El lema "Educar el corazón", es la viga maestra que guía nuestro proceso del sentir junto con la razón, y que exige la virtuosidad del trabajo en equipo para fortalecer en la comunidad educativa, diversas y necesarias capacidades: saber escuchar, estar presentes, hacerse cargo y atender a las distintas responsabilidades y compromisos, todos ellos requisitos imprescindibles para inculcar confianza y generar espacios de aprendizaje desde el afecto. Precisamente son éstas las bases de las experiencias significativas que amplían el conocimiento y la creatividad que esperamos de nuestros estudiantes y el puntal de apoyo desde nuestros apoderados.

Tenemos la confianza, la convicción y la fuerza para seguir desarrollando nuestros ideales, manifestados no sólo en los avances académicos, sino también en el espíritu de impulsar a nuestros estudiantes a ir más allá del conocimiento, aplicándolo en proyectos que den sentido y vida a una región que merece y necesita más jóvenes, hombres y mujeres con solidez y profundidad para hacer de éste norte un mundo mejor.