No hay autoridad, gremio, comunicador que no se haya manifestado acerca de la tasa de 10,9% de desempleo regional en el primer trimestre de 2018. En términos concretos, esto representa a 66 mil personas desocupadas en nuestra región. Sabiendo que en la mayoría de los casos, detrás de cada individuo encontramos a sus familias, solo ahí tenemos una idea de la dimensión de cuántas personas se ven afectadas por el fenómeno de la cesantía. Como Gobierno Regional, nos urge ocuparnos, y con acciones, hacer frente a las complicaciones y dolor que este fenómeno acarrea. Desde el día uno de nuestra administración, es nuestra preocupación.
Estamos en el primer lugar de las regiones con mayor desempleo. Parodójicamente, es nuestra región la que genera numerosos dividendos para nuestro país, siendo una parte importante de su PIB. Avanzar a resolver este dilema, supone caminar hacia mayores niveles de descentralización, tanto política, económica como administrativa; pues en esa línea estamos avanzando con seriedad, y es así como en el mediano plazo la futura elección de gobernador regional, unida a la elaboración de nuestra estrategia regional de desarrollo, serán pasos concretos en este camino.
Ahora bien, en lo inmediato, nos interpela con fuerza el fenómeno y la importante tasa de trabajadores conmutados. Abordar esta problemática es un asunto prioritario para nuestra administración, porque si se genera un nuevo llamado a una importante cantidad de mano de obra, es necesario que aquellos puestos sean ocupados prioritariamente por trabajadores locales. Queremos discutir esto seriamente, con los interlocutores que corresponden, en el marco de lo factible, de la legalidad, y con la voluntad sincera de encontrar unas respuestas a corto, mediano y largo plazo. Porque es todo nuestro tejido social el que se ve afectado; nuestros proveedores, comercio, transporte y sus respectivas familias.
La gran empresa debe estar consciente de esto, y ha sido gracias al apoyo de diversos actores regionales, que este asunto está hoy sobre la mesa. Es por esto que la voluntad real de priorizar la contratación de mano de obra y servicios local se hace hoy urgente, y son las grandes empresas las que deben dar ese primer paso decidido.
En un discurso que quedó en la historia, Winston Churchill le prometía a su pueblo, en un período muy difícil, "sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor". En estos tiempos más modernos, pero frente a una adversidad que no es menor, les prometo "compromiso, terreno seriedad, profesionalismo y corazón", porque los fatalismos no existen. Nuestro porvenir, con la voluntad de Dios, está en nuestras manos, en las de todos (as) los (as) que luchamos por nuestra región. Si Chile lo hacemos todos, nuestra región no será la excepción.
Marco Antonio Díaz Muñoz
Intendente Región de Antofagasta