la zona. Los sacerdotes permanecerán hasta mañana en Santiago.
Cambiar la iglesia
La misa de ayer fue la primera oficiada por el nuevo administrador de la diócesis, quien fue recibido entre aplausos y pidió unidad a los fieles porque "sin ustedes no se puede hacer nada", y la intención no es "hacer como si no ha pasado nada", sino que "reconocer, con todo el realismo posible, no sólo los sentimientos, sino lo que ha ocasionado la situación a la que se ha llegado".
"Hoy día vemos con mucha claridad que hay tantas formas de abuso que no pueden volver a ocurrir, que hay procedimientos que no se pueden repetir, que hay formas de hacer Iglesia que se deben cambiar y que hay tareas a las que no podemos renunciar", afirmó el obispo Concha.
El religioso pidió a la audiencia ver "este tiempo como una verdadera oportunidad para crecer humanamente y como comunidad de creyentes", aunque admitió que Osorno "todavía sigue mostrando signos de dolor y división, situación que no corresponde como pueblo de Dios".
La autoridad eclesiática, sin embargo, se mostró esperanzado, ya que "he podido saber de la existencia de personas en las diversas partes que ya han comenzado a caminar en esa dirección de encuentro".
"Hay tiempo para expresar el dolor, tiempo para llorar, tiempo para exigir si es necesario, (...) pero también hay tiempo para dar pasos hacia el reencuentro y la reconciliación", dijo el obispo, concluyendo que "no hay vencedores ni vencidos" en Osorno.
Laicos
Miembros de la Organización de Laicas y Laicos de la ciudad ingresaron primero a la ceremonia de ayer, señaló SoyOsorno, explicando que "hemos decidido dar un paso y luego de tres años ingresar a nuestro templo catedral y participar en la santa misa en el Día del Señor, dejando la claridad absoluta de que esta no es una misa de reparación ni reconciliación. (…) El ingreso a este, nuestro templo, es para dar la bienvenida al administrador apostólico, esperando que comience un camino de reconciliación junto a él".
"El Papa me ha encargado pedir perdón a (...) todos los habitantes de este territorio, por haberles herido y ofendido".
Charles Scicluna, Arzobispo de Malta"
"Hay tantas formas de abuso (en la Iglesia) que no pueden volver a ocurrir, que hay procedimientos que no se pueden repetir".
Jorge Concha, Administrador de la diócesis"