Grafeno
Para los madrugadores, camino al trabajo, es común encontrarnos con inmensos buses que recogen trabajadores y las típicas camionetas rojas, en ambos casos infringiendo las leyes del tránsito; no señalizan, se detienen en cualquier lugar, las camionetas vuelan por la Avda. Costanera, en fin todo esto es parte de los avatares de ser la capital minera del mundo.
Más de alguna vez pensé ¿qué pasaría si se acaba la veta del cobre? Sucedería lo mismo que con el salitre sintético, gran descubrimiento que solo nos dejo ruinas de barros y esos inmensos ojos de tierra estéril que miran el diáfano cielo de la pampa.
En eso estaba cuando llegó a mis manos "Grafeno, ensayo y error ", una excelente reflexión escrita por el sociólogo César Trabucco y prologada por la filosa pluma del Sergio "Negro" Gaytán.
El texto, bien logrado, entretenido ameno y sarcástico , nos relata el pasado , presente y futuro de las vicisitudes de la explotación del rojo mineral y aunque es ficción, no deja de tener visos de realidad, provocando una sensación de incertidumbre .
El Grafeno, llamado el material del futuro, formado de carbono, con átomos dispuestos en un plano de forma hexagonal y con una aplicación inimaginable, es el culpable de este drama nacido de la pluma y la imaginación del sociólogo.
No me imagino nuestra región sin el cobre, ¿que será de las automotoras, sin los bonos de término de conflicto? Nuestros cirujanos ya no tendrán pechugas que afirmar, ni trastes que levantar.
Las líneas aéreas echarn de menos los vuelos llenos de faeneros hediondos a "copete", piropeando a las pobres sobrecargo. Y las chiquillas de los topless y las shoperias tendrán ofertas y "combos de promoción", por falta de clientela ¿ Habrán pensado Grim y Novoselov, descubridores del Grafeno, la tremenda cagada que pueden dejar, aquí al sur del mundo?
Algo perderemos en la ciudad, pero no todo, aún nos quedan las mal planificadas ciclovías, las calles con hoyos o eventos, como dijo algún siútico político, los perros vagos , y los basurales , porque el Grafeno no podrá con ellos.
Omar Villegas A.