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ENTREVISTA. josé luis rojas, coordinador nacional de trasplantes:

"Dictamen de Contraloría hizo caer en 40% la cantidad de donantes de órganos en Chile"

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Felipe Contreras Reyes

En Antofagasta hay 17 personas esperando por un trasplante de riñón, mientras que otras 45 deben ser evaluadas para entrar en la lista. Lamentablemente, durante el primer cuatrimestre de 2018 se registraron solo 27 donantes a lo largo del país, una cifra magra comparado con el mismo periodo del año anterior.

En palabras del coordinador nacional de trasplantes, José Luis Rojas, "en Chile hay 3.8 millones de chilenos inscritos como no donantes, a los que no podrás acceder ni siquiera por consulta familiar", ¿la razón? Un fallo de Contraloría General de la República.

Antofagasta, por suerte, ha mantenido alto su índice de donaciones (cuatro en lo que va de 2018), pero no significa que esos órganos queden en la región.

Esto porque la lista de espera se prioriza a nivel nacional, por tanto, el coordinador advierte que una reducción en los ingresos podría tener un grave impacto en los pacientes de todo el país.

¿Cómo ve la donación de órganos en Chile y la región?

-En los últimos años tuvimos la instalación de un modelo nuevo, concentrado en unidades de coordinación en los hospitales que han ido profesionalizando este tema y transformándolo en una actividad habitual.

Ha sido un cambio muy importante y efectivamente entre 2016 y 2017 empezamos a aumentar las donaciones progresivamente, llegamos al año pasado por primera vez a diez donantes por millón, es decir, más de 170 personas.

Pero este año ha bajado...

-Tuvimos un principio de año muy malo, ligado principalmente a una restricción legal que apareció en un fallo de contraloría. Implicó que a toda persona que sea "no donante", por ley no podemos preguntarle a la familia y ésta tampoco puede revertir esa voluntad. Eso implica que la base de donantes cayó y afectó directamente la cantidad del primer cuatrimestre con un 40% menos.

¿Y qué se está haciendo respecto a este fallo?

-Estamos trabajando en dos estrategias: apelarlo desde el punto de vista de una reformulación y paralelamente también evaluar el tema de fijación legal que nos permita volver a lo que hacíamos, y que de alguna forma podamos mantener la consulta familiar y éstas puedan ser garantes del arrepentimiento como donante y su voluntad.

¿Se puede hablar de una "crisis"?

-Más que una crisis hablamos de un descenso de 40% en la donación. Efectivamente es un tema preocupante desde el punto de vista del impacto que pueda tener a nivel país, bajar esos donantes implica un tiempo de espera más prolongado, pacientes que se transplantan menos y efectivamente eso puede generarnos problemas a futuro.

Soluciones

Durante este año se han concretado tres trasplantes en Antofagasta (dos renales y uno hepático), sin embargo, a nivel nacional se han realizado 35% menos operaciones que el año pasado. Dos mil personas están en listas de espera, y de ellas, 1.800 esperan por un riñón. El resto necesita hígado, corazones, pulmón y páncreas.

¿Entonces qué otras estrategias se están tomando?

-La mejor estrategia es fortalecer el trabajo hospitalario. Si vamos a tener 40% menos, el otro 60% debemos fiscalizarlo y gestionarlo lo mejor posible de forma que ojalá, de los posibles donantes que están en el sistema, ninguno se escape. Que sean notificados anticipadamente, podamos acceder a ello y contrarrestar el descenso desde una mirada general.

¿Pero esto no implica una mayor carga para el servicio de salud?

-Más que una carga, es asumir una responsabilidad más prioritaria. Decir "sabes qué, este tema es relevante, necesito que apoyen a las unidades de coordinación". Mayo se ha recuperado, ya llevamos 15 donantes lo que es muy bueno después de dos meses muy malos. En marzo tuvimos tres donantes a nivel nacional, en abril cinco. Estamos compensando, pero en 2017 cada mes había diez.

Pero incluso si 2017 fue un año récord, seguimos por debajo de promedios internacionales...

-En 2017 tuvimos diez donantes por millón, estamos entrando al promedio regional y seguimos bajo Argentina, que tiene 14-15, y muy atrás de Uruguay que tiene 18-20. Es decir, aún nos queda mucho camino por recorrer y Chile debiera tener 12 por millón hacia arriba ( entre 200 y 220 donantes al año). Con eso podríamos hacer alrededor de 500 o más trasplantes y efectivamente enfrentar mejor la lista de espera. Nuestra idea original era mantener los diez y subir, pero apareció este escollo legal.

Respecto a las operaciones ¿cómo estamos en estándares internacionales?

-Estamos súper bien. Tenemos trasplantes que funcionan adecuadamente, con buena sobreviva y un alto estándar para un país tercermundista. Si tú trasplantas en Chile tienes las misma sobrevida que en un país desarrollado y no hay mayores dificultades con eso, el tema es tener el donante a tiempo. Ahí es la responsabilidad social también: una cosa es el fallo de contraloría, otra la responsabilidad de cada uno de nosotros.

Si yo en mi carné salgo como no donante, ¿qué debo hacer?

-Ir a una notaria y decir que quieres serlo. La declaración demora lo que tarde una notaria, pero la responsabilidad social debe asumirse como una responsabilidad individual también. Algo tuve que hacer para quedar como no donante y si te quieres arrepentir, lamentablemente no basta la conversación familiar, necesitas un acto formal.

Volviendo a Antofagasta, ¿qué se está haciendo bien que se redujo la baja en el país?

-Creo que lo que están haciendo -que es involucrar a todo el hospital- es prioritario. Es decir que esto se mantenga como una actividad, que el hospital se interese, la fortalezca, cuide y valore. Yo creo que aquí es importante que desde el director hasta el portero estén alineados para que frente a un potencial donante todos somos importantes, eso es lo que está haciendo antofagasta y me parece sumamente positivo.

"Veníamos bien encaminados. Las unidades de coordinación estábamos en un proceso de madurez, estas tenían mucho más estandarizado el proceso de gestión de donación"."

"Es un tema preocupante desde el punto de vista del impacto que pueda tener a nivel país, bajar esos donantes implica un tiempo de espera más prolongado"."