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La violonchelista antofagastina, Macarena Vía Castillo, con sólo 27 años, ha pisado varios escenarios a nivel nacional e internacional. Su gusto por la música comenzó desde pequeña. Estudió en el Liceo Experimental Artístico, se perfeccionó en la Escuela de Música del Teatro Municipal de Antofagasta y se integró a la Orquesta Sinfónica desde los 15 años.
Al salir de enseñanza media, ingresó a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Hoy está cursando el segundo año en la Academia Orquestal del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina.
La joven se encuentra en estos días en la ciudad, ya que fue invitada a participar como solista en un concierto de Sol Mayor para Violoncello y Orquesta de Cuerdas de Antonio Vivaldi, realizado en el Teatro Municipal de Antofagasta.
Debut
¿Cómo recuerda la primera vez que tocó frente a un público?
-A los 14 años se me dio la oportunidad de tocar de solista en la Orquesta Sinfónica como uno de los jóvenes talentos de la Escuela de Música. Fue más o menos terrible emocionalmente, porque fue mucha la presión y los nervios, sin embargo, transmitir lo que uno preparó con tanto esfuerzo y que te digan: "que bonito lo que hiciste", borra todo lo malo, todas esas desconfianzas que tuve.
¿Cuándo comenzó a estudiar o desde niña se imaginó que iba a llegar donde está hoy?
-Yo creo que sí, todos los que nos dedicamos a esto siempre que pensamos en el futuro, nos imaginamos tocando en el teatro donde uno estudió o en el teatro de Santiago por ejemplo, que es uno de los grandes teatros de Chile. Siempre uno se proyecta y se ve en ciertas circunstancias que son soñadas, que también creo que es parte del trabajo.
¿Cómo se dio la oportunidad de irte a la Academia Orquestal del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón en Argentina?
-Todo partió porque me sentía un poco frustrada porque aquí no habían muchas oportunidades para desenvolverse. Ahí partió la curiosidad y me presenté a las postulaciones y dio la casualidad que se dieron las cosas como quería, así que me fui para allá. La carrera dura dos años y ahora en diciembre termino.
¿Entonces, seguirá realizándose como profesional allá?
-No, por el momento me regreso para estar con mi familia y pagar las deudas de estos dos años, que son muchas. Además para estar con mis amigos, con la Escuela de Música de Antofagasta, con mi directora y poder hacer cosas acá, y así mostrar lo que he avanzado y lo que he aprendido.
Gratuidad
¿Cuál crees que es la principal diferencia en la educación musical de ambos países?
-Yo creo que la diferencia abismal es que la educación es gratis allá, por eso me tuve que ir, porque aquí en Chile tendría sólo para vivir, alimentación transporte y alojamiento, pero en Argentina puedo vivir sólo con eso y estudiar. Aquí no se puede hacer ambas cosas, si fuera así no hubiese tenido la necesidad de irme.
¿Cómo influye este factor en la cultura musical?
-Se nota que la educación en Argentina es mucho más equitativa y por lo mismo la gente es más educada, se interesa más y hay mucho apoyo a la cultura. Hay muchas orquestas, bandas, grupos de cámara etcétera, es mucho el movimiento que existe en Buenos Aires, hay oportunidades para todos.
¿Entonces a un músico le es más fácil realizar su carrera en el extranjero que acá?
-No lo sé, porque el músico en general se forma por la familia, de ahí se sustenta, entonces si no hay apoyo familiar es casi imposible que se pueda desarrollar. Cualquier persona que se dedica al arte lo hace con apoyo de la familia y de acuerdo a tus posibilidades económicas, puedes realizar tu carrera en el extranjero.
Bajo este punto de vista, ¿cómo siente que ha sido el apoyo de su propia familia desde que comenzó en la música?
-Yo no podría hacer esto si no fuera por ellos, además como mi familia es de músicos, es algo natural. Mi hermano igual estudió música y ahora es fagotista de la Orquesta Sinfónica en Santiago, y como ya había una experiencia, cuando dije que quería estudiar, mis papás me dijeron que sí y que harían mejor las cosas para no perderme tanto tiempo.
¿Alguna vez dudó?
-No lo dudé, pero sí muchas veces quise dedicarme a otra cosa, porque no tenía trabajo, no tenía estabilidad económica. Por un tiempo decidí estudiar diseño y vestuario, y me sirvió bastante porque me pude solventar con eso, pero siempre trabajando para poder desarrollarme en la música, jamás pensé en dejarla.
Sobre los estudios en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y que decidiste congelar, ¿los retomarás a tu regreso?
-Quiero sacar el título de intérprete o licenciatura, pero lo veo difícil acá en Chile porque si me devuelvo a Santiago, la carrera es muy cara y además no hay dónde trabajar, entonces es complicada la situación. Me quedarían cinco años, hice seis hasta ahora.
"La diferencia abismal entre la educación musical de Argentina y Chile, es que allá es gratis. Allá gastaba sólo para vivir, acá se gasta el doble entre vivir y estudiar""