Próxima a llegar la hora de la verdad, la última encuesta CEP ratificó que si Sebastián Piñera no es elegido directamente el 19 de noviembre, obtendrá por amplio margen la primera mayoría, doblando en votos a quien debiera llegar segundo: Alejandro Guillier. La lógica indica que debiera haber una segunda vuelta entre ambos. En esa instancia, según algunos analistas, se producirá el "todos contra Piñera", que estrechará las distancias.
Personalmente, tengo mis dudas. Por de pronto, los votantes de Kast, por muchas diferencias que tengan con Piñera, se sienten más cercanos a él que a cualquier candidato de izquierda. Y en el electorado de centro, si bien al comienzo la aparición de Guillier despertó simpatías, por ser un rostro de TV y una persona agradable, cuando tuvo que entrar a la arena competitiva y demostrar porqué la gente debía confiar en él, aparecieron sus limitantes. Lógicas, por lo demás, porque él es un candidato "inventado" por los radicales para seguir sobreviviendo, tras el descalabro que fue la participación de José Antonio Gómez como senador por esta Región.
Aparentemente, bien pensado. Aunque las últimas encuestas regionales demuestran que Guillier provoca más rechazo que aprobación en la zona, porque su gestión en el Senado no ha sido brillante, ni mucho menos. Pero, así calladito podría pasar. El problema se presentó cuando tuvo que comenzar a opinar y no halló nada mejor que asegurar que es el llamado "a fortalecer el legado de Bachelet".
Ahí la embarró. Porque dejó en evidencia, que su eventual llegada a La Moneda no sólo significaría más de lo mismo, sino que… peor de lo mismo. Porque si ya tenemos problemas con la delincuencia, la corrupción, los pacientes que mueren esperando que los llamen para ser atendidos, la nunca confirmada gratuidad en la educación, la desaceleración y la consecuente cesantía, la fuga de capitales, etc. Imagínese lo que va a ser del país si tenemos un presidente que siga el mismo camino, que ya nos está llevando al despeñadero.
Por lo mismo, creo que en una segunda vuelta entre ambos, Piñera debiera incluso aumentar su ventaja sobre Guillier. Simplemente porque la gente de centro votará por quien le garantiza, al menos, la posibilidad de salir de la situación en que nos encontramos. Chile quiere volver a ser el país del crecimiento. Y sólo hay un candidato que ofrece esa opción. Así de simple.
Waldo Mora Longa
Exintendente Región de Antofagasta