Análisis de la primera jornada de Chile
"La abogada Parlett fue, por lejos, la que mejor performance tuvo de cara a los intereses chilenos".
Chile tuvo su primera jornada de exposición en La Corte Internacional de Justicia. Las alegaciones comenzaron con el agente Claudio Grossman, quien caracterizó a Chile como un Estado democrático amante de la paz y respetuoso del derecho internacional. El agente señaló que Chile y Bolivia resolvieron todas las cuestiones territoriales a través del Tratado de 1904, negando la existencia de alguna negociación histórica que esté fuera del ámbito del Tratado. Añadió que Bolivia desea revisar el Tratado de 1904, acusando al gobierno de Evo Morales de camuflar sus intenciones con lo resuelto por La Corte en la Excepción Preliminar de 2015. Al respecto, puedo señalar que el agente hizo una presentación simple, pero errada al insistir con el argumento relativo a que Bolivia busca invalidar el Tratado de 1904; posición que Bolivia ya dijo que no tiene y que la Corte ya anunció que no validará.
Luego vino el turno del abogado Daniel Bethlehem quien basó su exposición en función de los postulados que Bolivia emitió en las dos primeras jornadas. Así buscó cuestionar el argumento relativo a la forma en la que se puede crear una obligación para un Estado, caracterizando a la demanda boliviana como cambiante y funcional, agregando que los argumentos del país altiplánico eran no sólo ambiguos sino que cuestionaban la eficacia de la diplomacia. Al respecto, puedo señalar que el abogado cayó en la misma ambigüedad que quiso combatir, camuflando su discurso con la válida premisa que una interacción diplomática no puede generar obligaciones jurídicas.
Con posterioridad, el turno fue para el abogado Thouvenin, a quien le correspondió cuestionar las fuentes del derecho internacional que invocó Bolivia como base para probar la obligación de Chile. Considero que sus explicaciones no fueron precisas y cayó en una teorización que no fue determinante.
La abogada Parlett fue la que mejor performance tuvo de cara a los intereses chilenos. Lo anterior, en función que su discurso se basó en impugnar en forma directa los postulados emitidos por Bolivia en lo relativo al peso que tuvieron las interacciones diplomáticas a principios del siglo XX. La abogada cuestionó eficazmente que Chile se haya comprometido jurídicamente a negociar el acceso soberano.
Las audiencias finalizaron con la presentación del abogado Wordsworth quien comenzó muy bien a la hora de cuestionar lo tardío de la imputación jurídica que Bolivia quiere dar a las dos Notas diplomáticas de 1950, sin embargo, su discurso fue perdiendo peso llegando a presentar pruebas que son interpretativas para La Corte.
Pedro Díaz Polanco
Director Escuela de Administración Pública Uach desde La Haya