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"Los Nichos": Vecinos cuentan cómo es vivir en 35 metros cuadrados

HACINAMIENTO. El conjunto habitacional será intervenido a través de un proyecto que ampliará los departamentos acorde a la normativa actual de edificación.
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Daniel Contreras Palma

Fue en 1986, hace ya más de 30 años y provenientes desde María Elena, cuando Jannette Requena junto a su esposo y tres hijos llegaron a vivir a uno de los 256 departamentos que conforman el condominio social Villa Alessandri, ubicado en el sector norte de Antofagasta.

Para ello, la numerosa familia tuvo que solicitar un préstamo bancario de $100 mil (cerca de $900 mil actualmente). "En ese entonces era mucha plata", recuerda la dueña de casa.

Luego de arrendar piezas por varios años, ella y su familia pudieron acceder a la soñada casa propia. El departamento, construido en la década de los 80', durante la dictadura militar y bajo normas ya obsoletas, contaba con dos habitaciones, living/comedor, cocina y un baño distribuidos en sólo 35 metros cuadrados.

Debido al reducido tamaño de las construcciones y su color blanco el conjunto habitacional fue bautizado como "Los Nichos", apelativo que la gente mantiene hasta hoy.

"Cuando llegamos a este sector en los alrededores solo había tierra. Ni luz había en las calles. Los departamentos también venían en bruto. Lo primero que hicimos fue estucar la cocina y el living/comedor. Después pusimos piso y fuimos sumando más cosas. Nuestra primera impresión fue que los departamentos eran muy chicos. Incluso en las piezas solo cae una cama y un velador", cuenta Jannette.

Al principio la convivencia entre vecinos tampoco fue fácil. La mayoría no se conocía.

"Cuando nos entregaron las llaves estábamos contentos porque no teníamos casa. Al principio fue difícil convivir con gente que no conocíamos, pero con el tiempo comenzamos a acostumbrarnos a nuestros vecinos", explicó.

¿Cómo se las arreglaron para vivir en 35 metros cuadrados y con tres hijos?

-Con literas. En una pieza los tres niños y en la otra yo con mi marido. Mis hijos vivieron acá hasta que se casaron. El mayor se fue de la casa cuando tenía 20 años.

Después de tres décadas viviendo en 35 metros cuadrados, Jannette y su marido son una de las familias beneficiadas por el Programa de Regeneración de Conjuntos Habitacionales ejecutado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Estándares

El proyecto habitacional que se trabajará con el municipio, el gobierno regional y la propia comunidad beneficiada, deberá cumplir con los estándares definidos en la actual política habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, lo que implica, entre otros avances, pasar de los 35 metros cuadrados que tienen hoy los departamentos a una superficie mínima de 55 a 57 metros cuadrados, con mejores espacios comunes.

"Estamos muy contentos. Fuimos a ver los nuevos modelos y son muy grandes. Tiene 3 dormitorios y el baño es más amplio", comentó Requena.

Pioneros

Otro de los vecinos favorecidos con el programa de ampliación de sus viviendas es Carol Olivares Portales, uno de los primeros en llegar a este conjunto habitacional.

"Soy uno de los pioneros de esta población. Llegamos acá una familia de cinco personas, mi señora, tres hijos y yo. Ellos se criaron acá. Al comienzo la falta de espacio fue complicada. No vivíamos mal pero teníamos que ingeniarnos cómo hacer más cómoda nuestra situación. Afortunadamente mis tres hijos eran varones así que para ellos no fue tan complicado", relató Carol, quién ahora junto a su esposa ayudan a criar a sus nietos en el mismo departamento de 35 metros cuadrados.

Producto del hacinamiento que existe en estas edificaciones sociales muchos de los propietarios optaron realizar ampliaciones informales a sus viviendas ante la necesidad de contar con un poco más de intimidad.

"Uno de los problemas más comunes es el ruido. En el primer piso se puede escuchar todo lo que ocurre en el cuarto piso. Otro tema que pasa muy seguido es el colapso del sistema de las cañerías", afirmó Gladys Rivera, esposa de Carol.

Durante algunos años el apodo de "Los nichos" ha causado una mala impresión sobre la Villa Jorge Alessandri. Un estigma con el que sus pobladores han debido cargar hasta hoy en día.

"Cuando decíamos que íbamos a la Villa Jorge Alessandri siempre nos preguntaban: ¿A cuál, los nichos?. Nosotros les respondíamos que no estábamos muertos. Eso ocurre hasta hoy en día", sentenció Gladys.

Ana Cunijara también llegó al conjunto habitacional en 1986 y es una de las pocas propietarias que aún continua viviendo en uno de los 8 block de departamentos que existen. La gran mayoría de quienes habitan allí son arrendatarios.

"Uno de mis tres hijos nació en estos departamentos. Como era tan pequeño el espacio, tuve que achicar la cocina para hacer otro dormitorio", comentó la dueña de casa que aún vive con dos de sus hijos y su marido.

Sobre la ampliación de su vivienda Ana dijo que, "esperemos que se concrete porque llevamos esperando más de 30 años. Los departamentos ya están muy deteriorados y necesitamos contar con más espacio".

Beneficiados

Un total de 94 departamentos pertenecientes al popular conjunto habitacional conocido como "Los Nichos" serán expropiados por el gobierno para su demolición. Así lo informó el seremi de Vivienda, Mauricio Zamorano, quien detalló que la iniciativa se enmarca dentro de un programa piloto denominado Regeneración de Conjuntos Habitacionales. "Se trata de un programa nuevo del Ministerio que se está desarrollando como piloto en sólo tres regiones del país y Antofagasta es una de ellas. El objetivo es llevar a antiguos conjuntos de viviendas Serviu al estándar de la política habitacional actual", explicó. Mientras se realicen los trabajos de ampliación los vecinos beneficiados deberán dejar sus departamentos por cerca de dos años. Por ello recibirán un subsidio de arriendo hasta que reciban sus viviendas definitivas.

Presidente de Tabor: "Las personas de calle necesitan un albergue"

APOYO. La fundación que trabaja con gente sin hogar, este martes realizará un concierto de recaudación de fondos.
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Constanza Caldera Pfeiffer

El próximo martes 31 de octubre la Fundación Tabor realizará un concierto a beneficio, en el cual participará el Grupo Punahue, junto a la Orquesta Sinfónica y el Coro Juvenil del Liceo Experimental Artístico.

El evento se efectuará en el Teatro Municipal de Antofagasta a las 20:30 horas, y las entradas que tienen un valor de $5.000 pueden ser obtenidas en el mismo recinto.

La fundación, creada hace 30 años, tiene su origen en la pastoral del Arzobispado de Antofagasta, y es de las pocas instituciones existentes dedicadas a entregarle apoyo y orientación a las personas en situación de calle de Antofagasta.

La institución atiende alrededor de cien personas sin hogar, y en ella trabajan 40 profesionales en los distintos programas.

Para desarrollar esta labor, se requieren recursos, los cuales según señala su presidente, Sergio Maureira, siempre resultan escasos, motivo por el que la fundación desarrolla esta y otras actividades para recaudar fondos.

Causas

Maureira también se refirió a la realidad de las personas en situación de calle, y también a las motivos que llevan a una persona a abandonar su hogar.

"Las personas en situación de calle, su perfil o problema va a ser siempre asociado a adicciones: alcoholismo o drogadicción. La persona que tiene un conflicto familiar o con su pareja, llega a vivir a al calle".

Respecto a alternativas para enfrentar este problema, el presidente de Fundación Tabor, indicó que debe ser abordado de forma multidimensional.

"Este problema al ser multifactorial hay que atacarlo desde varios frentes. Por ejemplo: si en Antofagasta pudiéramos tener un gran albergue para las personas en situación de calle, pues no lo tenemos, sería una gran ayuda. Hogar de Cristo, tiene un pequeño lugar, pero no da abasto", señaló.

Maureira agregó que "las personas necesitan apoyo psicosocial, y en algunos casos se requiere atención médica, psiquiátrica incluso, porque la adicción está radicada en un problema psiquiátrico".

El profesional indicó que lo primero que tiene que recuperar una persona en situación de calle es la dignidad. "Que se sienta una persona, útil, capaz, ese es el primer trabajo terapéutico importante".

Respecto a su tratamiento, informó que este tiene una duración mínima de dos años, el cual puede extenderse hasta cuatro años.

"Las personas pueden estar cuatro años en el programa, y se reinserta en la sociedad, se le hace un seguimiento durante un año, y se le sigue apoyando. Y después la persona incluso apoya a sus "hermanos menores", dentro de la fundación, explicó Maureira.

Sergio, Maureira,, Fundación, Tabor"

"Lo primero que tiene que recuperar una persona en situación de calle es la dignidad. Que se sienta útil, capaz, ese es el primer trabajo terapéutico"."