Antofagasta es la mejor oferta
Nuestro territorio es el que tiene el mayor potencial de desarrollo, pero requiere del auxilio del sector público para mejorar las ciudades y apuntalar las industrias. Las personas son la principal riqueza de cualquier espacio y las limitaciones que presentan nuestras ciudades ahuyentan a muchos, lo que impide el pleno desarrollo de nuestro potencial.
La visita el Presidente Sebastián Piñera a la zona es una buena noticia en la medida que el Jefe de Estado obtiene de primera fuente, información referida a las deficiencias de nuestra zona, pero por sobre todo, las potencialidades que ostenta.
Debemos dejar algo en claro: El futuro del país seguirá jugándose en el Norte Grande y específicamente en Antofagasta, la Región más importante del país en términos de aporte al PIB y al erario fiscal. Porque aquí se desarrolla la minería, la energía y la mejor conexión al conosur americano.
Pero hay cosas que cambiar. El Informe Territorial de Antofagasta elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico -Ocde- respecto a Antofagasta (presentado hace ya varios años) sostiene que la ciudad es ampliamente percibida como un lugar para trabajar en vez de uno para vivir, y si bien esto no ha dañado sus resultados económicos, impide que se consiga el máximo potencial.
Ello, debe enfatizarse, no ha cambiado.
Nuestras ciudades sufren con la falta de viviendas, el aumento de campamentos, la falta de áreas verdes, la contaminación y una deficiente conectividad. Esto no se condice con el aporte realizado y los desarrollos presentes y futuros.
Antofagasta no pide tratos especiales, sino justicia, es decir, un vínculo en el que la región y el país se vean beneficiados. Y esto pasa por corregir las desigualdades, reducir las brechas para tener ciudades con alta calidad de vida, que retengan y atraigan talento.
Hoy tenemos un problema coyuntural con el empleo, hay que abordar ese asunto, pero en el largo plazo, debe trabajarse los énfasis que nos garantizarán el desarrollo.
La conexión hacia el norte de Argentina, Bolivia, Paraguay y el sur de Brasil, nos permitirá consolidarnos como un proveedor de servicios para esta parte del continente; el apoyo a la minería, pero en especial a a las ciudades y a las personas, es fundamental.
Somos optimistas respecto del futuro, mas, para concretar rápido estos objetivos requerimos de un decidido apoyo del sector público que debe entender la magnitud de la oferta que es nuestra tierra.