Seguridad en el hospital regional
Hechos denunciados por los funcionarios son un llamado de atención. El sector donde se construyó el establecimiento médico necesita mejoramientos. Este proyecto, esperado por décadas por la comunidad, no alcanzará el reconocimiento que merece si no asegura cabalmente la tranquilidad de sus usuarios y personal.
Con una protesta en el frontis del nuevo Hospital Regional, los funcionarios del centro asistencial demandaron mayor seguridad en el recinto, esto, a raíz de varios incidentes que -aseguran- han puesto en riesgo al personal, y también a los pacientes.
El último y más grave ocurrió la semana pasada a pocos metros del moderno establecimiento, en calle Víctor Jara. Allí, según el relato de los propios trabajadores, se produjo una pelea que concluyó con heridos e incidentes al interior del hospital, estos últimos protagonizados por sujetos que intentaron seguir agrediendo a las personas lesionadas que en ese momento recibían atención médica.
Estos acontecimientos son un llamado de atención para las autoridades, quienes -tal como piden los funcionarios- deben tomar cartas en el asunto.
La seguridad es un aspecto que debe ser tomado en serio cuando se construyen este tipo de obras, pues es conocido que donde existe gran afluencia de personas, en este caso funcionarios, pacientes y visitantes, pueden generarse escenarios propicios para la acción de los delincuentes.
Si se considera además que el hospital fue construido en un exbarrio industrial, con problemas de iluminación, sin veredas y con una infraestructura urbana escasa y deteriorada, se termina de construir un escenario complejo.
En este contexto, debe valorarse la respuesta del gobernador Luis Garrido, quien rápidamente tomó contacto con los funcionarios comprometiéndose a instalar una cámara de vigilancia en el sector. Sin embargo, es claro que esta medida no resolverá totalmente el problema denunciado, sino que se requiere un esfuerzo más amplio, que tiene que ver con mayor presencia policial, más iluminación, mejor limpieza, eliminar autos abandonados y otras medidas que apunten al cuidado del entorno.
Al hospital Leonardo Guzmán asisten a diario cientos de personas buscando atención médica, para visitar enfermos, o bien a trabajar, y este proyecto, esperado por décadas por la comunidad, no alcanzará el reconocimiento que merece si no asegura cabalmente la tranquilidad de sus usuarios y personal.