Ruido: calles del centro superan los decibeles recomendados
REGULACIÓN. La Superintendencia del Medioambiente asegura que no tiene competencia para fiscalizar el espacio público. Desde la municipalidad afirmaron que están a la espera de un sonómetro.
El centro de Antofagasta cobra vida cada día después de almuerzo. Especialmente el Paseo Prat, atestado por intérpretes, transeúntes, vendedores ambulantes y locales con música propia. Es reflejo de una ciudad en crecimiento. Es también ejemplo de otro concepto: ruido, mucho ruido.
Acorde a las cifras recomendadas por la OCDE y la Organización Mundial de la Salud, el valor máximo de ruido ambiental no debe superar los 65 decibeles. Dicha cifra equivale a conversaciones cotidianas, mientras que 80 representa el sonido del tráfico y 100 al ruido provocado por un taladro de aire comprimido.
Al medir el ruido en el centro de Antofagasta entre las 11 y las 16 horas, con una aplicación celular, el sonido marca un promedio de 67 decibeles en la mayoría de las calles, llegando a estar sobre 72 en las más ruidosas (sobre todo por el sonido de parlantes de locales comerciales) e incluso llegando a superar los 90 decibeles. Un músico en Plaza Sotomayor alcanzó los 92 decibeles.
Asimismo, en calle Matta, entre Maipú y Baquedano, alcanzó los 88 decibeles producto de locales con amplificación en el exterior.
El tránsito vehicular también "aporta" al ruido.
En 2009 el Servicio Nacional de Información Ambiental realizó un mapa de ruido en Antofagasta. La medición arrojó que la mayor parte de la ciudad estaba entre 61 y 65 decibeles, los sectores más afectados coincidieron con la mayor cantidad de tránsito vehicular.
La contaminación acústica es un problema de larga data en esta urbe. Los transeúntes del sector perciben molestias por la excesiva cantidad de sonidos con múltiples fuentes.
En palabras de la transeúnte María Eugenia Bravo, "siempre ha sido igual, ponen ruidos fuertes. Los músicos tocan música en un lado, pasas y ponen canciones para vender discos y uno llega con la cabeza hinchada a la casa".
Medidas
Lo anterior afecta principalmente a los trabajadores del sector, quienes deben lidiar con una gran cantidad de contaminación acústica. Así lo asegura un kiosquero del sector, Reinaldo Tapia, quien explica que los días sábado resultan los más complejos.
"A veces se juntan varias (fuentes de ruido), en ocasiones un cliente me pregunta algo y debo pedirle que me repita porque no escucho sus palabras", comentó.
Agregó que la mayor fuente de estrés son los músicos, especialmente cuando se ubica más de uno en el sector.
Acorde al estudio "Contaminación acústica y calidad de vida" realizado por la empresa Gaes, en 2009 Santiago y Antofagasta encabezaban la lista de urbes más ruidosas del país, problema que no ha pasado desapercibido para el municipio.
Según el secretario comunal de Planificación, Dante Novoa, la municipalidad evalúa cómo regular esta contaminación. "Pondremos nuestros recursos para ir en apoyo de esto. Entendemos que este asunto medioambiental afecta la calidad de la vida", aseguró.
En este mismo contexto es que la alcaldía está a la espera de un sonómetro, el cual permitirá realizar mediciones acorde a una ordenanza municipal que prohíbe la instalación de equipos direccionados en locales comerciales. En palabras de la alcaldesa, Karen Rojo, "con la contaminación que tenemos ni siquiera se puede hablar en el Centro de Antofagasta".
"Hay otra cosa importante: la autoridad de Medioambiente debe hacer fiscalizaciones. Lamentablemente ellos no cuenta con un equipo técnico para hacerlo", agregó Rojo.
No obstante, en la Superintendencia de Medioambiente de Antofagasta aseguraron que tienen equipos para realizar mediciones, pero ajustados a su propio marco legal.
Pocas denuncias
Desde la misma Superintendencia de afirmaron que este año han procesado 17 denuncias por ruidos molestos, pero no han recibido por casos en el centro de la ciudad.
La normativa de emisión vigente solo regula fuentes fijas de contaminación, tales como locales comerciales.
De hecho, el decreto 38 no exige realizar fiscalizaciones al uso del espacio público, la circulación de medios de transportes, sistemas de alarma y emergencia, así como tampoco las actividades realizadas en viviendas particulares.
El jefe de la oficina de la Superintendencia de Antofagasta, Ricardo Ortiz, dijo que "ruidos provocados por la misma gente, vehículos y artistas tienden a enmascarar los mismos sonidos de quienes ponen un parlante". Por tanto, estas quejas ciudadanas saldrían de su competencia.
Locatarios del centro de la ciudad que no quisieron ser identificados comentaron que prefieren no denunciar a artistas callejeros ruidosos, esto para no tener represalias por parte de los intérpretes.
Al respecto el concejal Gonzalo Santolaya, quien trabaja como socio en el local Casa Castillo de Paseo Prat, dijo que esta medida (de solo fiscalizar fuentes fijas) tiene un tono "perverso" pues resulta mucho más fácil fiscalizar a los privados con domicilios conocidos. "El centro y la calidad del centro se ha ido prostituyendo, nadie toma decisiones, todos miran para el lado y quienes nos llevamos el perjuicio somos los privados que debemos soportar una serie de cosas. Pagamos impuestos, ¿y al final para qué?", concluyó.
"Pondremos nuestros recursos para ir en apoyo de esto. Entendemos que este asunto medioambiental afecta la calidad de vida".
Dante Novoa secretario comunal, de Planificación"
PUNTOS RUIDOSOS EN EL CENTRO DE ANTOFAGASTA
"Tocan música en un lado, pasas y ponen canciones para vender y llegas con la cabeza hinchada".
María Eugenia Bravo, transeúnte"
"A veces un cliente me pregunta algo y debe pedirle que me repita porque no lo escucho".
Reinaldo Tapia, kiosquero"
"Hay una ordenanza que incluso prohíbe gritar en la calle, ¿dónde está la fiscalización de la autoridad técnica?".
Gonzalo Santolaya, concejal"
65 decibeles es el rango máximo de ruido ambiental en las ciudades recomendado por la Organización Mundial de la Salud. En casi todas las calles del centro el ruido está sobre esa cifra.
17 denuncias por ruidos molestos ha recibido la Superintendencia de Medioambiente en Antofagasta durante el presente año. Ninguna corresponde a casos en el centro de la ciudad.
92 decibeles fue el peak de ruido detectado por la aplicación celular utilizada para realizar esta crónica. Lo produjo el parlante de un músico en la Plaza Sotomayor.