No es porque uno no escribe que no tiene nada que decir. Y no es porque uno no dice nada que no escucha a los otros expresarse. Libremente, sin retenida, pero dando la impresión para algunos que al fin y al cabo siempre repiten lo mismo, cual sea el tema, buscando siempre la misma finalidad. Justificarse. Validar lo que hicieron, lo que son, lo que piensan ser, lo que han sido o lo que esperan ansiosamente ser de nuevo… Es también increíble constatar que poco importa la edad de la persona, la mayoría de los sujetos tiende a analizar los eventos a través del prisma de la inmediatez, de lo instantáneo, del día a día.
Comparemos los resultados de la primera vuelta de 2009 y los del último domingo. Hace 8 años, Sebastián Piñera, único candidato de la derecha, obtenía el 44,06% de los votos, casi lo mismo que la suma de los suyos en esta oportunidad con los de J.A. Kast. Eduardo Frei, candidato de la Concertación en 2009, obtuvo un honorable 29,6%, casi lo mismo que la suma de las votaciones de los dos candidatos de la Nueva Mayoría.
Hace una semana, el Frente Amplio obtuvo el 20,3% de los votos. Marco Enriquez-Ominami hace ocho años el 20,14%. Y si sumamos la votación del Meo versión 2017 a las de los candidatos Artés y Navarro, obtenemos la cifra de Jorge Arrate en 2009.
Así, podemos razonablemente pensar que el comportamiento del electorado al igual que las propuestas políticas no han cambiado tanto y que nos mantenemos dentro de los mismos márgenes. Entonces… ¿nada sería novedoso? Obviamente que sí.
Las campañas del terror y la violencia de los debates, esencialmente en redes sociales, no pueden no interpelarnos y tienen que ver pienso yo con algo más "societal" que sociológico. Es decir, es el modelo de sociedad en el cual vivimos que produce ese tipo de fenómeno. Lo otro, es que el Frente Amplio no es el PRO de 2009.
Tiene un poco más de orgánica y más actores con poder; 20 diputados y un senador. Eso es el fruto de una estrategia que se dio a conocer durante el movimiento estudiantil, continuidad del movimiento pingüino, y que llega hoy en día a jugar un serio papel en las ligas mayores. A tanto quererse convencer que la lucha de clases es un concepto obsoleto, muchos son incapaces de ver la transcendencia de un movimiento social.
Pocos visualizaron, aparte de apuntar con el dedo los sueldos que perciben, cómo la vanguardia de ese mismo movimiento se fue transformando y consolidando. La política se resume en gran parte en la correlación de fuerzas entre los que están afuera y quieren entrar y los que están adentro y no quieren salir. Esto ha sido, es y será siempre así.
Es uno de los motores de la Historia, de la cual Chile no está excluido.
La información mueve los mercados. Sin información potente, se van creando las condiciones para mercados imperfectos que no optimizan el bienestar social. Cuando una institución pública o privada informa sobre sus planes; cartera de proyectos; requerimientos para su operación; desafíos operacionales; necesidades de estudios; etc., está haciendo un aporte valioso a la economía potenciando las capacidades del mercado para reaccionar, aprovechar y aportar a esos planes, proyectos y necesidades. En efecto, con esta información, por ejemplo, emprendedores y profesionales pueden constituir empresas para responder a estos nuevos requerimientos. También, emprendedores o empresarios consolidados, con esta información, pueden innovar para potenciar su oferta. Ideas, emprendimientos, innovación, alianzas, nuevas ofertas, etc., serán frutos de la información. En suma, la información expande las fronteras de posibilidades y juega un rol promotor del emprendimiento, la innovación, los negocios y el crecimiento.
Hace algunos meses recibimos la muy buena noticia que BHP había aprobado una inversión de US$ 2.460 millones para el proyecto Spence Growth Option (SGO), cuya materialización significará extender la vida útil de Spence en 50 años.
La Región de Antofagasta, donde están localizados estos recursos a explotar, está llamada a capitalizar de manera preferente las oportunidades asociadas a un mega proyecto como éste. La experiencia enseña que una muy buena coordinación entre los distintos actores involucrados es fundamental para maximizar regionalmente los beneficios de estas inversiones.
Consistente con todo lo anterior y como un muy buen ejemplo, esta semana los ejecutivos de BHP-Spence y del proyecto SGO realizaron en Antofagasta una detallada y sustantiva presentación de las distintas dimensiones del proyecto SGO. Esta valiosa información fue compartida principalmente con las empresas proveedoras regionales. En esta presentación fueron explícitas la disposición de la empresa y las directrices para los grandes contratistas para incorporar a empresas proveedoras instaladas en nuestra región. Más de 300 empresarios y ejecutivos que repletaron la sala fue la demostración concreta del interés y disposición de las empresas proveedoras para identificar oportunidades y así poder evaluar y preparar ofertas de valor para el proyecto SGO.
Esta exposición y diálogo entre un proyecto minero tan importante para la región y el país y, las empresas proveedoras regionales, es una muy buena práctica y ejemplo concreto del modelo de creación compartido; es decir, "prácticas operacionales que mejoran la competitividad de una empresa a la vez que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde opera".
La batea
Cristian Zamorano Guzmán
Doctor en Ciencias Políticas y académico Universidad de Antofagasta
Fernando Cortez Guerra
Gerente general Asociación de Industriales de Antofagasta