El país enfrenta una situación delicada y difícil de entender. Se trata del creciente endeudamiento asumido en los últimos años y que tiene su origen en el rompimiento de la regla fiscal y un mayor gasto.
Aunque por estos días se escuchan las versiones de varios candidatos presidenciales que sostienen que el país tiene espacios para incrementar su deuda, las cifras dan cuenta que eso no es aconsejable. A la fecha, el monto supera los US$61.500 millones y sumaría otros US$9.500 millones el próximo año, según el proyecto de Presupuesto 2018.
El monto es una cosa, pero otra los intereses causados por lo anterior. En efecto, una de las mayores dificultades del asunto tiene que ver con las dificultades del Fisco en el pago de intereses, los que han crecido en forma exponencial los últimos años.
De acuerdo al escenario adelantado por la Dirección de Presupuestos, el Gobierno siguiente deberá desembolsar más de $ 7,5 billones, unos US$ 12.081 millones con el actual tipo de cambio, solo por concepto de intereses.
Son factores de este tipo los que han golpeado las finanzas nacionales y han tenido un impacto en la rebaja de la clasificación internacional, que en la práctica implican elevar el riesgo crediticio del país, lo cual perjudica a empresas y personas.
Vale decir, Chile está más endeudado, paga altos intereses por ese monto y los trámites futuros podrían ser todavía más costosos debido al deterioro de su clasificación.
Si una cosa ha hecho bien Chile durante los últimos años es que el manejo de sus finanzas ha sido serio, programado y cauto. Así, el país logró controlar la inflación, incentivó la inversión, fue severo en los gastos y promovió el crecimiento.
Hoy es indudable que algunos de tales aspectos están tocados, ya sea como efecto de situaciones internacionales o internas y eso ha tenido efecto sobre las finanzas públicas y el erario fiscal.
Independientemente del futuro gobierno, esta será una materia que deberá abordarse de manera rápida. Sin caer en dramatismos. Lo mejor es que Chile comience a ordenar sus cuentas a la brevedad.