Secciones

ENTREVISTA. Iván Simunovic Petricio, empresario:

"Yo creo que el capital reputacional de minera Escondida se acabó"

E-mail Compartir

V. Toloza Jiménez

El excesivo centralismo y el poco compromiso de las empresas mineras. Estas son dos de factores que el empresario Iván Simunovic Petricio identifica como las causas del actual momento social y económico de Antofagasta.

El hombre de negocios está incómodo hace rato y así lo insiste. Simunovic es una voz escuchada en distintos frentes. Ligado a la Asociación de Industriales de Antofagasta ha construido redes amplias en los negocios, el deporte y la cultura, entre otros. ¿Pero qué le complica? Así lo detalla.

En estos momentos usted reconoce un estado de ánimo cercano a la molestia e irritación. ¿Por qué?

- Si hablamos de la región, el último boletín del INE nos dice que somos la región con más cesantía en Chile. Estábamos, hace algunos años, en una situación de pleno empleo y hoy es todo lo contrario; yo creo que esto tiene que ver con el excesivo centralismo y la falta de compromiso de las empresas mineras que están en la zona, en especial de Minera Escondida.

¿Por qué las empresas y por qué Escondida?

- Primero déjame decir que nosotros apoyamos a Escondida desde el inicio y desde ahí construimos con la comunidad y los gremios, porque creímos y creemos en BHP. En ese tiempo llega don John Jana, se instala en Antofagasta con todo su equipo de ejecutivos y empieza la construcción, luego viene la inauguración y todos vivían acá, había preocupación por los proveedores, incentivaban ese desarrollo, la mano de obra local, se levantaron poblaciones; nos enseñaron un estilo que era novedoso, porque no era lo que conocíamos con Chuquicamata en relación con Calama.

Escondida mostró una cara muy distinta: Compromiso con la comunidad. Eso lo vivimos con John Jana, con Kenneth Pickering, Bruce Turner, todos instalados acá, muy insertos en la sociedad, con sus hijos estudiando acá, viviendo lo que vivía su gente. Y así se trabajó en muchos proyectos, como el colegio Don Bosco, con mucha ayuda; ese era el estilo, así la disfrutamos y la aprendimos a querer. Y si uno hace una encuesta se va a encontrar con que, sin saber el problema de hoy, la gente todavía tiene cariño por Escondida. Pero yo creo que el capital reputacional de Escondida se acabó.

Es fuerte el juicio… ¿En qué momento cree que se acaba?

- No sé cuál es el momento específico, o cuáles son las instrucciones específicas de Escondida que hacen que sus departamentos, sus ejecutivos, sus presidentes… Son caras que no conocemos, que ya no circulan por Antofagasta. Lo mismo que un porcentaje altísimo de trabajadores que no viven acá. La prueba es que hay vuelos a Concepción y no creo que sea por los múltiples negocios entre ambas ciudades. Sin embargo no tenemos vuelos a Calama, Copiapó, Iquique o Arica.

Lo que me está diciendo es que la relación entre Escondida y la ciudad cambió. ¿En qué?

- Insisto: Yo tengo cariño por Escondida, pero no puedo ocultar el dolor que tengo, porque es una compañía que nos enseñó a ver cómo se trabaja con la comunidad, a que de la noche a la mañana, todos esos estilos dejan de ser y se van. No hay intención alguna con el desarrollo de proveedores, hay dificultades con el pago a los proveedores, entonces no veo cómo podemos tener sustentabilidad.

¿Cómo no vamos a poder sentarnos en una mesa para ver qué hacemos para disminuir el desempleo, para potenciar los proveedores, para el pago oportuno a los proveedores? ¡No lo tenemos! Cuando quieres ofrecer un producto a Escondida te contesta un señor en Singapur o la India. Es una cosa muy difícil de llegar y ese es un dolor de quienes hemos tenido vínculos o tienen vínculos con la minera.

¿En lo fundamental tiene que ver con que la plana ejecutiva que habitó la ciudad, ya no está?

- Yo creo que es la actitud. Primero llevarse los departamentos de abastecimiento, contabilidad a Santiago, después los ejecutivos, entonces no hay vínculos. Si a los proveedores les conviene estar más en Santiago y el extranjero. ¿Qué incentivo tienen para estar acá? ¡No vienen, no están! Se enfriaron las relaciones y los proveedores, normalmente, no se atreven a opinar porque lo poco que tienen, lo pueden perder.

La misiva

En octubre pasado distintos líderes locales enviaron a BHP, el operador de Minera Escondida, una inédita misiva dirigida a Andrew Mackenzie, chief executive officer de BHP y a Daniel Malchuk, presidente de Minerals Americas de BHP.

En ese texto precisaron:

"Existe un antes y después de Minera Escondida en la percepción de la comunidad. Actualmente, nuestras organizaciones comunitarias han sido testigos de un debilitamiento de este modelo integrado y aportador al desarrollo sostenible, característico de BHP en la región de Antofagasta".

Hace algunos meses la comunidad local, representada por la alcaldesa y dirigentes gremiales enviaron una carta a BHP apuntando estos asuntos. Le hace sentido aquello.

- Me informé por El Mercurio de Antofagasta de ese envío y realmente felicito a la alcaldesa por su valentía en hacerlo y me parece bien que los gremios y la comunidad se sumen porque es un dolor generalizado. Todos queremos identificarnos con Escondida, porque es nuestra y porque si le va bien, nos va bien a todos, pero que no nos den la espalda; que no se olviden que están en nuestro territorio, que no endurezcan las posiciones, porque no vaya a ser cosa que esto termine en un impuesto territorial y eso sería muy difícil de revertir. Hagamos las cosas bien, con actitud, con voluntad y evitemos conflictos mayores. Sentimos que es injusto lo que está pasando.

Varios ejecutivos de Escondida han preguntado en privado, legítimamente, por qué se concentra todo en Escondida, si el "7x7" no lo inventaron ellos, el retraso del pago a proveedores tampoco es de la compañía, es decir, es una realidad de la industria. Pero la crítica se ha centrado en Escondida y BHP.

- En mi opinión hay dos razones. Ellos nos enseñaron a trabajar así y nos regalaron un chupete y luego nos quitaron el chupete. Nos duele la actitud; y dos, porque es la compañía minera más grande del mundo, la mina más grande del mundo. Si yo lo comparo con Antofagasta Minerals, al menos he visto una actitud de su presidente ejecutivo (Iván Arriagada) y los dueños (Luksic), que han estado acá, reunidos con los gremios, buscando soluciones a los problemas que tenemos y eso me habla bien. No hay nada resuelto, pero hay trabajo.

¿Esa actitud no se ve en Escondida?

-No la veo. Los ejecutivos de Antofagasta Minerals están con otra actitud. Están conversando, están pagando oportunamente, marca una diferencia. Sí comparto que Escondida, que es el guaripola de la minería, debiese llamar a las otras mineras y hacer una mesa de trabajo para resolver el problema de la región que hoy tiene el mayor desempleo de Chile. ¡Esto es inconcebible y ni siquiera se está pensando en el asunto!

CrÍTICA AMPLIA

Simunovic también apunta que las empresas deben estar conscientes que los riesgos son amplios en caso de no tener buenas relaciones con las comunidades. El modelo económico de Chile -dice- es el mejor que podemos tener, tal vez el menos malo, entonces hay que cuidarlo. Las compañías deben entender que no pueden abusar del modelo, sino que deben sustentarlo. Si esto no cambia, se pondrá en riesgo el modelo económico.

"Casos como Mall Plaza, los bancos, isapres, AFP, supermercados, entre otros, que están instalados en la ciudad y tienen una nula convivencia con la zona. Han sido muy exitosas, pero no tienen responsabilidad social. El Mall ni siquiera ha sido capaz de construir una pasarela para sus clientes", acusa.

¿Y el resto? Codelco, por ejemplo, no tiene presencia alguna en la ciudad y el caso de Calama es conocido.

- Los 100 años de Chuquicamata son el reflejo de eso; para mí es una vergüenza nacional. Chuqui fue el sueldo de Chile por décadas. Ese banco pagador se acabó y ahora están raspando la olla con la mina subterránea. ¿Qué dejó Chuquicamata? ¿Qué desarrollo de proveedores? ¿Empleos? Con platas de Chuquicamata se construyeron una enorme cantidad de caminos y puentes en la zona central; sin embargo, Antofagasta y Calama solo tienen autopista hasta el Oasis, con un enorme riesgo para las vidas por la cantidad de accidentes. ¡Cómo puede ser! ¡Y es el camino más productivo de Chile! Entonces esto es el resultado del centralismo y la falta de compromiso de las mineras. Así partí.

Hay que crear una mesa de trabajo para enfrentar estos problemas. No queremos limosnas, Antofagasta no las necesita, porque es rica. Lo que necesita es una mesa de trabajo liderada por el intendente, las empresas mineras y los gremios para ver cómo enfrentar estos asuntos. Y lo dejo en claro: Queremos trabajos, no limosnas.

Y a propósito del centralismo. Me referí hace un rato a la pérdida de conectividad que hemos sufrido y ahora se fue la empresa Amaszonas. Había un proyecto de integración con Salta, en Argentina, donde hay 6 millones de habitantes, está a una hora de avión. Se pudo hacer un puente aéreo para incentivar la economía con negocios turísticos, portuarios, agrícolas y no hay intención de trabajar en eso en una mesa de verdad. Hace años vengo escuchando el proyecto Geicos y ¿cuándo se juntan para tomar decisiones? Porque sin conectividad, no hay negocios.

Pero algo tiene que ver en todo esto el ciudadano común. Somos responsables también.

- Absolutamente. Yo veo una falta de liderazgo, de nuevos líderes y no sé por qué razón. Tal vez porque muchos se han ido a estudiar afuera y no han regresado. Falta diálogo. Tenemos cuatro universidades con rectores antofagastinos de tomo y lomo que quieren la ciudad: Jorge Tabilo, Luis Alberto Loyola, Exequiel Ramírez y Patricio Valdivia. Pero hay que generar la mesa de trabajo por Antofagasta, por el futuro. Tenemos autoridades, rectores, dos senadores, cinco diputados. ¿Cuántas veces se han reunido los parlamentarios para ver qué pueden hacer por Antofagasta? Creo que nunca o alguna vez, hace muchos años. Ellos no deben olvidarse que los elegimos, primero para que se preocupen por la región y después por Chile. No veo eso, excepto a la diputada Paulina Núñez, que está con ganas, lo mismo que a la alcaldesa Karen Rojo.

Hace algún tiempo dijo que la región debía "atrincherarse". ¿Modificó el concepto?

- Para nada. Para mí la trinchera es un espacio donde todos nos debíamos juntar para defender nuestros intereses; eso fue lo que quise decir: Juntémonos todos. Eso es. Que no se mal interprete, esa trinchera debería ser lo que fue, en algún momento, el Centro para el Progreso.

Cosas de ese tipo, ocurren cuando hay crisis.

- Sí, porque cuando don José Papic formó con don Jonás Gómez el Centro para el Progreso, teníamos problemas de agua, cemento, eléctricos, arsénico, todos temas que están resueltos, pero hubo que golpear la mesa.

¿Cuál es la crisis de hoy?

- El desempleo, la conectividad, la falta de sustentabilidad. ¡Hasta cuándo vamos a estar mirando ruinas! Ahí tenemos el guano, la plata, el salitre y Chuquicamata pasó a ser una ruina. Tenemos que trabajar para resolver esos dolores de hoy. Nosotros tenemos riquezas por todos lados, con la astronomía, las energías renovables, la minería, los acuerdos con los países vecinos y el océano Pacífico que es un cordón umbilical al mundo; somos ricos, pero requerimos romper el centralismo y necesitamos el apoyo de las empresas para salir adelante.

"He escuchado los discursos en las cenas de la Asociación de Industriales, donde se repite el tema del "7x7", el pago a proveedores, el desarrollo, cluster minero, que trabajemos juntos, etc. Estas cosas se han anunciado tantas veces"."

9,6% es el desempleo regional en el trimestre diciembre 2017- febrero 2018, (es el más alto desde el año 2010) según el INE. A nivel país, la cifra alcanza a 6,7%.

27 años de operaciones tiene minera Escondida, operada por BHP. Es la mina de cobre más grande del mundo. La faena produce concentrado y cátodos de cobre.

-1,2% decayó la producción regional medida en el Inacer de 2017. De acuerdo al análisis del INE , fueron siete los sectores que disminuyeron su actividad durante el ejercicio pasado.

Representantes locales de la comunidad católica valoran la respuesta del Papa Francisco

REACCIONES. Antofagastinos destacaron la carta enviada desde el Vaticano donde pide perdón por sus declaraciones.
E-mail Compartir

De manera positiva evalúa la comunidad católica de Antofagasta la reciente carta del Papa Francisco, documento donde éste pidió perdón tras recibir el informe de monseñor Charles Scicluna sobre el obispo de Osorno, Juan Barros, quien fue acusado de encubrir los abusos sexuales de Fernando Karadima.

Cabe recordar que el pontífice había desestimado las denuncias contra Barros en su última visita a Chile. "El día que traigan una prueba contra él, ahí voy a hablar. Todo es calumnia", afirmó durante su última jornada en el país.

Al respecto el sacerdote jesuita, Felipe Berríos, indicó que la comunidad antofagastina valoró positivamente la carta del pontífice, la cual calificó como "clara, sencilla y directa". "Esto es bueno para toda la sociedad chilena que está pidiendo más transparencia y verdad", agregó.

Berríos también calificó como sorprendente la convocatoria que hizo el pontífice a los obispos chilenos, quienes deberán viajar hasta Roma para discutir la situación, cuya gravedad ha alcanzó revuelo internacional.

"El Papa se siente engañado sobre los acontecimientos vividos en la Iglesia chilena, por eso pide perdón a las víctimas de abusos por no haber tomado las medidas necesarias", interpretó el jesuita.

Reacciones

Al respecto el senador por Antofagasta, Pedro Araya, destacó que desde el Vaticano busquen enmendar la manera en que había sido llevada la crisis, pues en la instancia también serán escuchados el testimonio de los denunciantes.

"Se debe valorar profundamente este cambio de actitud del Papa Francisco porque sin duda se da cuenta que la Iglesia Chilena cometió un error respecto a la información que se le entregó", afirmó.

El parlamentario también comentó que si bien hasta ahora el sumo sacerdote ha tenido una política clara respecto a los abusos sexuales, espera que ahora haya una mayor cantidad de medidas sobre la situación de algunos obispos en Chile.

"Lo que me preocupa como católico es que, habiendo personas que debieran informar respecto a la situación dentro del país, no lo hubieran hecho o lo hicieron en forma tergiversada. Eso debe ser motivo de sanción", dijo.

Rapidez

Por su parte el presidente de la Corporación Gen, Pedro Aranda, quien es laico católico, destacó que la respuesta enviada por el religioso fue "oportuna y rápida".

"Considero que ha mostrado, aparte de su espiritualidad profunda, un coraje para enfrentar la verdad de nuestra realidad. Ha tenido honestidad y no cualquiera pide perdón cuando ha ofendido", apuntó.

Asimismo, Aranda destacó que debe haber un cambio muy profundo en el episcopado de Chile. Debido a esto, considera que es necesario "cambios en el timón del barco de la iglesia" que permitan ofrecer soluciones a los problemas más inmediatos, los cuales irán más allá del Obispo Barros.

días permaneció el papa en el país, instancia donde visitó Iquique, Santiago y Temuco. 3