
Satie, del piano a la pluma
Los pensamientos y reflexiones del compositor francés fueron recopilados en el libro "Sobre música, músicos y otras memorias" (La Pollera). Son artículos llenos de ironía publicados en distintas revistas del siglo XX.
Considerado una figura precursora en el impresionismo y el minimalismo, Erik Satie no sólo se dedicó a la música, donde realizó composiciones para piano, películas mudas y cabarets. Muchas de las piezas que compuso se encontraron luego de su muerte, pero además, son varios los escritos que dejó. Son textos en los que se refirió a la música, los músicos, la crítica y reflexiones sobre lo humano.
Estos pensamientos, opiniones y reflexiones las tradujo Fernando Correa-Navarro en el libro "Sobre música, músicos y otras memorias" publicado por La Pollera Ediciones. Es una selección sacada de "Memorias de un amnésico"; "Cuadernos de un mamífero"; "Observaciones de un imbécil (yo)"; y "Crónicas musicales", entre otros textos publicadas por Satie en revistas y diarios.
En una de las reflexiones que aparece en el libro se lee, "toda mi juventud me dijeron: ya verás cuando tengas 50. Ya tengo 50. Sigo sin ver nada" .
Asímismo, André Breton en 1955 señaló que "Satie ha dicho en el piano 'como el dinero, no resulta agradable más que a quien lo toca': eso tranquiliza a alguien como yo, malquistado de nacimiento con la música instrumental. Eso hace también que lamente haber comprendido demasiado tarde, después de su muerte, al individuo excepcional que fue y al que un telón de espinas -su malicia, sus estudiados tics- me ocultaba... el tránsito del siglo XIX al XX no ha producido ninguna evolución de espíritu tan fascinante como la suya. (...) No conozco mayor escuela de libertad con respecto a todas las convenciones, ni otra sonrisa más traviesa y, a la postre, tan punzante por encima del abismo interior, de negrísima especie, del que se escapa de la bandada de sus dibujos e inscripciones caligrafiadas en absoluta soledad".
El genio
Más tarde se haría amigo de Maurice Ravel y participaría de varios movimientos vanguardistas que se dieron a inicios del Siglo XX.
Satie logró estar en varios de los movimientos artísticos del Siglo XX por varios motivos: "París de principios del 1900 era un mejunje. Gran parte de los movimientos artísticos, que hasta ahora nos siguen llamando la atención, nacieron en aquella época. Además, hay una cosa que se ha perdido con el paso del tiempo y de la que Satie habla en uno de sus textos: los cafés y los burdeles concentraban la imaginación de los desarraigados. No me resulta extraño pensar que en aquellos lugares la vida bullía con una efervescencia que apenas podemos alcanzar a sospecharahora", describe el prologuista y traductor Fernando Correa.
¿Satie pensó que su música no era lo suficientemente buena? Una de sus obras más conocidas fue encontrada en su pieza cuando murió. "Y no sólo eso. También encontraron caca seca debajo de las tablas de su pieza, y si se quiere tomar como una metáfora, es totalmente válida. Sin embargo, creo, y lo digo de todo corazón, el verdadero artista no logra nunca llegar a puerto. Siempre hay algo que se le escapa y a lo que no puede llegar", concluye el traductor de Satie en Chile .
Una de las crónicas del libro con los escritos de Satie habla de "La jornada de un músico" publicada en Revue musicale en 1913. Dice así:
"Un artista debe regular su vida.
He aquí el horario preciso de mis actividades diarias:
Me levanto: a las 7:18; inspirado: de 10:23 a 11:47. Desayuno a las 12:11 y levanto la mesa a las 12:14.
Saludable paseo a caballo, en el fondo de mi parque: de 13:19 a 14:53. Otra inspiración: de 15:12 a 16:07.
Ocupaciones diversas (esgrima, reflexiones, inactividad, visitas, contemplación, habilidades, natación, etc...): de 16:21 a 18:47 .
La cena servida a las 19:16 y terminada a las 19:20. Proceden las lecturas sinfónicas, en voz alta: de 20:09 a 21:59.
Me voy a la cama regularmente a las 22:37. Semanalmente, despierto sobresaltado a las 3:19 los martes).
Solamente como alimentos blancos: huevo, azúcar, huesos rallados; grasa de animal muerto; ternera, coco, pollo cocido a baño maría; mohos de fruta, arroz, nabos; budín de alcanfor, paté, queso (blanco), ensalada de verduras y ciertos pescados (sin la piel)".
Para Correa: "uno de las más grandes virtudes del escritor es sacarte una sonrisa. Es difícil. ¡Son contados con los dedos los que lo consiguen!".
El trabajo de rescate y traducción al español de erik satie nunca se había hecho antes.
Erik Satie
La Pollera Editores 136 págs.
$ 9 mil.
"Sobre música, músicos y otras memorias"
Por Magdalena García C.
Erik Satie entró al conservatorio en París en 1879, desde donde fue expulsado por considerarse que tenía poco talento. Lejos de frustrarse, el músico y compositor dos años después volvió a postular, pero los resultados no fueron mejores. Después de esta decepción su alejamiento de la música fue temporal. En poco tiempo estaba componiendo piezas para la Ordre de la Rose-Croix Catholique, du Temple et du Graal y distintos cabarets.
"Solamente como alimentos blancos: huevo, azúcar, huesos rallados(...) mohos de fruta, arroz, nabos;budín de alcanfor, paté, queso (blanco)".
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