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Envejecimiento en Chile: cómo avanzar hacia una "Silver Economy"

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En términos de cambio demográfico, Chile se acerca a pasos agigantados a los países más desarrollados.

Las cifras del INE recientemente publicadas muestran un envejecimiento acelerado de la población chilena, una tendencia que se observa en países en desarrollo y aún más en las naciones industrializadas.

Si uno compara el desarrollo de la población chilena con la de Alemania, donde se estudia este fenómeno con mucha atención hace años, podemos ver que el proceso chileno va en la misma dirección, pero ocurre de manera aún más acelerada.

Este cambio demográfico, muchas veces se analiza solamente, bajo el punto de vista de los desafíos y costos que significa para la sociedad hacerse cargo de una creciente carga para aquellas generaciones más jóvenes y activas laboralmente. Se piensa inmediatamente en temas como pensiones y salud.

Sin embargo, este cambio demográfico acelerado podría traer nuevas oportunidades que aún no son visualizadas en toda su dimensión en los ámbitos de políticas públicas y del desarrollo de las mismas empresas.

Una mirada hacia estas nuevas oportunidades es lo que, en países europeos, como Alemania y Suiza, pero también en Estados Unidos y Japón, se resume en el concepto "Silver Economy", el cual se enfoca en aquellos ámbitos de emprendimiento empresarial que se basan en las nuevas necesidades de las generaciones mayores (aquellos de pelo blanco o plateado o "silver").

De hecho, las generaciones que requieren esta nueva oferta de servicios y productos adaptada a sus necesidades constituyen uno de los grupos poblacionales de mayor y más rápido crecimiento.

Estos espacios para un atractivo crecimiento productivo se refieren por ejemplo al sector salud con nuevas aplicaciones de la telemedicina, la asistencia médica remota y basada en la transformación digital, el desarrollo de nuevos fármacos, la biotecnología, nuevos sistemas de asistencia clínica y de cuidados en casa y hogares.

En el ámbito de la industria turística se requieren nuevas ofertas adaptadas a este grupo de la población que sigue interesado en formas de entretención y socialización aptas para sus condiciones específicas.

En el ámbito de la construcción también se requieren nuevas soluciones que permiten la combinación de espacios de vivienda independiente, asistida o semi-acompañada para esta creciente generación que no quiere estar aislada en hogares de ancianos tradicionales ni tampoco sentirse como carga en los espacios de vivienda de sus familiares.

Nuevas soluciones simbióticos de barrios que permiten la convivencia de todas las generaciones etarias, constituyen una nueva necesidad para las sociedades que parte desde la planificación urbana y sistemas de transporte, hasta opciones de comercio aptos para un fácil acceso y sencilla ubicación de los productos requeridos y nuevas ofertas gastronómicas.

En el sector de la alimentación, también se requiere una oferta especializada para las generaciones mayores que incluyen soluciones de fácil preparación, ingredientes específicos de complementación alimenticia, etc.

Observar estas y otras tendencias del cambio demográfico bajo el prisma de sus desafíos y por sobre todo, de sus oportunidades para pasar a políticas públicas y corporativas que las transformen en un nuevo impulso de desarrollo de nuestras economías, es clave para avanzar en este tema.

Mirar a países como Alemania, que llevan cierto avance y buscar adaptaciones rápidas a la situación local, pueden abrir para Chile una atractiva opción de crecimiento.

Gerenta general Cámara

Chileno-Alemana de

Comercio e Industria

Cornelia

Sonnenberg

Feliz acontecimiento para la antofagastinidad

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"Las piedras gritan al estrellarse con el aire, con el cielo que cae… Gritan, el Desierto de Chile grita, nadie diría que esto puede pasar; pero, gritan".

Con esa metáfora, escrita en el poema "Desierto" del Libro "INRI" 2003, del Premio Nacional de Literatura año 2000, de don Raúl Zurita, el señor Director , don Víctor Toloza, inició la ceremonia que, enmarcada en el Aniversario 111 de "El Mercurio de Antofagasta", celebró el lanzamiento de la II Edición del Libro :"Antofagasta, la Región que Soñamos".

Realmente una obra visionaria que simboliza nuestros sueños, como ideario de ruta de próxima realidad, que promueve a nuestra ciudad como la gran capital del Norte Grande, una región construida en el sueño de querer vivir juntos, respetar las diferencias y elevarlas en la búsqueda hacia el bien común, para una universal familia antofagastina feliz.

Una vez más, las piedras del Norte y sus gentes cantan, canto que es en realidad el lenguaje de nuestro entendimiento humano de nortinidad. Por ello, en ese mágico encuentro de lanzamiento, imaginé una frenética danza comprometida de los teatristas, folcloristas, bailarines, músicos, pintores, deportistas, educadores, gestores sociales, etc.; es decir, eran las piedras danzando con los más diversos y relevantes actores del quehacer regional, en las manifestaciones de la educación, cultura, arte, teatro, pintura, deporte, política y de la religión.

Efectivamente, una generación de visión común que intenta esfuerzos asociativos, para generar la ansiada ruta compartida inclusiva, diversa, cohesionada, integrada e íntegra, expresada desde las autoridades regionales, provinciales y comunales. Empresarios, activistas sociales, médicos, psicólogos, ingenieros, sociólogos, pintor, periodistas, arquitectos y educadores, entre muchos otros invitados; en que, todos juntos, bellamente hermanados, siembran el sentimiento de una antofagastinidad esencialmente humana y creadora.

Esta segunda edición, que coordina, conduce y nace desde el joven y talentoso periodista del Diario, don Daniel Contreras Palma, que tiene la certeza de que la tierra posee la virtud de soñar, la de echar a volar la imaginación, para fecundar a Antofagasta en sus sueños de desierto, costa y cielos, como símbolo de multiculturalidad que promueve ciudadanos justos, cultos y próximos con sentido de pertenencia.

En dicha edición, se disfruta la presencia escrita de todos quienes, en la belleza del lenguaje construyen, de-construyen y reconstruyen su ciudad y región con esperanzas y oportunidades para todos y que, asumen el desafío de ampliar la conversación e incorporar en el diálogo a los nuevos actores y autores inquietos y creativos que liderarán nuestra región.

Línea a línea, se descubre que todos los soñadores tienen en sus raíces, la memoria de sus antepasados y recuerdan permanentemente las experiencias y aprendizajes ya vividas, descubren las fortalezas del presente y trazan los anhelos de futuro. En cada palabra, se señala la importancia de generar alianzas para la sensibilización y transformación social en ronda fraterna de hermandad y voluntad de las agrupaciones e instituciones de diversa naturaleza,: es decir, existe un discurso colectivo de que, si se quiere concretar el sueño de una Antofagasta grande, diversa, creativa, innovadora, investigadora , creadora, no bastan las rentabilidades económicas y los aportes al ideario nacional, sino, necesariamente, se requiere la energía creadora de sus habitantes para diseñar una ciudad esencialmente humana y feliz.

Entre las páginas, que fluye de intenso aroma de nortinidad en cultura, emprendimiento, negocios, proyectos, energía e integración, se refleja que, nuestra Región de Antofagasta está palpitando para avanzar en los puntos comunes con Latinoamérica y el planeta Tierra. Como decía Andrés Sabella: "Antofagasta, puede ser una ciudad de paso; pero, un paso que obliga a dejar huella, como la huella que han dejado los pampinos, como las huellas del pueblo croata o chino, como las huellas que dejan en el choque de culturas de la religiosidad popular. En definitiva en nuestra ciudad transita, habita, permanece, respira y vive la América morena; Europa y, en rigor, por Antofagasta, transita el Mundo.

En este día y siempre expresamos: "Felicidades en vuestro aniversario 111 Diario El Mercurio de Antofagasta", y os decimos que, con esta edición ya comentada, queda tatuada en nuestra mente que, innegablemente la nuestra, será una ciudad que amaremos, soñaremos y disfrutaremos en la alegría de ser sus hijos.

Hijos de una ciudad donde todos nuestros hijos, nietos y futuras generaciones podrán seguir disfrutando de las aves migratorias, y a subir a los montes, encontrando flores en el desierto con las lluvias otoñales.

Entonces así como nacen las flores en el desierto, o como florece, el hermano de las piedras, el cactus milenario del desierto; también, todos nosotros, Antofagastinos de alegre identidad, floreceremos como mágica expresión creadora y más allá de ser Salar Grande y Escondrijo del Cobre, seremos:

La capital del Norte Grande y la soñada puerta infinita del nuevo mundo.

¡Gracias, Felicidades 2018 y siempre!

Doctor, magíster,

administrador, diplomado y

consultor educacional

Jorge Tapia Guerrero