René Araya y su espera de 50 años por el velódromo
ANHELO. El reconocido dirigente antofagastino lleva más de medio siglo solicitando que las autoridades cumplan con la construcción del recinto en el Estadio Regional.
"Lo único que quiero es que se cumpla la Ley 13.080 y que en este lugar (explanada del Estadio Regional) se construya el velódromo que administraciones municipales anteriores se comprometieron a hacer. He hablado con tantos alcaldes desde 1964, y hasta el momento, no ha pasado nada".
Con estas palabras, y con el plano arquitectónico de lo que sería el futuro velódromo de la ciudad, el exciclista y dirigente antofagastino de 89 años, René Araya, único participante vivo de la primera versión de la "Clásica Mejillones-Antofagasta" -hace más de 70 años-, comentó lo que ha sido esta larga espera en su intento por dejarle a los ciclistas de la ciudad, un velódromo para competir.
"Yo ya estoy viejo, ya no vi ni veré este recinto funcionar, pero antes de morir me gustaría dejarle algo a los nuevos ciclistas, dejar encaminado este proyecto al menos. No lo pude hacer de más joven, se prometieron muchas cosas que no se cumplieron. El velódromo debió haber sido entregado cuando entregaron el Estadio Regional en 1964", precisó el dirigente.
Primera piedra
Según Araya, la historia del velódromo empieza en 1936 con la ceremonia de la primera piedra, en el sector de Las Almejas. Posteriormente, ya en 1948 en el antiguo Estadio Municipal se realizaron algunas mediciones y rectas para emplazar en una primera instancia el velódromo en ese lugar. Trabajos que no progresaron recordó el ciclista veterano.
De esta manera, y sin avances, llegaría 1970. Año en el que se realizó otra ceremonia de colocación de la primera piedra, pero esta vez en el Estadio Regional.
"Recuerdo que para esta ceremonia se hizo una fiesta grande, alcaldes, concejales y otras autoridades asistieron al evento. Todo el mundo hablaba del velódromo, aquí mismo, en la explanada del Estadio Regional. Se hizo la ceremonia de la primera piedra donde se iba a construir el velódromo", sostuvo.
Frustración
Araya agregó que esta larga lucha, además de mantenerlo cansado, ya que el mismo se traslada de un lado a otro con sus muletas, lo ha hecho una persona frustrada.
"Mis compañeros piensan que estoy mintiendo, que la ley que expongo miente, pero yo sé cómo fueron las cosas, y las promesas que se hicieron".
"Antes de morir, me gustaría ver encaminado al menos este proyecto. Llevo hablando con alcaldes desde 1994 y aún no pasa nada"."