El grito de euforia de un Monumental que estuvo de fiesta
CLASIFICATORIAS. Hinchas nacionales estallaron en gritos con cada gol de la selección ante los de la "Tri".
"Chile va al Mundial" rugía el Estadio Monumental cuando el partido contra Ecuador terminaba. No fueron 90 minutos, sino un día de tensión, esperanza y mucha efervescencia. Desde muy temprano, Santiago se teñía de rojo con el partido de la selección. Incluso, la concurrida estación Baquedano del Metro capitalino estaba al borde del colapso cuatro horas antes del duelo.
El tren subterráneo era un "mar humano" de color rojo, donde la ilusión era el principal aliciente. Ya en el Monumental, la gente vivió una fiesta desde muy temprano, con Willy Sabor y Renata Bravo animando a la afición que ingresaba con cerca de 20 mil banderas donadas por Leonardo Farkas. Así entraron los equipos al terreno de juego, con fuegos artificiales incluidos. El himno fue cantado casi a "capella" por 45 mil almas. Macul era un caldera.
Con el gol de Vargas, el estadio estalló en gritos, con un bombo que no dejó de sonar los 90 minutos, la gente más animada que en partidos anteriores. Pero, llegó el drama..., en el segundo tiempo, las cosas cambiaron. Chile se replegó, perdió el balón y dio pie para que Ecuador generara peligro.
La concentración del público se fue del Monumental, muchos pegados a sus celulares viendo que pasaba en Barranquilla y en Buenos Aires.
Cuando el partido concluía vino el error de Jara que provocó el empate ecuatoriano. La incredulidad era evidente, las piernas no daban y el silencio se apoderó del recinto de Colo Colo. En Colombia, Falcao anotaba para los "Cafeteros" y complicaba aún más las opciones de Chile. Hasta que apareció Alexis Alejandro Sánchez Sánchez.
No fue el gol más bonito de su carrera, pero fue suficiente para que el Monumental explotara y los 17 millones de chilenos festejaran. Luego vino la recuperación paraguaya y el fin del partido en Buenos Aires, mientras Sandro Ricci levantaba sus brazos al cielo marcando el fin de 90 minutos de emoción y tensión. Chile no ha clasificado al Mundial.
El camino sigue siendo complicado, pero el golpe anímico que se obtuvo en el Monumental da para la ilusión.