
El misterio de un hombre mirando a lo alto
Hernán Rivera Letelier vuelve a estanterías con "Hombre mirando al cielo", su apuesta más espiritual. Paralelamente, dos historias anteriores suyas fueron adaptadas al teatro: "El cristo del Elqui" e "Historia de amor con hombre bailando".
Una figura que está de vuelta
"El gesto de Héctor", ensayo del sociólogo y analista junguiano Luigi Zoja plantea que la paternidad es, como la familia, una conquista cultural que hoy muestra las esquinas más oscuras de la masculinidad.
El ademán al que alude El gesto de Héctor, ensayo recién editado en Chile de Luigi Zoja, es el del héroe troyano que defendió hasta la muerte a su comunidad sitiada por los aqueos, encabezados por la ira destructora de Aquiles que, a su vez, representa al hombre no paternal, al guerrero que nunca depone sus armas.
Héctor encarna lo conmovedor del hombre que vela por su familia, que escucha a su mujer, su madre y su padre, pero no tiene otra opción que luchar. Cuando viene a despedirse de su mujer, sudoroso y con manchas de sangre de la refriega, su hijo pequeño no lo reconoce y le teme. El padre se quita el penacho y la armadura y toma al niño en sus brazos alzándolo hacia el cielo: ese es el gesto de Héctor, el del padre que proyecta en el tiempo a su hijo y le desea que sea mejor que él.
Escrito con mucha poesía, este ensayo abre su indagación desde la Prehistoria, cuando la institución de la paternidad engendra a la civilización, y el macho al transformarse en padre descubre qué es compartir.
Con una sugerente aproximación al mundo clásico, Zoja introduce otros arquetipos que restituyen la potencia del padre: Eneas, que en su huida desde Troya con su padre al hombro y su hijo de la mano, salva a la familia y la estirpe. O el de Ulises, el héroe astuto y aventurero que cumple su larga odisea volviendo al hogar.
Padres terribles
Al comenzar la Modernidad, la figura del padre comienza su erosión por las sucesivas oleadas violentas de la historia: la revolución francesa y la revolución industrial lo bajan de su pedestal y lo ponen a juicio en una sociedad de hermanos, no de hijos. Voltaire y Rousseau se avergüenzan del padre, un sentimiento inédito que recrudecerá en la figura del padre indigno.
Las dos guerras mundiales suben a la palestra figuras perniciosas como Hitler y Mussolini, y de paso, el conflicto deja a muchos como hijos abandonados y padres alejados.
Con una mirada hacia Europa y especialmente a su patria, Zoja también dedica páginas a Estados Unidos y Latinoamérica, "el continente del padre ausente" como algunos le dicen.
Al padre actual lo escruta con cierta ironía y también cierta esperanza. Habla de los padres nuevos, semidesnudos y lampiños con sus guaguas pegadas al torso, entregados al cuidado primario del niño pero ausentes a la hora de la adolescencia, cuando es más necesario.
Este padre maternizado es mirado con cierta indulgencia pero se le invita a no seguir en esa ruta que favorece el que nos hayamos convertido en "lactantes psíquicos", consumistas y meros ganadores del pan.
Zoja, más que consejos, apremia a la búsqueda de ese padre que nos saque de la irreflexión, "que tense el arco de Ulises y que la noche de los pretendientes llegue a su fin", como cierra este bello ensayo.
- Antes de abrazar a su hijo, Héctor debe deponer su armadura y casco para no asustar al pequeño, ¿qué simboliza esa armadura?
-En símbolos, una armadura corresponde a una actitud defensiva y en este sentido me parece que uno, ante los hijos, tendría que asumir las menores defensas posibles. A la vez, y para no perder su papel, un padre no tendría que renunciar a la confrontación con los hijos, no tenerles miedo a los hijos, particularmente a los varones que, biológicamente y culturalmente, son más agresivos. En ese sentido, tendría que no estar ausente: y muchos padres están hoy físicamente presentes, pero psicológicamente ausentes. No quieren riesgos, ni confrontaciones, ni peleas. La autoridad tradicional jerárquica se hizo mucho más difícil.
- ¿De qué debe estar hecha esa armadura en nuestros días de crisis de la autoridad paternal?
- Lo que hoy se requiere es lo que en italiano se dice "autorevolezza": que creo se podría traducir como "autoridad moral". Y aunque no es fácil, no es imposible. Desde siempre, tradicionalmente, el padre tenía que enseñar la responsabilidad, y esta es una tarea moral que no puede ser abandonada.
- ¿Cómo podemos, hombre y mujeres, apropiarnos del gesto de Héctor?
- Hoy el que tiene más experiencia no tiene más que un reconocido derecho a la autoridad. Pero sigue teniendo el deber de asumir las responsabilidades educativas. Y no es fácil. En el pesimismo de Sigmund Freud, la relación padre-hijo varón estaba hecha de rivalidad: como en el famoso complejo de Edipo, basado en el texto de Sófocles. Pero, en el antiguo mito griego, y en el aún más antiguo y universal texto de la Ilíada de Homero, con su Héctor que ruega que su hijo sea aún más fuerte que él, hay un arquetipo de la relación padre-hijo que no es necesariamente de conflicto y celos: precisamente de los antiguos aprendemos que el padre puede -y debe- proyectar en el futuro, es decir sobre su hijo, su lado más positivo, su deseo más generoso. En la práctica, por ejemplo, hacer tareas con el hijo y gozar juntos cuando se consigue un buen resultado.
- ¿Por qué cada paternidad verdadera es una adopción?
- Porque la paternidad, entre los seres masculinos, es prevalentemente un hecho cultural, casi no tiene relación con lo biológico. Entonces, aún si mi hijo nació dentro de un legítimo matrimonio, tengo que volverme consciente de lo que esto significa e implica. Hoy, incluso en un país latino y tradicionalmente machista como Italia, afortunadamente esto está pasando. Hay muchos cursos de preparación al nacimiento de un hijo, y están siendo atendidos por los padres también, no solo por las madres como hace una generación.
- Una pregunta al margen: la foto de la portada es muy hermosa y dice la contratapa que es de su archivo, ¿es usted el hombre que alza al niño?
- No, es de un libro alemán cuyo editor era un psiquiatra griego. Personalmente tengo recuerdos de "gestos" similares, incluso en sueños, con todos mis tres hijos, pero nunca de tirarlos tan hacia arriba. Pero eso es material que no queda registrado en fotos. Todavía no tenemos selfies de nuestra alma y mejor que se quede así.
El italiano luigi Zoja estuvo en Chile para dictar una conferencia del puerto de ideas.
Por Amelia Carvallo A.
Karl Friedrich Deckler