"En el norte están las plantas a carbón más viejas y contaminantes del país"
A principios de abril de este año Engie Chile anunció que cerrará definitivamente tres plantas energéticas basadas en Carbón. La medida llega después que la exPresidenta Michelle Bachelet, anunciara la salida de este mineral de la matriz energética, la cual representa el 42,7% de la capacidad eléctrica instalada en la Región de Antofagasta y la más importante de la nación.
Fue en este contexto que el líder del programa E3G, Chris Littlecott, visitó el país para reunirse con autoridades y generadoras para hablar sobre el futuro de estas plantas. Su organización trabaja actualmente con países de Europa y Norteamérica en la salida del carbón, pero el británico evaluó positivamente las posibilidades que tiene Chile de pasar al desarrollo de energías limpias.
¿Cómo ve las posibilidades de transición en en el país?
-Se me hizo muy interesante ver las oportunidades que hay en Chile, pues ya hay muy buenas condiciones para comenzar con la salida del carbón y pueden iniciar ahora con el cierre de las plantas más antiguas. Primero hay que pensar en los impactos, viendo el norte hay una cantidad de plantas importantes, pero también las más viejas y contaminantes del país. Algunas tienen 57 años. No son aptas, pero también hay muchas posibilidad de tener energía limpia.
El acuerdo fue realizado durante otro gobierno,¿cuáles son las primeras acciones necesarias?
-Entendí tras las reuniones con el sector público y privado que existe voluntad para llevar el proceso. Hay que definir cuáles serán los términos de referencia y quién más se hará parte del proceso, pero desde mi punto de vista es importante que se involucren los actores sociales, los gobiernos locales impactados y los sectores civiles. Ya hemos visto en otros países que en consulta abierta se pueden evaluar alternativas.
Por ejemplo el gobierno actual de Alemania realizará una comisión nacional que evaluará estos mismos asuntos. Ellos tienen 50 mil megawatts basados en Carbón, diez veces más que Chile, y varios países han dado el paso. De hecho, durante el verano en Reino Unido ya tenemos más energía solar que carbón, si acá pudimos hacerlo, Chile todavía más.
Proceso
También hay preocupaciones respecto a cómo puede impactar esto en el empleo regional.
-Hay una diferencia entre el empleo en las minas y el empleo en las centrales, a nivel internacional el segundo es más bajo. Uno de los beneficios de tener un plan de cierre es tener una forma de manejar lo empleado. En Reino Unido vimos que varios plantas antiguas también tenían trabajadores a punto de jubilarse, entonces con un plan de cierre los ayuda a pensionarse sin perder beneficios y mover el equipo restante a otras plantas con otro tipo de energía. Hubo casos donde no se han perdieron puestos de trabajo.
¿Cuánto debiera demorarse Chile en realizar esta transición?
-A nivel internacional, y según el acuerdo de París, ya hay múltiples países de la OCDE debieran dejar la matriz en 2030 y el resto del mundo en 2050. Para la OCDE debiera ser más rápido que el resto del mundo, pues la mayoría de las empresas son viejas. Chile tiene algunas nuevas, pero Holanda abrió 3,5 Gigawatts de plantas en los últimos dos años y decidió cumplir con el estándar. Hay un impacto, pero de compañías que hicieron inversiones equivocadas y no contemplaron el cambio climático.
¿Cuáles son los riesgos y posibilidades para Chile?
-Chile y toda Latinoamérica tienen un potencial tremendo para inyectar inversiones de energía renovables y acelerar la transición. Estar libre del carbón puede ser un imán para la inversión, pues las compañías y las personas quieren ver un ambiente limpio. El riesgo es que las empresas que realizaron inversiones por décadas luchen por mantener lo que tienen en lugar de adaptarse. No obstante, ya el cambio es ineludible, finalmente se trata de la rapidez con que ocurre la transición.