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ENTREVISTA. Jorge Tarud, diputado analiza la crisis del PPD:

"Si siguen los caudillismos de Lagos o Girardi la mayoría de la militancia se va a cansar "

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Paola Passig

"Lo dije hace tres años en una reunión del Cerro Castillo que tuvo la Presidenta con los jefes de partido y los jefes de bancadas: todo iba por muy mal camino", sentencia el diputado PPD, Jorge Tarud, al evaluar el momento de la futura oposición. " Todo se fue desperfilando porque no había conducción política", agrega.

¿Dónde se desperfiló?

-Teníamos un gobierno actuando de forma voluntarista, con una ciudadanía en contra de sus propuestas y con ministros y ministras que se dedicaban a confundir a la opinión pública con sus declaraciones. A eso se le suma una tremenda falta de manejo político y comunicacional. Hubo falta de unidad, opiniones diferentes y la Presidenta no lideró a NM.

¿Comparte los dichos de Víctor Barrueto en el sentido de que el PPD y la NM se convirtieron en funcionarios públicos?

-Es cierto. Hay muchos de nuestros militantes que se dedicaron a hacer eso. Cambiarse de un ministerio a otro durante varios gobiernos de la Concertación o la NM, y cuando fuimos oposición, la verdad es que la inmensa mayoría de las personas en cargos designados desaparecieron y volvieron cuando ganó Michelle Bachelet. Fuimos los parlamentarios los que seguimos trabajando.

¿Le ve futuro al PPD?

-Al PPD lo veo mal hace tiempo. Hace año y medio, cuando vino la mesa a conversar con los diputados, les señalé mi enorme preocupación por el prestigio que tenía el PPD y porque nos estábamos desperfilando. Un partido que estuvo en la ambigüedad, que de repente tenía posturas de centroizquierda y en otras, posturas de izquierda del PC. Un partido ambiguo, que no se sabía bien lo que era, y claramente íbamos por mal camino. En las elecciones tuvimos una tremenda derrota, bajamos a la mitad la cantidad de diputados, sacamos un 6%.

Pero ¿cómo se sale de la crisis?

-Mi temor es que las malas prácticas internas van a seguir. No hay una voluntad de cambio. Y si eso va a ser así, tengo mucho temor del destino final del PPD. Si el partido sólo expresa hacia afuera intenciones de reflexionar, de cambio, pero se siguen reuniendo en las casas de los caciques como lo hicieron permanentemente, no se ve una verdadera voluntad de cambio y de participación, y muestra que esto va a seguir con la política de los lotes. Y si esto sigue así, quiere decir que el PPD no ha entendido bien lo que tiene que hacer para salir a flote.

¿Es posible sacar adelante a un partido con la derrota electoral que experimentó?

-La derrota podría superarse, pero tiene que haber un cambio real. En primer lugar en las prácticas internas. Y en segundo lugar en que defina una línea política clara. Nosotros nacimos como un partido de centroizquierda y ahí teníamos desde liberales, como Armando Jaramillo, hasta excomunistas. Si recuperamos esa esencia que fuimos, aunque la centroizquierda fue la gran derrotada con la polarización que hubo en la política, podremos salir adelante. No podemos dejarle el camino libre a la izquierda populista, A la izquierda demagógica. No tenemos que dejarle el camino porque, además, es un muy mal camino para el país.

¿En medio de esta crisis no ha pensando en renunciar al PPD?

-El PPD ha sido el único partido en el que he militado en mi vida y del cual fui socio fundador cuando recibí el llamado de Ricardo Lagos. Yo estoy observando cuál va a ser la línea política que va a tomar el partido. Si el PPD optar por fusionarse con el PS o tomar una línea más de izquierda o las posturas del Frente Amplio, creo que la inmensa mayoría de los militantes vamos a reflexionar seriamente sobre la continuidad o no de seguir en el partido.

O sea, está en estado de observación y reflexión.

-Creo que la inmensa mayoría de la militancia está en estado de observación. Estamos observando los pasos que se dan y cómo se dan. Y reitero lo de mejorar las prácticas internas.

¿Se cuestionan los influjos que pueden tener en el partido los caudillismos como, por ejemplo, Lagos o Girardi?

-Si siguen esos caudillismos va a haber uno de los dos que se va a quedar con el timbre o la campanilla del partido, pero eso implicará que la gran mayoría de los militantes se va a cansar.

¿Qué le parece la designación de Roberto Ampuero en la Cancillería? Se le ha cuestionado la falta de experiencia.

-Evidentemente que su designación sorprendió. Todo apuntaba a que iba a ser Alfredo Moreno o Hernán Larraín. Sin embargo, yo respaldé la designación de Ampuero porque valoro su defensa sobre derechos humanos y la democracia. Además, habiendo sido embajador conoció lo que es la práctica diplomática. A los críticos les diría lo siguiente, cuando Alfredo Moreno fue designado canciller, todos tuvimos muchas dudas porque no era un hombre que provenía del mundo de las Relaciones Internacionales, y resulta que Moreno fue un buen canciller. Un hombre estudioso, igual que Ampuero, ponderado y que supo cultivar la relación de los temas de Estado con la oposición.