Retazos de recuerdos
En mayo de 1960 Francisco Dussuel, Rector de la U. del Norte, me fue a buscar a Cerro Moreno. Antes de conducirme a la Casa Central de calle Prat, me llevó a conocer el futuro Campus Angamos: ¡Aquí se levantará la Universidad del Norte! dijo con orgullo y entusiasmo.
El terreno lo ocupaba la Armada. En lo que es hoy día el Cerro de la Virgen había una pequeña imagen de la Virgen del Carmen sobre un polvorín cavado en la roca.
Años después participé en la colocación de la primera piedra de la Universidad, a los pies de las Ruinas de Huanchaca, con la presencia del Ministro Paulino Varas A. del gobierno de Jorge Alessandri, que le otorgó independencia a la Norte y permitió desafiliarse de la Universidad Católica de Valparaíso. Al saberse la noticia, se organizó una caravana de vehículos que llegó con su algarabía hasta la Plaza Colón. En una camioneta, junto a otros funcionarios, iba Rafael Díaz, quien después presidió el Sindicato de Obreros de la UC. Rafael era comunista y leía a Theillard de Chardin. En Coyaique, donde estuvo relegado el 73, colaboró como "diácono" en la Parroquia local.
El día domingo el Padre Pomar celebraba la Santa Misa para académicos con sus familias, incluidos nuestros niños. La Universidad en sus inicios era una familia, una gran familia.
Recuerdo a Sohel Rifka, el genial Relacionador Público de la UC., desplazándose en su descapotable rojo contra el viento de la costa o del desierto, personificando la dinámica de la joven universidad. Con él llegamos a Tocopilla, a invitar a un profesor de Artes Plásticas a participar en el Primer Encuentro de Pintores y Escultores del Norte, en octubre de 1961. Era el pintor Osvaldo Silva Castellón. Para Rifka no había horario, toda idea que significara favorecer a la Universidad, la acogía y enarbolaba.
Sohel estuvo de paso por la ciudad, sufrió una crisis de salud y lo fuimos a ver a la clínica. Fue nuestra despedida. Cuanto le debe la antigua Norte a Sohel Rifka.
Andrés Sabella
Waldo Valenzuela Maturana