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ENTREVISTA. Hernán Rivera Letelier, y el cierre del Café del Centro:

"Este café es una fuente de inspiración, aquí nacieron cinco de mis novelas"

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Nathalie Varas Centellas

Al mediodía de hoy el ya tradicional Café del Centro, cerrará para siempre sus puertas, luego de 13 años de funcionamiento en el corazón del Paseo Prat.

Será un momento duro para sus fieles clientes, entre los que se cuentan políticos, oficinistas y también el escritor pampino Hernán Rivera Letelier, quien ha hecho de este local su gran espacio para encontrar la inspiración.

Rivera, de hecho, reconoce sentirse "huérfano" por el inminente cierre del café. Y es que cada mañana camina hasta el local y se sienta en la mesa que tiene reservada y que nadie más que él puede usar.

Este espacio lo vio crecer como escritor y persona, además de ser la cuna de cinco de sus obras, pero todo eso cambiará hoy cuando se recojan las mesas, se cierren los toldos y baje la cortina del local.

¿En qué momento comenzó su historia con el Café del Centro?

-A este café yo estoy viniendo desde que se abrió. Lo que más me gustó fue la ambientación, ya que era con elementos pampinos, además que el dueño era don Floreal Recabarren, uno de los historiadores más grandes del norte de Chile. Y lo tercero porque me pareció innovador que pusieran mesas en la calle. Eso en Antofagasta no se había hecho nunca.

¿Qué es lo que lo distingue de otros locales de este tipo?

-Este fue el primer café que puso una terraza. Yo soy un convencido que a la ciudad le falta la cultura del café con terrazas en las calles, porque eso le da un aire cosmopolita. Si tú vas a Buenos Aires o París, está lleno de esos locales.

¿En qué momento este lugar comenzó a ser parte de su rutina?

-Desde la primera vez que vine, comencé a hacerlo todos los días, a menos que viaje. Siempre en la mañana, a veces en las tardes, pero vengo sagradamente durante la mañana y lo que generalmente consumo es té.

¿Cuál era la principal razón que lo motivaba a venir todos los días?

-Uno viene aquí a distintas cosas: uno, a tomar café; dos, a conversar con tu amigo; y tres, a inspirarte, escribir o pensar en filósofos. La cuarta razón y que mucha gente no se da cuenta, es el gusto de mirar gente pasar. Yo desde muy niño me sentaba en las calles a ver pasar gente y sacar su historia, según el rostro o la expresión que llevaba.

¿Aquí nacen sus personajes?

-La mayoría de mis personajes los construyo desde la gente que he conocido durante toda mi vida, en la infancia en el trabajo, en todos los países que he visitado y, por supuesto, gente que he conocido acá también. Además, aquí nacieron cinco de mis obras.

¿Entonces qué significa este espacio para usted?

-Inspiración. Vengo porque el ambiente me gusta mucho y además porque la atmósfera del café me inspira. Además soy de los que cree que el escritor no debe perder nunca el contacto con la gente, hay algunos que se inspiran en personajes de papel y yo al contrario, escribo inspirado en la gente de verdad.

¿Alguna inspiración que le agradezca a estas paredes?

-Una de ellas es "La Contadora de Películas", que se me ocurrió aquí conversando con un amigo, y esa fue una obra que me llevó a los cinco continentes, traducida a 21 idiomas. La segunda es "El Arte de la Resurrección", novela con la que me gane el Premio Alfaguara en España, entonces estos son recuerdos imborrables.

¿Cómo llegó a reservarse un lugar sólo para usted?

-Esto se le ocurrió al dueño (Floreal Recabarren), no fui yo, sería demasiada la vanidad si hubiese pedido que me pusieran una placa aquí, y se le ocurrió porque empezaron a ver que acá llegaba mucha gente preguntando por mí, incluso del extranjero llegaba gente con el dato que aquí me encontraba, además que en todas las entrevistas yo hablaba de este café.

¿Alguna anécdota que recuerde?

-Hay una anécdota muy simpática, en esta mesa estaba un día escribiendo concentrado y el café estaba llenísimo, y todo el mundo reía y hablaba a gritos. En eso un tipo se me acerca sorprendido diciéndome "don Hernán, ¿usted puede concentrarse con toda esta bullanga que hay aquí? Y yo le respondí sin levantar la cabeza y escribiendo "siempre que no venga un hueón y me hable".

¿Cuál será su nuevo espacio de inspiración luego del cierre?

-Yo me imagino caminando por las calles como zombi buscando un café. Voy a quedar huérfano, hasta que encuentre otro café nomás, o si no me instalo yo con mi propio café.

"Tendré que buscar un nuevo lugar. Voy a quedar huérfano hasta que encuentre otro café nomás, o si no me instalo con mi propio café". "La atmósfera del café me inspira. Uno viene aquí por distintas cosas. Uno, tomar café. Dos, a conversar con tu amigo y tercero, para inspirarse y escribir"."