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Patricio Núñez Henríquez

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Hace algunos días nos dejaste para ir a encontrarte con "Jaime Salazar, Germana Fernández y al espíritu machu" como tú lo escribiste en tu libro "vivir y morir en los Andes: reflexiones" (2005).

No me referiré al "arqueólogo, profesor o investigador" porque la mayoría conocemos su trayectoria profesional, sus tantas publicaciones y estudios sino me referiré a Patricio como persona y su gran calidad humana: su sencillez y bondad condiciones que formaban parte de su ser y con esa imagen nos dejó. Le recordaremos como el símbolo de la amistad, naturalidad y confianza. Creo representar la opinión de la generación de sus alumnos de la Escuela de Arqueología de la Universidad del Norte de la década el 70, los cuales nos convertimos en sus colegas.

Nos dejó a amigos, colegas y familia para ir, quizás, en busca de una respuesta a las tantas interrogantes que formulabas. Reflexiones y análisis que siempre te inquietaron "¿Qué es la vida? ¿Cómo se entendía la vida y la muerte en el pasado prehispánico? ¿Qué hicieron para vivir? ¿Cómo enfrentaron la muerte? ¿Qué relación había entre la vida y la muerte? ¿Se vivía para morir, para vivir la vida o para vivir otra vida después de la muerte?". Quizás hoy ya descubriste primero que nosotros este gran dilema que ha inquietado a la humanidad desde que el hombre es sapiens.

Tu análisis arqueológico no se limitó a la descripción de las evidencias culturales, sino iban más allá, donde las reflexiones te llevaban a indagar en lo más profundo de los objetos, realizando análisis de las estructuras socioeconómicas, de género, políticas y organizacionales de las comunidades ancestrales, motivando discusiones por el conocimiento del hombre que habitó nuestro norte grande en temas específicos, como el poder, patriarcado, división sexual y social del trabajo, también las concepciones filosóficas de nuestras comunidades andinas.

Nos dejaste tantas enseñanzas, pero también sembraste dudas e inquietudes. Gracias, querido Pato.

Hasta siempre profesor, amigo y maestro.

Nancy Montenegro Toledo

Jóvenes privados de libertad se expresan a través de la pintura

EXPOSICIÓN. Sentimientos como la ira, la alegría, la familia y el encierro son transmitidos en los cuadros.
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Doce conmovedoras obras creadas por jóvenes privados de libertad del Centro de Internación Provisoria de Antofagasta, componen la exposición denominada "escapaARTE", que se presenta en el Centro Cultural Estación.

Los expositores, de entre 15 y 18 años, participan en un Taller de Arte impartido por el Sename, el cual les ha permitido expresarse y mostrar algunas de sus vivencias a través de colores y figuras.

La ira, la alegría, la familia y el encierro son algunas de las temáticas que los jóvenes evocan en sus pinturas.

Este proyecto nace para incentivar a los menores a practicar el arte, de manera que puedan encontrar en él una especie de liberación de expresión.

Taller

El taller se creó el año 2015 y en él participan adolescentes que se encuentran a la espera de una condena en el Centro de Internación provisoria.

Los jóvenes no sólo se desenvuelven en esta actividad, sino que también participan en intervenciones psicológicas y clases que crean una rutina diaria, dejando la parte artística como una oportunidad recreacional y de esparcimiento que les permite desarrollarse como personas.

Para el grafitero e impulsor del taller, Mauricio Contreras, más conocido como "Zike", asegura que a través de las expresiones artísticas se pueden generar cambios y dar paso a la reinserción social.

"En el arte se puede generar un cambio, una expresión de libertad que muchos no tienen y que aquí pueden encontrar. Los cambios se han reflejado en cuanto a la técnica que han adquirido año tras año, saben reconocer qué significa cada color y cómo utilizarlo y además la manera de desenvolverse en esta área", explicó.

Exhibición

Zike además destacó que en esta oportunidad, la exposición realizada por 12 menores estuvo pensada desde mayo y su propósito era trabajar en base a sus propios sentimientos.

"En esta muestra lo llamativo es que hemos trabajado con conceptos que los mismos jóvenes expresan, y todo eso lo han plasmado a través de los cuadros", afirmó.

Ya suman cuatro exposiciones, incluyendo la iniciativa que se desarrolla en el Centro Cultural Estación. Todas ellas abrieron las puertas a estos jóvenes para mostrar su talento abiertamente a la comunidad.

La coordinadora del centro cultural, Carla Julio, sostiene que las pinturas generan una reflexión en el público y esto los lleva a un mejor entendimiento de la situación que viven los adolescentes.

"Esto permite que las personas se den un tiempo a sí mismas para pensar y poder ponerse en los zapatos de los demás, en este caso niños adolescentes que por distintos contextos fueron excluidos de nuestra sociedad", aseveró.

Carla Julio además recalca la importancia de este tipo de iniciativas para cambiar la vida de un menor.

"Las posibilidades que se les da en los talleres son grandes, tanto para una posible reinserción social a futuro, como para el alma", manifestó.

La muestra estará disponible hasta el 22 de diciembre d en las dependencias del Centro Cultural Estación, ubicado en Bolívar con Washington.

La entrada es gratuita y se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 13 horas, y de las 14 hasta las 18 horas.