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Áreas verdes y áreas azules

"Debemos reforzar el valor de nuestro recurso marino y las actividades que se pueden realizar en torno a éste".
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Siempre se establece una relación directa entre calidad de vida y áreas verdes. Mientras más áreas verdes, mejor calidad de vida. Por esta razón, incluso la organización mundial de la salud establece y recomienda 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Según esta norma, la ciudad de Antofagasta está muy al debe porque solo tiene 1,6 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.

Sin duda, este paradigma "verde vida", deprime a las zonas más desérticas por lo difícil y costoso que les resulta avanzar en mayores áreas verdes para la comunidad. Creo que, con todo lo positivo que es avanzar en mayores áreas verdes, no debemos caer en el juego de encerrarnos en este paradigma.

Es cierto, tenemos pocas áreas verdes en términos relativos, pero tenemos un muy azul y riquísimo mar y borde costero. Si en vez de áreas verdes calculáramos la cantidad de metros cuadrados de mar por habitante, nuestra posición cambia considerablemente. De acuerdo a cifras entregadas por la Gobernación Marítima de Antofagasta, la relación entre las millas náuticas correspondientes a los límites comunales y la cantidad de habitantes de la ciudad, revelan que contamos con 7.977 m2 de áreas azules por habitante.

Debemos reforzar el valor de nuestro recurso marino y las actividades que se pueden realizar en torno a éste. En el último mes hemos recibido dos noticias que confirmar el enorme valor de nuestro mar, particularmente, en este caso, en la dimensión del turismo profesional y de negocios.

Por un lado, recibimos la visita de los directivos de la Sociedad Mundial de Acuicultura, quienes están evaluando a Antofagasta como posible sede de su congreso latinoamericano para el año 2021. Este tipo de eventos permite el intercambio de conocimientos y experiencias entre expertos internacionales y profesionales locales potenciando el crecimiento del sector. Por otro lado, nos confirmaron que nuestra ciudad será sede del I Encuentro Latinoamericano de Fotografía Submarina, Fotosub 2018, evento que llega para relevar el valor de nuestros recursos marítimos desde el punto de vista de la fotografía artística. Dicha actividad también potenciará el desarrollo de esta práctica entre aficionados y profesionales, así como también permitirá poner nuestros recursos subacuáticos en vitrina a nivel internacional.

Nuestras "áreas azules" son una riqueza que debemos valorar y aprovechar para nuestra mejor calidad de vida. Termino citando al actual y famoso alcalde de Bogotá, Enrique Peñaloza, quien invitado por Creo Antofagasta señaló: "una ciudad con mar tiene un tesoro".

Fernando Cortez Guerra

Gerente general Asociación de Industriales de Antofagasta

Desafíos políticos para el desarrollo

"Se requiere una institucionalidad que asegure la gestión de infraestructura pública proyectada al futuro".
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En estas elecciones elegiremos nuevas autoridades y un nuevo gobierno. En ese contexto el gremio constructor tiene una visión ante el desafío conjunto de mejorar las condiciones de vida de los habitantes del país y por supuesto de las regiones.

La construcción es una de las principales actividades económicas, con 30.000 empresas que dan trabajo a 750 mil personas, aportando cerca del 7% del PIB nacional. En consideración y dado los desafíos que enfrenta el país, nuestro gremio ha elaborado un documento que contiene reflexiones y propuestas para dinamizar la actividad de la industria y para contribuir al progreso de la sociedad en su conjunto.

En materia de vivienda es necesario seguir reduciendo el déficit habitacional que a nivel regional supera las 22 mil, de las cuales más de 17 mil corresponden a vivienda social. Es necesario también mejorar la focalización del gasto público con énfasis en la erradicación de los campamentos, y diseño de una política habitacional flexible que ofrezca distintas alternativas de acuerdo al ciclo de vida de las personas, como subsidios de arriendo para los jóvenes y subsidios acotados que fomenten la movilidad de quienes puedan cambiar su vivienda por otra mejor.

Debe seguir fortaleciéndose el trabajo colaborativo público-privado en que el Estado no compita con los privados y resguarde la certeza jurídica en los proyectos de inversión. Los efectos del crecimiento de la ciudad ameritan precisar estándares urbanos mínimos, socioeconómicamente transversales, en materias como infraestructura urbana y de transporte, equipamiento, áreas verdes y servicios. Con esto también acordar un nuevo sistema de planificación urbana con visión de largo plazo, garantizando la disponibilidad de suelo para oferta habitacional a la clase media.

Además se requiere una institucionalidad que asegure la gestión de infraestructura pública proyectada al futuro que permita materializar proyectos estratégicos mediante el sistema de concesiones.

Por último promover la descentralización a través de un marco normativo e institucional, donde las regiones puedan decidir su destino con sus propias visiones de desarrollo atrayendo la inversión privada. Y desde luego avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa con estrategias activas diseñadas por el sector público y privado, apuntando a mayor inclusión de mujeres, jóvenes y población inmigrante.

Las regiones tenemos que asumir nuestra responsabilidad en definir nuestras vocaciones productivas y visiones de desarrollo mirando al futuro, mediante la elaboración de estrategias y planes concretos para lograrlo. Antofagasta se enfrenta hoy a esa discusión en la que debe plantearse si se proyecta como una ciudad portuaria, de servicios, minera, turística o industrial. Para ello es clave el diálogo permanente entre los distintos organismos del servicio público-privado y la ciudadanía, después de todo lo que está en juego es el destino de todos y todas los que habitamos la zona norte del país.

Andrew Trench Fontanes

Presidente Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta

Una mirada al Chile de hoy

Chile cambió, es obvio, pero no todos los actores políticos parecen haber entendido hacia dónde se dirigió ese cambio. Ocho candidatos a la Presidencia de la República, salvo casos puntuales, tienen más cosas en común, pero se han empeñado en enfatizar sus diferencias. Lo malo ha sido el poner en discusión todo lo obrado.
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Mucho se ha escrito de la jornada de hoy. Los candidatos han mostrado sus propuestas, aquellos que postulan a la Presidencia, la Cámara de Diputados y al Consejo Regional, de modo que sólo se espera la respuesta y participación de la ciudadanía.

Decir que Chile ha cambiado es caer en una obviedad, pero ello no parece haberse entendido, o fue mal comprendido por algunos actores políticos que siguen realizando una errada lectura de la actual sociedad nacional.

La modernidad cayó potente sobre nuestro país y así también se han derrumbado muchos mitos que nos acompañaron por varias décadas y siglos. La caída de las instituciones no tiene que ver sólo con los escándalos de corrupción y delitos que han enfrentado personeros de la élite y varias instituciones; también se relaciona con el avance de una mirada más global, menos presionada por la costumbre, más dispuesta al riesgo, más individualista, más identificada con el consumo.

El chileno, más definido con lo secular, aparece más consciente que su esfuerzo es determinante para construir su futuro. Pero tampoco es un ente insensible de aquello que le rodea. En efecto, tanto como se valora la libertad individual, el emprendimiento, se apoya que el país tenga una red de protección social que cuide y proteja a personas y familias. En definitiva, cambios sustantivos, que seguirán presentes y que son producto de la potente apertura local al mundo.

Por no dicho, parece mentira: La sociedad nacional es la más rica de la historia, la más conectada, la más educada, la que tiene más oportunidades. Ya no somos una sociedad agraria, ni siquiera del todo minera, sino una más vinculada a los servicios.

¿Qué se juega Chile hoy?

Probablemente esa mirada del presente, del pasado y del futuro. Una discusión que comienza con los "autocomplacientes" y "autoflagelantes" y continúa hasta hoy entre quienes, ante un mismo fenómeno, tienen visiones tan sorprendentemente distintas.

No es poco lo que discutimos en esta jornada y con un acto tan simple, pero tan ciudadano.