LA REGIÓN QUE SOÑAMOS EN NUESTRA TIERRa
SANTO ANTONIO, Caballero del Ancla, Tú que viajaste desde la vieja Europa, para habitar casi un siglo nuestra tierra desnuda de verdores, os cuento con alegría que hoy, mis y tus gaviotas cactianas, detienen su vuelo y con sus alas de ilusión, se posan en mi espíritu de nortinidad para invitarme a recorrer las páginas de la Primera Edición del Libro (2016): "ANTOFAGASTA, LA REGIÓN QUE SOÑAMOS".
ANTONIO DE LAS ALTURAS, porque tú cantaste a nuestro desierto y sus gentes; porque tú soñaste con una Antofagasta grande en su educación, su salud y su calidad de vida, os cuento con alegría que cada línea de las 83 páginas del libro en mis manos, descubro en el pensamiento de destacados personajes de nuestra región, nuestro Sueño, que, mágicamente, se va tatuando en los cielos del norte.
ANTONIO DE LA EJEMPLARIDAD HUMANA, os cuento que sus reflexiones y propuestas, se traducen en un visionario ideario que traza la ruta, en aparentes utopías, plenas de bello realismo, para los destinos de nuestra región. Esperanzador porque, aunque tantas veces, en el río furioso de nuestro tiempo, se cierran las ventanas de luz del arco iris universal, la presentación del presente libro por el señor director de El Mercurio de Antofagasta, don Víctor Toloza Jiménez, apaga exclusiones titulando "PARA TODOS". Nos dice "desde la emoción y el corazón que, quienes habitamos esta tierra, debemos forjar la esperanza de la existencia para el desarrollo y, tener conciencia que, el nuestro, debe ser el triunfo enorme de las virtudes del ser humano, para que nuestro sueño de una Antofagasta mejor, sí sea una próxima y fecunda realidad".
ANTONIO, HERMANO POETA DEL NORTE, ¿Sabes? Esta obra da vida a las piedras que, con profundidad, hablan desde el alma de nuestro norte de toda la vida, mientras sus páginas se inflaman de sal y sol. Leer el libro, es sentir que se estremece el sonido de nuestro propio sueño, en las palabras de sus autores, quienes declaran que, aunque nuestra "Antofagasta no surgió del alero de una fuente de agua o de un río, ni gozamos los favores de algún gobierno o de algún líder"; no obstante ello, nos invita a continuar el ciclo de esfuerzo y sacrificio para que todos, anhelemos quedarnos en nuestra tierra y sentir que aquí hay suficiente espacio para nuestros sueños, para desarrollar industrias, que soporten un crecimiento económico alternativo, para no revivir los fantasmas del salitre, hoy cementerio pleno de cruces torcidas por el olvido y el silencio.
ANTONIO, como tú nos enseñaste, los distintos columnistas del presente libro, nos dicen que nuestra Antofagasta, escondrijo de cobre, se extiende un abanico generoso de oportunidades en una visión de grandeza para el Norte Grande, como la soñaran nuestros líderes como tú: José Santos Ossa, Juan "Chango" López, Maximiliano Poblete, José Papic, Jonás Gómez Gallo, Antonio Rendic, Andrés Sabella y tantos otros, que nos enseñaron que un futuro mejor es posible.
ANTONIO, POETA INMIGRANTE, hoy, cuando surgen las certezas e incertezas en el tema migratorio, esta obra nos enseña la inmigración bien llevada es un efectivo aporte y, allí, en ese preciso momento recordé el gigante y eterno aporte de las colonias extranjeras al desarrollo de nuestra tierra, porque nos enseñaron, como tú, que, en pleno desierto, se puede encontrar la clave para hacer germinar y florecer la alegría de vivir
ANTONIO, HOMBRE BUENO, en la medida que me acerco al final, con mis letras de rimas y ritmos como artesanas del alma, confieso que:
¡HOY REAFIRMO EL SENTIMIENTO DE CIUDADANO DE LA REGIÓN DE ANTOFAGASTA, Y ME DECLARO CIUDADANO DE NUESTRO NORTE AMADO!