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El Salar de Llamara expone su potencial turístico

En la comuna de Pozo Almonte, el paseo lleva hasta donde la sal convive con microorganismos milenarios.
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Al sur de la Pampa del Tamarugal encontramos el Salar de Llamara, con un alto potencial científico y turístico, debido a la presencia de estromatolitos (estructuras sedimentarias), que existen solo en cinco lugares del mundo: Bahía Tiburón (Australia), los Cayos de Exuma (Bahamas), la Laguna Salada (Brasil) y la Laguna de Cuatro Ciénagas (México).

Los estromatolitos son microorganismos que datan desde hace más de 3.500 millones de años, y son la primera evidencia de vida sobre la tierra. Fueron hallados por primera vez en Australia.

Pero no hay necesidad de viajar hasta Oceanía para conocer estos microorganismos milenarios. Solo es necesario partir desde Antofagasta hasta la comuna de Pozo Almonte.

Otra alternativa es desde Iquique. En ese caso, el viaje hasta el salar comienza tomando la carretera que llega a Alto Hospicio, hasta el cruce con la ruta 5 Norte, donde se debe virar a mano derecha rumbo a Quillagua, pasando el cruce de Huatacondo.

Además del Llamara, también existen en Tarapacá los salares de Coposa y el Salar de Huasco, en la comuna de Pica, con una distancia de una hora entre uno y otro.

Agua y sal

El salar de Llamara se caracteriza por el afloramiento de aguas subterráneas y depresiones salinas. Este tesoro natural ocupa 80 hectáreas aproximadamente y se recarga por las aguas que bajan desde la cordillera de Los Andes, a través de varias quebradas, como la de Huatacondo, Pintados, Mani, Piscala y Sipuca, entre otras.

El sector es una zona de suelos áridos, que carece de vida vegetal, con superficie irregular. También presenta fauna microinvertebrada, microalgas y flora bacteriana.

Estos humedales constituyen además un sitio de descanso de aves migratorias, formando parte del corredor biológico de la costa hacia los Andes.

Este paraíso terrenal se pude visitar contratando un tour o en auto particular, preferiblemente una camioneta 4x4, debido a la aridez del terreno.

Los amantes de la aventura, la fotografía, la naturaleza y la ciencia, tienen en el Salar de Llamara un lugar lleno de riquezas. Solo deben preparar la mochila con todos los implementos, incluyendo agua, frutas, gorros y protector solar.