Nathalie Varas Centellas
El destacado artista plástico antofagastino, Waldo Valenzuela, está pronto a publicar su primer libro sobre la historia del arte en la Segunda Región. Texto en el que plasma todo su conocimiento y sus más de 70 años de trayectoria en la pintura y el dibujo.
A través de la docencia y la experiencia, el artista se preparó durante su carrera para crear esta obra, desarrollada con CorporaciónProa, la que comenzó a redactar en el año 1998 y que en la actualidad, afirma, está un 99,9% lista.
Experiencia
¿Qué lo motivó a plasmar todos sus conocimientos en este libro?
-Habían pintores que fueron alumnos míos que me decían, "Waldo tú eres la memoria, tu tienes que poner por escrito todo lo que te acuerdas y todo lo que conoces", y les hice caso. En el año 1998, cuando la municipalidad me otorgó el Ancla de Oro, dije "tengo que buscar la manera de agradecerle a la ciudad esta distinción". En el libro me ha tocado ser protagonista de gran parte de esa historia.
¿Qué periodos abarca esta historia del arte?
-Es la historia del arte de la Segunda Región, parte desde el arte rupestre hasta el siglo XX. Es una mirada bastante amplia y larga, desde los petroglifos, la pictografía atacameña, pasando por todo el proceso de sedentarización ya con textil, cerámica, arquitectura, periodo colonial, cuando llegan los invasores y luego cuando se inicia el arte en la ciudad de Antofagasta hasta nuestros días.
¿Por qué decide abarcar toda la historia y no sólo la que usted vivió?
-Pensé escribir desde el 60 hasta ahora, pero sin pretenderlo me fui preparando a través del tiempo para escribir este libro, primero como profesor del arte universal, después como profesor de historia del arte latinoamericano, además de los ciclos de charlas que hice en la Universidad de Antofagasta y en la Universidad Católica del Norte, sin pensar que un día escribiría un libro, entonces toda la experiencia que adquirí con los años me dio esta posibilidad.
¿Cuál considera que es el capítulo más representativo del arte en la Segunda Región?
-El libro tiene 10 capítulos y el capítulo central es dedicado a un dibujante y a un cronista de la historia del arte en Antofagasta: Andrés Sabella, a quien conocí personalmente. Fue nuestro poeta, el cronista de todo el desarrollo del arte, además de ser dibujante y pintor, era un creador completísimo que van a pasar los años y nunca vamos a terminar de ahondar en el talento de Sabella.
Universo multifacético
¿Cuáles son las características del artista nortino?
-Una de sus características es que tiene ante sí, un universo multifacético. Se te ofrece todo un mundo, entonces uno tiene que tomar una decisión, trabajar solamente el litoral, el desierto, la precordillera, el mundo atacameño, pinto la Guerra del Pacífico, pinto el movimiento obrero, la vida en la pampa, la vida en Antofagasta, la de los pescadores, es decir, se te ofrece un sinnúmero de paisajes geográficos y humanos.
¿Qué ha significado esta nueva faceta en su carrera?
-Me ha llenado también porque me ha obligado a que muchas experiencias de vida no se sumerjan en el olvido, sino que quede un testimonio de lo que se vivió como artista acá. Una de las cosas raras que me pasa al escribir sobre el arte prehistórico es que lo siento muy mío, yo me siento autor de petroglifos, pictografía, geoglifos y esto me pasa, yo diría, desde los años 40 o 50.
¿Tiene pensado seguir escribiendo?
-Este es mi primer libro y yo creo que el último porque he tenido que hacer mucho sacrificio para terminar de escribirlo. Por ejemplo, el año pasado tuve que tomar la determinación de no pintar en todo el año para dedicarme a terminar el libro y para mi pintar es mi vida, no he hecho otra cosa que dibujar y pintar.
"Todo lo que he hecho en mi vida es pintar, dibujar y enseñar arte. Para mí el arte es fundamental, yo diría que he compartido mi vida con el arte y con mi fe". "Un día en clases tomé un lápiz y al primer alumno que estaba sentado adelante le dije "vas a ser testigo de que en este momento comenzaré la historia del arte". "Yo estuve al lado del artista que hacía un petroglifo, raspando una piedra. Yo estuve al lado de la ceramista que dibujaba y ornamentaba una cerámica de greda"."