Adiós al 2017
"La vida y el tiempo siguen su paso inexorablemente dejando sus huellas en nuestro ser y en nuestra alma".
Cada año nos parece que se va más de prisa. Todos comentan que pasan más rápido, sin embargo, lógicamente la duración es la misma; pero la "cultura de la inmediatez" nos hace ver el paso del tiempo cada vez más veloz. Están los que dicen que este año fue muy malo, por otro lado, otros señalan que fue el mejor de sus vidas, por una u otra situación, todos tendemos la mayor parte de las veces a escudarnos en situaciones ajenas para justificar nuestra propia responsabilidad, en lo que hacemos de nuestras vidas; a través de nuestro trabajo, nuestras acciones diarias y el personal aporte con nuestras familias y semejantes.
Nada es para siempre, a veces suele sonar cliché, cuando insistimos en lo muy valioso de aprovechar el tiempo y compartir en familia, entre amigos; joyas invaluables en esta "locomotora llamada vida". Vivir siempre en unión es más saludable, llegar a acuerdos nos hace sentir mejor, practicar la solidaridad nos hace más humanos, saber perdonar nos hace nobles, ser humildes nos hace más grandes; pero un año más se va; decimos adiós al 2017, ¿y cuánto de esto habremos realmente practicado en nuestras vidas? Cada uno debiéramos hacer una reflexión y en nuestro interior realizar un balance de "los más y de los menos", procurando que el próximo año "los más" sean aún mayores.
No debemos afirmar que todo tiempo pasado fue mejor, debemos hacer nuestra la premisa que todo tiempo es y será como nos esforcemos que éste sea.
Hay una cosa de la que yo estoy seguro; que sólo salvaré mi vida y el temor al paso de los años; amando sin medida; no juzgando tanto las acciones de los otros, dejando de lado los egoísmos y ocupándome de dar una mano a quienes más lo necesiten y que los únicos trozos de mi existencia que quedarán vivos para siempre en la memoria de mis cercanos, serán aquellos en que me ocupé de los demás, en querer y ayudar a todos en relación a mis capacidades. Debemos entender que cada día es empezar de nuevo, que nuestra recompensa con el paso de los años se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Pensar así nos saca de nuestro corazón cualquier sabor amargo.
Tal como dice una antigua canción: "Sonreír aunque nos duela el corazón, aunque hayan nubes negras sobre nosotros, sonreír nos hace sentir que aunque pasen los años; buenos o malos, esta vida es muy valiosa y una experiencia única, si tan sólo aprendemos a sonreírle..."
¡Feliz Año 2018!
Martín Bretón
Magíster en Educación