Eugenio Sugg Gálvez
Un total de 120 trabajadores -entre supervisores, operarios y mantenedores- serán desvinculados de Minera Escondida. Así lo comunicó ayer la compañía operada por BHP, la que justificó su decisión en un proceso de revisión de su situación operacional.
"Minera Escondida ha implementado un plan de racionalización que afecta alrededor del 3% de su dotación, lo que equivale a cerca de 120 trabajadores. Esta racionalización incluye tanto a Supervisores y Staff como a Operadores y Mantenedores", informó la compañía en un breve comunicado enviado a los medios.
Y agregó que "ha debido tomar esta decisión luego de una evaluación crítica sobre su situación operacional, procesos y recursos necesarios para dar cumplimiento a sus actividades productivas de manera segura y sustentable en el tiempo".
La noticia ya había sido difundida internamente por la administración durante la mañana, lo que provocó la inmediata reacción de la directiva del Sindicato N°1 de Trabajadores, cuyo presidente Patricio Tapia, se desplazó hasta la faena ubicada a 170 kilómetros al sureste de Antofagasta.
"El sindicato se está ocupando, conteniendo a las bases y consensuando las directrices, sin descartar ningún tipo de medida", comentaron desde la organización sindical.
Inquietud
La decisión anunciada ayer por Minera Escondida venía rondando desde hace varias semanas al interior de la empresa. Sin ir muy lejos -y dado los rumores que corrían en la minera- el 19 de octubre pasado la directiva del Sindicato N°1 envió una carta al presidente de la compañía donde la exponían la inquietud de los trabajadores ante esta posibilidad.
En la misiva la directiva sindical recordó a Mauro Neves -actual presidente de Minera Escondida- "las graves dificultades que significó el plan de retiro del año 2015, mediante el cual se forzó a una importante cantidad de trabajadores, muchos de ellos con diversas enfermedades, a desvincularse de la empresa. Además, le recordamos la escasez de personal en diversas áreas que hacen inviable la disminución de trabajadores".
No obstante, en su respuesta -difundida el 6 de noviembre en la página web del sindicato- la compañía negó su intención de implementar un nuevo plan de retiro voluntario.
"Recibimos una carta de la directiva sindical donde se expresan una serie de inquietudes referidas a una posible implementación de un programa de retiro voluntario. Al respecto les señalo que la Compañía no tiene definida la implementación de esa medida y que mantendrá la aplicación ordinaria de los planes de egreso por edad o por enfermedad incapacitante pactados en los instrumentos colectivos, lo anterior, en base a las condiciones, cupos y requisitos que determinan las posibilidades de acceso a estos beneficios", decía el documento.
En rigor, lo que planteó la compañía en su respuesta es correcto, toda vez que los egresos anunciados no se concretarían bajo una modalidad especial ni con beneficios adicionales a los que ya estén acordados con los trabajadores.
Compleja negociación
Los despidos anunciados ayer por Escondida suponen un nuevo capítulo de conflicto entre la compañía y su Sindicato N°1, con el cual debe volver a negociar a partir de junio, después de la extensa huelga de 44 días que culminó a fines de marzo con el sindicato acogiéndose al artículo 369 del Código del Trabajo que prolongó el contrato colectivo por 18 meses. Hasta anoche, no había claridad respecto de las acciones que emprendería la organización que ya había anunciado que no aceptaría despidos de sus socios considerándolos "como una práctica antisindical persecutoria tras la última negociación".