"Ya son demasiadas las muertes, la violencia desatada, ciudadanos aterrorizados… los policías agredidos".
Sebastián Piñera — Presidente y delincuencia
"Pido con humildad que me disculpen por mis limitaciones y lo que no pude lograr".
Juan Barros
Renunciado obispo de Osorno
Hace algunas semanas el Presidente Sebastián Piñera anunció el envío al Congreso de un proyecto para avanzar en la gratuidad hasta el 70% de la educación superior técnica. Se espera y estima que el beneficio comenzará el próximo año y llegaría a 13 mil nuevos estudiantes.
De esta forma, un total de 167 mil alumnos de Centros de Formación Técnica -CFT- e Institutos Profesionales -IP- cursarían estudios gratuitos, lo que tendría un costo total de $ 310 mil millones anuales para el Estado. Serán seis institutos profesionales y siete centros de formación técnica los que participen.
Actualmente, hay 511 mil alumnos en IP y CFT, quienes representan el 43,5% de la matrícula total en la educación superior. Asimismo, en Chile existe un déficit de 600 mil trabajadores técnico- profesionales, lo que da mayor peso a esta decisión.
Es una buena noticia, considerando que la educación es el mejor y más eficiente vehículo para salir de la pobreza y saltar al desarrollo. Al tiempo es fundamental que este apoyo se concrete para este segmento específico, porque convengamos que se trata de un sector que no participa de marchas masivas, habitualmente no reclama por más beneficios, tal cual lo protagonizan recurrentemente los alumnos de las universidades tradicionales.
Más aún, debe enfatizarse que los educandos más frágiles son precisamente aquellos que están en los CFT y los IP, porque son los que provienen de las familias más pobres, casi siempre son primera generación en educación superior y provienen de los colegios con más precariedades. El caso contrario son las universidades que tienden a aglutinar a los jóvenes con mejores puntajes, vale decir, aquellos que han tenido más oportunidades en la vida.
No se trata de privilegiar a unos por sobre otros, pero sí de reclamar oportunidades iguales para todos.
En tal plano es destacable que la clase política haya asumido la voluntad de avanzar en gratuidad, en especial para aquellos que lo necesitan. Naturalmente, en un tiempo habrá que evaluar los resultados, no puede entenderse como una política de absolutos y eso debe entenderse bien.
Después de meses de discusión en el Congreso y décadas de espera, es promulgada la Ley de Universidades del Estado de Chile, la que es posible gracias al trabajo de quienes integran nuestras comunidades universitarias, así como de autoridades y parlamentarios.
Esta Ley especifica que es el Estado el que asume el rol principal de garantizar el desarrollo de las Universidades, amparando la descentralización del país, la generación de conocimiento útil y de carácter público, junto con impulsarlas para convertirse en polos de innovación y progreso social. Cabe destacar que desde el año 1997 el Programa de Mejoramiento de la Educación Superior, ha permitido que nuestras casas de estudios avancen en la calidad de la educación, revirtiendo la competencia desigual a la cual se vieron expuestas las Universidades del Estado.
Quienes hacemos ciencia sabemos que para explicar una realidad compleja, se necesitan múltiples miradas y que por lo tanto, el camino del futuro es la multidisciplinariedad y la colaboración. Justamente, esa es la senda que seguimos hoy las Universidades del Estado, pues asumimos que nuestra riqueza está en sumar y no en competir.
Esta ley nos entregará un nueva gobernanza basada en la participación ponderada de todos los estamentos universitarios, lo que implicará que exista un mayor compromiso y colaboración en el trabajo que desarrollamos como Universidades del Estado, fortaleciendo la educación pública y aportando a la agenda de nuestro país. También podremos aumentar nuestra matrícula más allá del 2.7% avanzando hacia un sistema de provisión mixta. Junto con lo anterior, existe un Fondo de Fortalecimiento que nos permitirá crecer con calidad y equidad, respondiendo a las demandas actuales y futuras de cada uno de los territorios.
Las Universidades del Estado, estamos llamadas a influir en la agenda nacional y aportar desde nuestro quehacer en la creación de políticas públicas, con más fuerza debemos vincularnos con los servicios, las seremis, las municipalidades y los ministerios para trabajar en conjunto y producir una sinergia positiva, así, nos los demanda la comunidad a quien en definitiva, nos debemos.
Hoy, el concepto de Universidades del Estado recupera el sentido que tuvo hace muchos años, es decir, volver a ser los lugares de encuentros, de diálogos pluralistas propositivos y colaborativos. Está comenzando una nueva era, en la cual, el sentido "de lo público" comienza a tomar una nueva visión que es cada día más apreciada y valorada por toda la sociedad.
Luis Alberto Loyola
Rector de la Universidad de Antofagasta
Se presenta a la Municipalidad de Antofagasta el industrial Manuel Aguirre ofreciendo exterminar las ratas en la ciudad mediante el pago de 20 centavos por cada rata viva que presente a la Corporación.
Además pide que se le conceda la exclusividad del servicio, a fin de que sea rentable el negocio.
La entrada norte de Antofagasta debe merecer especial preocupación de la Municipalidad, dijo el regidor Horacio Marull. "Solo falta agilizar los trámites, ya que se cuenta con los fondos necesarios para abordar la obra de mejoramiento", precisó. Luego puntualizó que es necesario ensanchar la avenida Pedro Aguirre Cerda.
Tras una jornada de deliberaciones entre el jurado de los premios Príncipe de Asturias, ya hay un nuevo galardonado en la categoría de Comunicación y Humanidades: Google. El jurado consideró que el portal hizo posible, en apenas una década, una revolución cultural y propició el acceso generalizado al conocimiento.