Secciones

El mensaje del Papa: La encíclica 'Laudato Si' y sus críticas a 'globalización de la indiferencia'

VISITA. El Pontífice nacido en Buenos Aires cumplirá en marzo cinco años en el cargo, al cual accedió después de la renuncia de Benedicto XVI.
E-mail Compartir

El próximo 13 de marzo , el Papa Francisco cumplirá cinco años al frente de la Iglesia Católica y del Estado Vaticano, en una conmemoración que tiene como antecedente previo la visita que realiza en estos momentos a Chile y luego a Perú. Cinco años donde Jorge Mario Bergoglio ha marcado su sello frente al mundo católico, pero también frente a otras religiones, el capitalismo y la relación de la Iglesia con el mundo.

En sus primeras decisiones después de ser elegido, el Sumo Pontífice dejó en evidencia su impronta más austera: No se fue a vivir a los aposentos del Palacio Apostólico; prefirió una de las habitaciones de la Casa Santa Marta para residir, donde también comparte con otros sacerdotes. Lo mismo pasó en su primer encuentro con periodistas, donde dijo en forma sincera y certera: "Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres".

En su primera exhortación apostólica Evangelii Gaudium, el Papa Francisco expresó que el gran riesgo del mundo "con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro… Cuando la vida interior se clausura a los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, no hay espacio para Dios".

Sin embargo su carta encíclica 'Laudato Si' -presentada el 18 de junio de 2015- remeció al mundo al exhortar el cuidado de la 'Casa Común' , la Tierra, realizando una defensa a la naturaleza, la vida animal y la necesidad de hacer reformas energéticas para atenuar el cambio climático y todas sus consecuencias.

Por ello realizó una crítica al consumismo y el desarrollo irresponsable, alegando por una reacción planetaria rápida y unitaria.

Consumismo

El Papa escribió en 'Laudato Si": "Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos".

No obstante, algunos intelectuales criticaron la encíclica, ya que no hace mención al sobrepoblamiento mundial y el uso de anticonceptivos, ya que la Iglesia Católica sólo permite métodos naturales, por lo que su pensamiento resultaría incompleto para otros problemas que aquejan a la humanidad.

Otro de los momentos más recordados en sus casi cinco años de apostolado está en su viaje a Lampedusa, una pequeña isla de Sicilia (Italia), donde murieron cientos de inmigrantes al hundirse en sus barcas.

El Papa Francisco exhortó al mundo: "¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas, de todos aquellos que viajaban sobre las barcas… Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto. La ilusión por lo insignificante, nos ha llevado la globalización de la indiferencia", dijo el líder católico.

El diálogo con otras religiones también forma parte importante de su misión apostólica.

Ya en su peregrinación a Tierra Santa, en 2014, Francisco realizó el denominado 'Abrazo de las tres religiones', donde sostuvo un encuentro con el rabino Abraham Skorka y el líder religioso musulmán Omar Abboud en el Muro de los Lamentos.

También en un encuentro en Turquía con grupos musulmanes a fines de 2014 dijo: "Sería más fácil si nos viéramos unos a otros como hermanos y hermanas viajando por el mismo camino", reflexionó en ese entonces.

Canonizados

El Sumo Pontífice también tiene en la actualidad el récord de santos canonizados con 883 en total, superando los 482 santos canonizados a lo largo de los 26 años de pontificado de Juan Pablo II.

Además en un solo día, y en una sola ceremonia, en la Plaza de San Pedro canonizó a los primeros 815 santos. También nombró a dos papas santos: Juan Pablo II y Juan XXIII, además de Sor Teresa de Calcuta.

Una cosa que ha llamado la atención del Pontífice es que hasta ahora no visita su tierra natal, Argentina.

Esta sería una decisión que tiene su origen en no querer intervenir en la política interna del país, una nación muy dividida entre el kirchnerismo y otras facciones.

Se dice que Bergoglio ve a su patria con una profunda división entre justicialismo y el gobierno, por lo que prefiere evitar su visita.