Se va el año 2017 y en el balance cabe preguntarse en qué se avanzó y, por supuesto qué quedó pendiente. Y en esto último, un proyecto que de inmediato salta a la mesa es el relleno sanitario Chaqueta Blanca.
La esperada obra, emplazada a un costado de la Ruta 28, a seis kilómetros de la ciudad, completará un año más sin operar, pese a que el proyecto -en su parte gruesa- efectivamente está terminado.
Ocurre que, como se ha informado ampliamente en las páginas de este Diario, el nuevo relleno sanitario enfrentó este 2017 nuevas y complejas dificultades. Por un lado, se detectó que las obras de control hidráulico que la misma empresa concesionaria sumó al proyecto durante su etapa de evaluación ambiental, elevaban en más de 3 mil millones de pesos el costo de la iniciativa, recursos que aún se desconoce de dónde saldrán. Por otra parte, este mismo año se produjo la discusión respecto a las características del enlace que se debe construir para permitir el ingreso seguro de los camiones desde la Ruta 28 al nuevo relleno, algo que finalmente se resolvió mediante la exigencia de una pista de desaceleración en el lugar (como medida transitoria) y la construcción a mediano plazo de un paso bajo nivel con recursos que proporcionará el MOP.
Todas estas complicaciones, y otras que no viene al caso recordar, se tradujeron en reuniones, conversaciones, estudios y reestudios, los cuales finalmente no lograron el objetivo de tener el centro operando en el transcurso de 2017, como era la meta.
Hoy se da la paradoja que Chaqueta Blanca, en lo que tiene que ver con el relleno sanitario, planta de reciclaje y otros componentes principales, está en condiciones de operar, e incluso cuenta con los permisos de la Seremi de Salud. Sin embargo, mientras no resuelvan los puntos pendientes, la barrera de entrada no será alzada para los camiones recolectores.
Hace pocas semanas comenzaron los trabajos para habilitar la pista de desaceleración comprometida, y con esto el municipio espera poder finalmente echar a andar el relleno, se presume, en febrero, confiando en que la parte hidráulica no será exigible en los primeros años. Es de esperar que esto se concrete, para que Chaqueta Blanca sea una realidad, en los hechos.